OPINIÓN

Iago Aspas Selección: Fin a la mayor injusticia que ha vivido el fútbol español en la última década

Iago Aspas celebra un gol con el Celta. /EFE
Iago Aspas celebra un gol con el Celta. EFE

Confieso que soy un amante del cine, un arte que disfruto todas las semanas yendo a las salas o disfrutando de las no pocas plataformas que tenemos a disposición. Hace no mucho vi una película de trama judicial que me gustó bastante y que quiero compartir con vosotros. Se titula 'Cuestión de justicia'. Y la verdad es que hoy en España todos pensamos así. Porque Luis de la Fuente ha decidido poner fin a la mayor injusticia que ha vivido el fútbol nacional en la última década. Iago Aspas regresa a la Selección Española, no como reconocimiento a lo hecho, sino por merecimiento de lo que todavía hace.

Su nombre cuesta mucho que resuene más allá del Padornelo. Un chaval -ya no tanto- de un pueblo que todos los días se despierta viendo a Vigo al otro lado de la ría, uno que probó suerte dos años fuera de casa para darse cuenta de que como con los tuyos no se está en ningún lado, uno que ya es leyenda de un club centenario como el Celta, pero al que no se le reconocía en Madrid.

El pasado fin de semana Iago Aspas marcaba un doblete ante el Rayo Vallecano para convertirse en el octavo jugador de la historia de LaLiga en anotar al menos once goles en ocho temporadas consecutivas. A su lado aparecen nombres de la envergadura de Messi, Cristiano Ronaldo, Villa, Luis Suárez, Hugo Sánchez, Di Stéfano y Pahiño. En esa mesa come el de Moaña, en la de los mejores.

Porque Iago Aspas lleva años siendo uno de los mejores. Lo demuestra cada domingo, pero también lo demuestra cada martes o miércoles entrenando, porque su pasión es correr y golpear un balón, algo que hace mejor que la mayoría. Por eso molestaba que en los últimos tres años se hayan olvidado de él en La Roja mientras por allí desfilaban otros delanteros con peores números y menos calidad.

La convocatoria de Iago Aspas hoy hace mejor a la Selección Española y refuerza la figura de Luis de la Fuente, un seleccionador que ha demostrado personalidad y justicia, lo único que se le debe pedir. Los seguidores del Celta se felicitan, pero estoy seguro de que los aficionados españoles han soltado un rotundo "por fin" al escuchar su nombre. "La esperanza es lo último que se pierde", reconoce el emblema del equipo vigués, y si la hay para él, la hay para todos.