ÁRBITROS

El peor momento arbitral: aires de huelga, pérdida de peso internacional y… renovación

Sin Mateu, ni Del Cerro, ni Estrada Fernández, la plantilla arbitral cambiará y perderá peso internacional en un año decisivo de negociación por el convenio RFEF-LaLiga.

Mateu Lahoz durante un partido entre Cádiz y Betis. /EP
Mateu Lahoz durante un partido entre Cádiz y Betis. EP
Sergio Fernández

Sergio Fernández

"Es el peor momento que recuerdo. Es como si fuera una tormenta perfecta", reflexiona una voz muy autorizada del estamento arbitral. Caso Negreira, expulsiones descontroladas, comunicados de clubes, criterios dispares para las manos, las o la relación con los jugadores. En definitiva: pérdida de crédito a nivel nacional e internacional. La última ha sido otra amenaza de huelga, en plena Jornada 33, tras los acontecimientos de las últimas semanas como la agresión a un árbitro en Ceuta o que aboyaran la puerta de un vehículo privado. Una amenaza... que ya había llegado semanas atrás y que quedó en nada, aunque con reclamación mediante sobre frenar el clima hostil en torno al colectivo.

En medio de todo esto, despedidas dolorosas y llamativas: Del Cerro Grande y Mateu Lahoz, dos de los únicos cinco colegiados españoles con categoría UEFA Súper Élite (los otros tres con Sánchez Martínez, Gil Manzano y Marta Huerta de Aza). Y, en el horizonte, la discusión que viene: la necesidad de renegociar el contrato entre RFEF y LaLiga que rige, entre otras cosas, el presupuesto del que disponen los árbitros.

"Queremos una conversación para ver cómo se puede mejorar un servicio que no está funcionando bien", resume a Relevo un presidente de un club profesional. "No es una cuestión de dinero, sino de funcionamiento", explica. Los 42 equipos que forman el fútbol profesional sustentan al Comité Técnico de Árbitros con un presupuesto de más de 33 millones de euros, los mejor pagados del mundo.

Muy pocas veces se renegocia un convenio de este tipo a la baja y, de hecho, los clubes ya han manifestado que no pretenden que los colegiados ganen menos, pero sí que haya una vía clara de mejorar el servicio que prestan. De una forma más plural y, sobre todo, más independiente.

Todo depende de un presidente... o de dos

Y luego está el funcionamiento: todo depende del presidente del CTA, Luis Medina Cantalejo. Él decide quién sigue y quién no. Sin posibilidad de defensa (un futbolista puede irse a otro club, pero un colegiado no). Es un sistema profundamente jerárquico que se controla de manera casi unipersonal, siempre dependiendo de la RFEF. Y sin ningún tipo de posibilidad de opinión de los que, al final, financian a todo el colectivo: los clubes. Es más: con acumulación de sanciones y un nivel de expulsiones muy por encima del doble del resto de ligas europeas.

De Medina Cantalejo y, por extensión, del presidente de la RFEF, Luis Rubiales, que es el que decide quién preside el CTA. Aunque es verdad que, en este sentido, la libertad de actuación con la que se manejan los árbitros no tiene nada que ver con la anterior época, con Ángel María Villar. Tanto el primer presidente del CTA con Rubiales, Carlos Velasco Carballo, como el segundo, el citado Medina Cantalejo, gozan de mucha más capacidad de decisión que antiguamente Victoriano Sánchez Arminio.

Ya no hay descensos

La época de que dos árbitros ascendían y otros dos bajaban de categoría es historia. Ahora mismo, si el presidente del Comité Técnico de Árbitros quisiera, podría renovar a toda la plantilla arbitral. Sólo tiene la obligación de ascender a dos (hablamos de dos 'de campo', el VAR va por otro lado), ese es el requisito mínimo, que se mantiene para premiar y rejuvenecer al colectivo. Por lo demás, son todos profesionales con contratos de un año que pueden renovar, o no. Como les va a ocurrir a Mateu Lahoz y a Del Cerro Grande.

No serán los únicos: también parece bastante sellado el destino del catalán Estrada Fernández, que por su actuación individual a raíz del Caso Negreira, se ha apartado definitivamente del CTA y su adiós del grupo VAR se da por hecho. Un grupo, el de árbitros VAR, que no tiene, por cierto, ningún tipo de evaluación. Entran y salen a decisión absolutamente personal del presidente del CTA. Del Cerro, por ejemplo, entrará en este equipo a partir de la temporada que viene.

También el veterano asistente, Roberto Díaz Pérez del Palomar, parece estar en la recta final de su carrera profesional en el CTA. Todos los contratos acaban el 30 de junio y, a partir de ahí, con tal de que dos asciendan, el resto podría cambiar absolutamente (aunque no es lo esperado).

Menos élite UEFA

Con el adiós de Del Cerro y Mateu Lahoz llega la pérdida de una posición espectacular del arbitraje español a nivel internacional: si no pueden arbitrar en su liga dejan de ser árbitros seleccionables para encuentros internacionales. Y su rango en FIFA y UEFA. Los dos formaban parte del selecto grupo Súper Élite. Ahora sólo se quedarían Sánchez Martínez, Huerta de Aza y Gil Manzano, que tampoco está tan mal tener a tres integrantes. Sólo Alemania igualaba a España con cinco.

¿Pueden nombrar nuevos colegiados élite? Pues sí, pero no parece, ahora mismo, que vaya a ocurrir. UEFA cambia categorías tanto en enero como en junio. No sería nada raro que se quedaran siendo los mismos tres que son ahora. Inglaterra, por ejemplo, tiene dos. Pero sin duda es una pérdida de relevancia.

Los que si se sustituyen son los colegiados con capacidad de pitar encuentros internacionales. Del Cerro y Mateu salen pero habrá dos nuevos. Llegarán a la tercera categoría UEFA. No a Súper Élite. España propondrá dos árbitros a FIFA para sustituir las dos bajas en octubre y lo normal es que estas propuestas se respeten siempre. Suele ser un mero trámite. A partir de ahí entran en la tercera categoría UEFA, que se llama "Second". Luego está "First" y luego "Súper Élite".

No suena, ahora mismo, en los mentideros arbitrales, ningún colegiado español más cerca de obtener la categoría élite.

Razones del adiós de Mateu Lahoz

Está el tema de la edad. Todos los que se van han superado los 47 años menos Mateu (46). No es vinculante ni está en la norma, de hecho se eliminó la obligatoriedad de jubilarse a los 45 años. Pero, en la práctica, sigue siendo una barrera y desde luego parece que lo es para el nuevo presidente del CTA.

Pero hay más. Su relación con Medina Cantalejo no era buena. Apenas le designó para un partido de Copa y Supercopa (los únicos que él decide unilateralmente) y sus desencuentros han llegado a ser incluso públicos por el compadreo con los jugadores o el famoso "me debes una" a Enes Unal. Tampoco, para ser justos, ha sido la mejor temporada del colegiado valenciano.

¿Le convierte eso en uno de los dos peores árbitros 'de campo' de la Liga española? Seguro que no. Pero ese no es el baremo. Tampoco Pier Luigi Collina (por decir una eminencia del gremio), a sus 63 años, sería uno de los dos peores árbitros en LaLiga y no por eso se le mantiene indefinidamente.

"Para todos ha sido una sorpresa. A Del Cerro le han dejado dos años y a Mateu uno. Es cierto que Del Cerro es un atleta, físicamente es la bomba, y Toño no. Pero desde luego el aspecto físico no es lo que hace que Mateu salga", explica a Relevo otra fuente arbitral. "No era nada problemático ni incómodo. Jamás estuvo en los círculos reivindicativos. Él no es ese perfil", añaden.

¿Y ahora? Pues lo que queda por delante es la negociación, siempre complicada, para renovar el Convenio de Colaboración entre LaLiga y la RFEF. No son sólo los árbitros. También el balón, imagen de LaLiga, naming... pero también el CTA. Y es ahí donde, al menos una de las dos partes (concretamente la que paga) quiere introducir más cambios. Seguramente sea inviable una independencia total de la RFEF, pero lo que está claro es que habrá debate y propuestas de renovación.