Los futbolistas y las copas de más en verano: ¿pueden arruinar una pretemporada?
La vuelta a la rutina siempre es dura… pero se aconseja "desconectar" en vacaciones: "No podemos pedirles que coman arroz, pollo y pescado".

LaLiga ya está en marcha: el Alavés ha sido el último en volver al trabajo y casi todos los jugadores, menos algunos internacionales, trabajan ya con sus equipos para preparar la próxima campaña. Después de semanas de parón, los primeros días siempre entrañan cierto peligro: ¿cómo llega un futbolista a la pretemporada después de unas vacaciones de diversión en, por ejemplo, un destino como Ibiza? La báscula, los pliegues que miden el porcentaje de grasa y los exámenes médicos se convierten para muchos en su peor enemigo. Para que no sea así, varios preparadores físicos de alto nivel desvelan sus recomendaciones… y algunas de ellas no abogan por mantener una línea estricta.
"Lo ideal al acabar una temporada es que el jugador se tome un par de semanas de desconexión total, que no haga nada y que disfrute", asegura a Relevo Cristian Peñalba, entrenador personal en el centro de alto rendimiento Global Performance, donde trabajan Raphinha, Adama Traoré, Kessie o Eric Bailly. Su consejo, sólo durante ese período, es olvidarse mínimamente de todas las normas que atrapan durante el curso a los futbolistas. "¿El alcohol? Nunca es positivo, pero si les gusta y hay un momento… el mejor es ese. A nivel físico no es lo ideal, pero a nivel psicológico les sirve para desconectar".
Sergio Campos, entrenador individual de Pablo Maffeo o Emma Ramírez (ex Barça, ahora en la Real), secunda su teoría. "En esas dos semanitas tienen que desactivar el 'modo jugador'. Les recomendamos que cuiden la alimentación, pero por un par de cenas o comidas que se vayan de madre no pasa nada", expone. "Y por beber tres copitas y que salgan un rato más en sus vacaciones, tampoco. Les puede afectar durante la temporada, porque las cargas son muy diferentes, pero no en verano. Al día siguiente tienen la posibilidad de dormir 11 horas y es entendible que lo hagan. A la vuelta saben que esas cosas se acaban".
El corsé, y es algo universal para los deportistas, no se mantiene eternamente. "Trabajan muy 'focus' durante la temporada, todo el mundo sabe que en esas dos o tres semanas necesitan esa desconexión. No puedes pedirles que durante el año estén centrados y que en vacaciones coman arroz, pollo y pescado. Hay jugadores que se lo miran más y otros que menos, pero todos pueden pecar un poco". La sugerencia es no descuidarse... pero sabiendo que abandonar el camino no supondrá un perjuicio.
El vicio del pádel y el boxeo de Maffeo
Para volver en un estado adecuado a la pretemporada, por supuesto, se aconseja ir retomando la actividad de manera progresiva. "En la tercera, cuarta y quinta semana ya hay que volver a trabajar", adelanta Peñalba. "Es positivo que practiquen alguna actividad diferente a la que hacen normalmente: pádel, bicicleta, vóley-playa… Les viene bien, sobre todo a nivel social. Si durante todo un parón el jugador no hace nada de nada, en cuanto empiece la pretemporada lo pasará mal: no sacará buenos resultados en las pruebas físicas, puede desencadenar en lesiones…. Y eso significa empezar con muy mal pie en un club", apunta.
En ese abanico de deportes entran todo tipo de disciplinas… y alguno hasta se pone los guantes. "Se recomiendan algunos como el pádel, pero cada jugador es un mundo. Te pongo el ejemplo de Maffeo: llega el verano y le encanta boxear. Durante esas semanas practica clases, salta a la comba, hace circuitos… Y es tan válido como cualquier otra cosa", cuenta Campos. "Además de eso, siempre intentamos aconsejar que salgan un poquito a caminar, que hagan un poquito de bici, un trabajo de core en el hotel o en la playa… Todo para que no lleguen más atrasados y minimizar el riesgo de lesión".
El nivel de actividad de los futbolistas, muchas veces, ya hace que sobren las recomendaciones. "Los deportistas de élite no pueden estar parados más de dos días, ellos mismos necesitan moverse. Son un caso aparte. Quieren su dosis de deporte, salir a correr, a andar en bici… No paran", dice un preparador físico que compagina su trabajo individual con los jugadores con su labor en el Cornellà, equipo de Primera Federación.
Los ejercicios de fuerza, coinciden ambos, son los primeros 'deberes' que mandan a sus pupilos cuando vuelven de la playa. "Es lo que más se trabaja, para ganar masa muscular. Durante la temporada es más difícil de hacer porque el calendario no te lo permite", dice Peñalba, hombre de confianza de varios cracks del Barça. "Esa preparación antes de la pretemporada es clave para que cuando empiecen con las cargas no sufran tanto", añade. Los Kessie o Raphinha ya cuentan las horas para volver al trabajo y ponerle al día de sus avances con Xavi.

Maffeo o Arnau Solà, del Almería, ya trabajan con Aguirre y Vicente Moreno. "Con ellos hemos ido progresivamente. Si empezásemos al cien por cien, mataríamos a la mitad (risas). Hacemos ejercicios con progresión, carreras, trabajos de core, cambios de ritmo… Les metemos la carga suficiente para que su cuerpo se adapte a lo que va a pasar, trabajamos aspectos de gimnasio para volver a tono y hacemos sesiones sin balón: correr y correr, pero con un sentido", narra Campos. Su trabajo es más que necesario para que en el regreso las botas pesen menos y nadie pague las copitas y comilonas de más.