FÚTBOL FEMENINO

La 'heredera' de Aitana tiene 9 años y sonroja a niños que le sacan tres cabezas: "Cuando ganó su primer partido nadie se lo creía"

Es su madre quien gestiona su fama y acumula cerca de un millón de seguidores en TikTok.

Carol de Lisanti durante un partido del torneo por el Balón de Oro de niños organizado por PirlaV. /PirlaV
Carol de Lisanti durante un partido del torneo por el Balón de Oro de niños organizado por PirlaV. PirlaV
Sandra Riquelme

Sandra Riquelme

El clip viral de Carol de Lisanti (28 de agosto de 2015, Roma) compitiendo contra un niño que le saca tres cabezas y varios años es adictivo. La niña acaba ganándole por 5-3. Por eso, y más motivos que descubriréis si seguís leyendo, Relevo se interesó en ella. ¿Qué hay detrás de mini-Aitana (apodada así por su camiseta y por un torneo de niños que luchan por un mini Balón de Oro), la famosa niña futbolista?

Su fama explotó hace dos años. "Sus primeros vídeos se hicieron muy virales. Carol aparecía jugando a la PlayStation contra su padre. Ella siempre perdía y se ponía a llorar. Su padre nunca la dejaba ganar y se convirtió en algo simpático. Después, decidimos contar su camino en el fútbol hasta que encontró equipo. Contar esa emoción", cuenta Marzia Polidori. Cuando Relevo se puso en contacto con ella, todo fueron facilidades. En la entrevista, aparece junto a ella. Porque Carol tiene nueve años y porque es ella quien gestiona la carrera —mejor dicho, la fama— de su hija.

Vive en una casa con un campo de fútbol y duerme en una portería

Porque, a sus nueve años, a Carol ya le han ofrecido de todo: anuncios, películas, series de televisión, etc. Pero si esperáis leer la típica historia del hijo con gracia —o con cualquier habilidad fuera de lo normal— cuyos padres buscan monetizarlo al máximo (hay miles), esta no es. "Ella no quiere nada más que jugar al fútbol. No pensamos en dar otros pasos, no es nuestro pensamiento. Es la historia de cualquier madre que acompaña a su hija", afirma Marzia Polidori.

Su cuenta de TikTok, que lleva el nombre de ella (marziapolid), roza el millón de seguidores y acumula 50 millones de 'Me gusta'. Pero Carol tan sólo es la pequeña de tres hermanos que resume su vida en "escuela y deporte". Entrena tres días, dos horas, y el día del partido. No tiene entrenador personal. Juega en la academia de la Roma, pero es de la Lazio. "Todos conocen su particularidad y es que juega en la Roma y es de la Lazio, se ríe. "Es como si fuera Atlético de Madrid - Real Madrid", dice riéndose.

Comenzó a jugar al fútbol por su hermano mayor (15 años), que se lo pegó. A la tercera hermana (13 años), el fútbol ni le va le viene. "Digamos que la gestión familiar es un poco compleja", se ríe Marzia. "Porque son tres y todos tienen necesidades diferentes", añade.

Carol vive en una casa con un campo de fútbol, donde entrena y graba la mayoría de sus vídeos y duerme en una portería, como si fuese un gol. "Hay un fabricante italiano que hace todas sus camas así y le dijo a Carol que tenía que regalarle una y así lo hizo", señala su madre. Marzia nos invita a ver la casa. Enfoca al campo y a la habitación de Carol: el sueño de cualquier niño o niña aficionado al fútbol. Está lleno de camisetas, hay un mini Balón de Oro, una réplica del trofeo del Mundial o un balón de la Champions femenina firmado por toda la plantilla del Barça.

Cuando le pidió a Aitana pelotear una hora antes de una final

La última vez que Carol y su familia visitaron España fue en mayo del año pasado, por la final de la Champions. Allí durmieron en el mismo hotel que el Barça y Carol conoció a todas las jugadoras. Antes, LaLiga ya les había invitado. Además, en el verano, pasaron una semana en Madrid. "España nos ha abrazado y nos gusta mucho", dice Marzio.

El caso es que en Bilbao Carol conoció a Aitana Bonmatí. Carol se ríe. "Estábamos en el estadio y una hora o así antes de la final, Carol se acercó a Aitana con un balón y le dijo que si daban unos pases", recuerdan entre risas las dos. "Claro, le dijo que lo sentía mucho, pero no podía. ¡Era una hora antes de la final!".

El sueño de Carol es jugar en el Barça y su jugadora favorita, con el permiso de Aitana Bonmatí, es Giulia Dragoni. La italiana es la mayor promesa del fútbol transalpino, pertenece al club blaugrana y está cedida en la Roma, en el equipo que juega Carol. Ambas se conocieron en Bilbao y, ahora, coinciden a menudo en la ciudad deportiva romana.

La única niña en la historia del torneo

Carol juega contra niños y su equipo es el único femenino. En Italia, cuenta Marzia, el fútbol de niños es muy diferente a España. "Aquí, los resultados no pueden publicarse. Se gana por tiempo, no por goles. Ni siquiera sabemos contra quién jugaremos el próximo partido", explica. A Carol le da igual jugar contra chicos o contra chicas. "Igual, fácil", sonríe a la cámara. Pero su madre vuelve a bajarla a la tierra: "A ver, a veces, es difícil, porque a esta edad, incluso a nivel físico, a veces, es muy diferente. Encuentras niños muy altos, muy estructurados, con más musculación que ellos, pero nunca se pierde la calma".

Precisamente, volviendo al vídeo del inicio del texto y el que justifica el reportaje, Carol viene de jugar un torneo con niños y de niños (participan 12 y la edad máxima es de 13 años), hasta que llegó ella. "Participar en el Balón de Oro de los niños fue un deseo suyo porque es un formato que en Italia es muy conocido por los niños de su edad. Es el segundo año que se hace en YouTube y tiene un seguimiento increíble. Es la primera niña que participa. Los niños son mucho más grandes que ella, del 2011, del 2012...", describe su madre.

Carol compitió con la camiseta de Aitana porque le "inspira" —había niños que lo hacían con la de Foden, Balotelli, Garnacho, Lukaku o Bellingham— y superó la primera ronda. "Yo le dije: 'Si quieres hacerlo, hazlo. Me gustaba el hecho de que ella no tuviera miedo. Y ahí apareció su coraje porque era una situación muy complicada. Cuando ella ganó el primer partido, nadie se lo creía'", recuerdan. Ganó por 5-3 a mini-Balotelli, pero perdió contra mini-Ronaldo, aunque empezó ganando. "Ella jugó con inteligencia, usando su espalda, como si jugase con un compañero. Si no, nunca habría podido superarlo", explica Marzia.

Tras el clip, la popularidad de Carol subió como la espuma. "Ella tiene una vida muy normal. Es una niña que por la mañana va a la escuela y por la tarde entrena, como hacen miles de niños y niñas. No cambia nada", cuenta su madre, ante la atenta mirada de su hija. "El futuro está cerca, pero también está muy lejos. A esta edad, también, la pasión es muy frágil. No creo que sea su caso, con todo lo que nos rodea. Pero, a veces, incluso a los nueve años, tienes una pasión muy fuerte por un periodo de tiempo y después, igual, te da por hacer otra cosa. Y un padre siempre debe respetar esto. Tenemos que dejarle vivir su pasión al 300%, pero cuando esto termine, pasaremos a lo siguiente. No es una cosa que nos asuste ni nos destruye".