La Romareda y su milagro de cada año contra el cáncer infantil: "Cuando ven cómo están las gradas, los rivales alucinan"
Desde hace ya 30 años, los veteranos del Real Zaragoza reúnen a más de 20.000 personas en el estadio para recoger fondos a favor de los niños oncológicos.
Hace ya tres décadas, en 1995, los veteranos del Real Zaragoza disputaron por primera vez un partido solidario en La Romareda frente a ex jugadores del Espanyol. El encuentro nació como fórmula para recaudar fondos en favor de la Asociación de Padres de Niños Oncológicos de Aragón (ASPANOA), una entidad impulsada en 1988 por un grupo de familias con pequeños afectados por la enfermedad. El éxito de la convocatoria rebasó cualquier expectativa: más de 15.000 personas poblaron las gradas del estadio para ver a un equipo con Juan Señor como capitán y autor del primer gol. Este domingo, el estadio acogerá la 30ª edición de un encuentro que ya es tradición cada mes de noviembre y cuyo gran triunfo ha sido implicar, aprovechando la potencia de arrastre del fútbol, a toda la sociedad aragonesa.
"El partido cambió la historia de la asociación, es nuestro día grande y los fondos que se recaudan suponen hasta un 15% de nuestro presupuesto anual", explica Carlos Larroy, responsable del departamento de Comunicación y Marketing de Aspanoa. A última hora del viernes se habían vendido ya 18.500 entradas, lo que augura otra gran asistencia.
La iniciativa partió del impulso de Javier Planas, quien fuera centrocampista en los años de los Zaraguayos. Nacido en Almudévar (Huesca), su prematura retirada por una lesión no ha disminuido la consideración de quienes lo vieron jugar: se le considera uno de los mejores jugadores aragoneses de la historia: "Una mañana de domingo asistí con mi mujer a un recital de jota que había en el Teatro Fleta: no sabía quién lo organizaba ni nada —recuerda Javier Planas—, después me enteré de que el dinero iba en favor de Aspanoa. Y me fui de allí pensando: "¿Qué puedo hacer yo para contribuir a esto"?
Unos días después, se puso en contacto con Félix Tolosana, entonces presidente de Aspanoa. Tolosana y Pepa Cuesta, su esposa, fueron uno de los diez matrimonios que unos años antes se habían reunido en torno al que entonces era jefe de Oncopediatría del Hospital Infantil Miguel Servet de Zaragoza, el doctor Javier Pisón. Su hijo Ángel fue diagnosticado de cáncer a los 14 años. En un tiempo en el que ni la visibilidad de la enfermedad en los niños, ni los medios, ni los conocimientos médicos eran los de ahora, aquellas familias buscaban establecer una red de relaciones con otros afectados: sentirse apoyados, compartir experiencias e impulsar iniciativas que permitieran generar recursos para atender las necesidades de los pequeños.
"Le planteé la idea a Félix Tolosana y le gustó. Hablé con mi amigo Nando Molinos, con Rafa Marañón y Solsona... y se vieron a jugar el primer partido de Aspanoa en cinco coches. Así empezó"
Ex jugador del Real ZaragozaJavier Planas y Félix Tolosana conectaron de inmediato y el ex futbolista le planteó la posibilidad de organizar un encuentro de fútbol que ayudara a la asociación a recaudar fondos. "La idea le gustó, así que a continuación llamé a mi amigo Fernando Molinos —ex futbolista del Zaragoza y el Espanyol— y se lo propuse. Hablamos con Rafa Marañón, con Solsona... Cogieron cinco coches y se vinieron a jugar. No les pagamos nada. Y así empezó todo".
El resto consistió en implicar a entidades y empresas que apoyasen la iniciativa. Y ahí, la experiencia y la personalidad de Javier Planas sirvió de mucho. Llevó el mensaje del apoyo a los niños con cáncer a las mesas correspondientes y lo puso en marcha. La Agrupación de Veteranos del Real Zaragoza, con Juan Morgado al frente entonces, y José Luis Violeta de entrenador, hizo el resto.
Estrellas de todas las épocas
Desde entonces se han celebrado 29 ediciones ininterrumpidas del partido de Aspanoa. Ocasiones que han permitido ver pasar por La Romareda a un interminable catálogo de glorias del conjunto aragonés en las últimas décadas... y también de los principales clubes del país y la Selección española. "Javier Planas se encargó durante 24 años de contactar con los equipos visitantes, coordinar a los veteranos que iban a jugar, etc.".
Tras el Espanyol, en los años sucesivos visitaron La Romareda los combinados del FC Barcelona, el Atlético de Madrid, el Athletic Club, el Real Madrid, España, Osasuna, Real Sociedad, Valencia... Varios han repetido a lo largo de los años. Y este domingo se celebra la 30ª edición, con el Athletic como visitante en una cita en la que ya los Leones ya han participado en varias ocasiones.
Será la primera vez que no participe Carlos Royo, quien fuera meta del Deportivo Aragón y del Real Zaragoza. Royo siempre ha estado sobre el terreno de juego o ejerciendo su labor de técnico de los Veteranos del Real Zaragoza. Esta vez le sustituirá en el banquillo nada menos que Juan Señor. Después de 29 ediciones presente, el año pasado renunció al puesto "por cuestiones personales y médicas" que le aconsejaban mantenerse al margen de un acontecimiento al que siempre se ha entregado con entusiasmo: "Para mí el partido de Aspanoa siempre ha supuesto una satisfacción impagable. Poder saltar al césped del campo en el que viví tantas cosas es un orgullo. Pero sobre todo, he disfrutado de la inmensa generosidad de la sociedad aragonesa y su solidaridad: no nos valoramos como deberíamos", reconoce Carlos Royo. Un homenaje reconoció su labor durante todos estos años en la Agrupación de Veteranos y en el partido de Aspanoa.
El encuentro siempre llena en muy buena parte las gradas de La Romareda y esa capacidad de convocatoria se ratifica con cada nueva edición: "El público que viene no es el de un partido normal de fútbol: el precio de las entradas es muy asequible (4 euros) y eso permite venir a muchísimas familias enteras, con niños pequeños: para muchos de ellos esa es su primera vez en La Romareda. Les deja un recuerdo especial", explica Carlos Larroy, de Aspanoa.
"Han llegado a venir 26.000 personas a ver el partido, una cifra que no se ve en muchos campos de Primera: los invitados de otros equipos se quedan alucinados"
Ex guardameta del Real ZaragozaAl partido de fútbol se le suelen adosar elementos que contribuyen al entretenimiento y la espectacularidad de la mañana. Mascotas, personajes de comic, súper héroes... Las fórmulas se han ido renovando a lo largo de los años. En esta ocasión animarán la jornada las mascotas del Real Zaragoza (Zarpa), como del Casademont Zaragoza (Link), la del Centro Comercial Puerto Venecia (El Gondolero) y la del Parque de Atracciones de la ciudad (Nori). Además, en el descanso descenderán sobre el terreno de juego un grupo de paracaidistas del Ejército del Aire y del Espacio. Un momento que siempre concita gran expectación entre el público.
El partido de fútbol dura 40 minutos por tiempo y permite recuperar la presencia de jugadores que han marcado época en cada uno de los clubes visitantes y en la Selección. Por el Zaragoza, la nómina de ex estrellas del equipo es interminable. Desde los más recientes Ángel Lafita, Cani, Movilla, Diogo, César Sánchez, Xavi Aguado, Andoni Cedrún, Garitano, César Láinez, Miguel Pardeza o Nayim (por nombrar sólo a algunos de una lista inmensa), a aquellos de los días de Alfonso Fraile, Juan Señor, Félix Pérez Aguerri, Casajús, Chupete Glaría, Pascual Sanz o Javi Villarroya. "Ese día nunca tenemos problemas para atraer a ex jugadores que participan: la ocasión y la repercusión que genera lo hace fácil. Después hay otros partidos a lo largo del año en los que cuesta más reunir a un equipo", reconoce Carlos Royo con perspectiva de entrenador.
Enfrente, La Romareda ha visto a lo largo de los años a José Antonio Camacho dirigir al combinado de la Selección y jugar él mismo. Y estrellas de los mejores clubes de la Liga como Donato, Alfonso Pérez, Lardín, Mauri, Tendillo, Camarasa, Fernando, Lobo Diarte, Míchel, García Cortes, Julio Salinas, Rafa Martín Vázquez, Fernando Morientes y Roberto Carlos, entre otros muchos, se han unido a la oleada de solidaridad que genera el partido. Alfredo Di Stefano hizo el saque de honor en 2000. Y en 2008, la visita del Real Madrid llevó a 26.000 espectadores al campo. Cifras que no se ven en muchos estadios de Primera División, como a menudo comentan los futbolistas invitados.
"El partido ha servido para dar visibilidad a los niños con cáncer, porque la enfermedad a esas edades no era demasiado conocida en la sociedad —explica Carlos Larroy—. Ha permitido que todos los años la ciudad pueda apoyarles y mostrarles su solidaridad". Para los padres, el evento resulta "muy emocionante". Sobre todo cuando, junto a los dos equipos, los niños de Aspanoa saltan al terreno de juego y reciben la ovación del estadio: "Lo importante son ellos y resulta un momento muy especial".
Y más allá del resultado y de la diversión que procura la mañana, todos los protagonistas destacan el impacto que el partido de Aspanoa tiene en la asociación y de qué forma ha contribuido a su crecimiento. "Ahora mismo contamos con unos 3.300 socios, de los cuales más de 1.000 son socios de número, padres con niños afectados. El resto lo conforman personas que colaboran con la causa".
Uno de ellos, desde hace muchos años, es Javier Planas, el impulsor original del encuentro. Precisamente en Almudévar, donde él nació, se construyó la Casa de Aspanoa: una residencia que acoge campamentos para los niños con cáncer, respiros familiares y jornadas de convivencia durante todo el año. El objetivo es facilitar actividades de ocio y convivencia para los niños, además de ofrecer un lugar de encuentro y descanso para las familias, que contribuya a aliviar las exigencias físicas y emocionales de los tratamientos. "Ver esas instalaciones en el lugar donde nací y que las puedan disfrutar las familias y sus hijos cuando lo necesiten, eso sí que es una auténtica victoria que te concede toda la satisfacción posible", admite Planas.
De esa forma presta atención Aspanoa a "unos 200 niños cada año, tanto de Aragón como de La Rioja", donde no cuentan con las unidades específicas. "Ofrecemos apoyo psicológico y social, servicios asociados, ayuda para la rehabilitación de secuelas, actividades de ocio y entretenimiento". Además, cuentan con un espacio propio en la unidad de oncopediatría del Hospital Materno Infantil de Zaragoza: allí proveen las habitaciones con un televisor, wifi de alta velocidad, consolas de vídeo juegos, servicios de préstamo de libros, sala de proyección de películas, actividades, visitas, etc. Todo, con el objetivo de que "los niños con cáncer sigan siendo niños".
"Cuando Aspanoa nació, la esperanza de vida de un niño con cáncer estaba en el 60%. Hoy día, y con la ayuda de todos, se ha elevado al 80%". En Zaragoza, las estrellas de todas las épocas llevan desde hace ya 30 años metiendo goles para contribuir a esa gran victoria. Y este domingo vuelven a hacerlo.