FUTBOLERO SOY YO

Simeone heredará un Griezmann 'todocampista'

Griezmann, durante el partido de semifinales del Mundial contra Marruecos/EFE
Griezmann, durante el partido de semifinales del Mundial contra Marruecos EFE

Del Mundial de Catar Diego Pablo Simeone va a a heredar un todocampista en el más amplio sentido de la acepción. Gracias a Deschamps, el rojiblanco se ha convertido en un futbolista total. Un todoterreno al servicio de un equipo. Desde el pitido inicial al pitido final. En la pizarra de la selección francesa, Antoine es un 'ocho' que amplia su zona de influencia de área a área. Impresionante su despliegue físico y mayúscula su ascendencia sobre el juego colectivo. Nunca se había visto un Griezmann tan completo, tan polivalente. Ahora achicando balones al lado de los centrales, ahora buscando a Giroud y Mbappé.

En la memoria está el Griezmann veinteañero a quien el Cholo hacía trabajar por toda la banda. También la retina guarda el Griezmann que ejercía de segundo delantero y ocupaba una amplia zona, desde el círculo central al área rival por todo el pasillo interior. Aunque siempre fuera un 'currante', ninguno de ellos alcanzaba la magnitud del actual. El rojiblanco llegó a la semifinal consolidado en su nuevo rol y cada vez más convencido de que esa puede ser su posición de futuro. No solo en la selección, sino también en el Atlético, donde un futbolista con su visión de juego no puede desaprovecharse por mucho que a su entrenador prefiera los espacios al balón.

Ya nadie puede tener duda sobre la capacidad de Antoine para llevar el peso del juego ofensivo de un equipo, sin evadirse de las obligaciones defensivas que conlleva su nueva faceta. En los cuatro partidos completos que había jugado, más los 18 minutos contra Túnez había recorrido casi 50 kilómetros. Una barbaridad para un jugador de sus características. Contra Marruecos se llevó la distinción de mejor jugador del partido y unas estadísticas individuales solo al alcance de los elegidos, incluidos otros 11 kilómetros y siete recuperaciones.

Hoy por hoy, aunque los focos iluminen los goles y las galopadas de Mbappé, la trascendencia de Griezmann en esta Francia finalista crece por partido. Sus compañeros son los primeros en valorar la capacidad de sacrificio de su compañero y le buscan continuamente en la salida del balón. Nadie mejor que ellos sabe que Antoine siempre encontrará la mejor opción porque tiene en su cabeza el juego que dispone su entrenador. Ni Tchouameni, ni Rabiot, ni Fofana saben dar la pausa y la aceleración que Griezmann alterna según el momento del partido y la posición en el campo.