¿Cómo fichan las marcas deportivas a los niños? Dinero, botas gratis, ojeadores...
Desde edades tan tempranas como los 11 años, los futuros futbolistas empiezan a lidiar con las grandes firmas.

¿Por qué este futbolista lleva botas Nike? ¿Qué ha pasado para que alguien utilice el último modelo de Adidas? ¿Cuánto ha pujado Puma por meterse en la negociación? Los duelos entre las marcas deportivas para vestir a los mejores jugadores del mundo están a la orden del día. Si ayer explicamos algunos detalles y cláusulas que se introducen en los contratos, esta vez el objetivo es explicar cómo funcionan las marcas por dentro: ¿Quiénes eligen al futbolista que se va a firmar? ¿A partir de qué edad es interesante un jugador? ¿Qué se les puede llegar a ofrecer para convencerlos?
Para empezar, lo principal que hay que tener en cuenta es que una marca deportiva, al igual que un equipo de fútbol de primer nivel, quiere tener a los mejores futbolistas. Esto, si ponemos el foco lejos de la élite y vamos hasta el principio, nos lleva a una fase clave del proceso: la captación.
Los partidos de categorías inferiores no sólo son espiados por ojeadores de clubes, también acuden scouts de las propias marcas. En sus libretas, en lugar de apuntar si este jugador es zurdo o diestro, si tiene buena o mala velocidad, si se perfila bien cuando recibe el balón o si gana duelos, lo que apuntan estos ojeadores es simple: qué marca de botas lleva. A partir de ahí, lo importante es llegar hasta su entorno, ya sea su agente, su familia o el propio jugador. De este modo, siempre habrá alguien de Adidas, Nike o Puma, por ejemplo, en un Real Madrid-Atlético de Madrid de categoría Juvenil, también en categoría Cadete... y hasta en Infantil o Alevín.
Cuanto más pequeña sea la categoría, más años hay por delante para fidelizar a un futbolista (y a toda su familia incluso) por si, el día de mañana, llega a ser profesional. "Tenemos un Infantil B que ya recibe botas gratis y, además, le dan una cantidad para gastar en productos de la marca a lo largo del año", cuenta un agente.
Lo que ofrecen las marcas
Estas cantidades pueden oscilar desde los 3.000€ a los 12.000€ al año, una cifra que el jugador en cuestión -la primera rondaría los acuerdos con Infantiles (12-13 años) mientras que la segunda se acerca más a los acuerdos en categoría Juvenil- puede gastar en la web de la tienda que le proporciona material deportivo. No todos los chavales siguen el mismo patrón o reciben ese montante: depende de la progresión que le ven al futbolista, del equipo en el que esté o incluso de la posición en la que juegue. Dicho de otra manera, un delantero es más atractivo que un lateral. Meterá más goles, saldrá en más fotos y casi siempre costará más dinero en el futuro.
Cuando la apuesta es muy fuerte sobre un futbolista, las negociaciones van mucho más allá. Por ejemplo, sucedió en una negociación de Adidas con un jugador internacional: la organización de un viaje privado con toda la familia para visitar la sede central de la marca, en Alemania, e intentar tener esa seguridad de firmarlo. Sin embargo, cambió de opinión en el último momento y sigue vistiendo de Nike.
En cualquier caso, las marcas deportivas no son scouts al uso porque no necesitan arriesgar con sus elecciones. Su tarea no es apostar por desconocidos, sino aprovechar el filtro que hacen los clubes o la Selección para fichar a los suyos.
Además, una vez tienen al futbolista firmado, también buscan la fidelización con otros aspectos que no sean material deportivo o dinero. ¿Como qué, os preguntaréis? Pues con contenidos para redes sociales, véase sesiones de fotos -aprovechando algún shooting con las principales imágenes de la marca- o acceso e invitaciones a eventos. De esta manera, el deportista puede enseñar qué botas o qué ropa utiliza, generando sinergias entre ambos, y mostrándolo a todos sus seguidores.
El Covid-19 afectó al mercado
En marzo de 2020 se produjo un antes y un después en la política de captación de las marcas deportivas. Algunas redujeron gastos, otras dieron un paso atrás. El mercado se había inflado tanto por las propuestas a los jóvenes futbolistas que todo sufrió un frenazo y se repensaron las estrategias. Por ejemplo, se dejaron de dar cantidades tan elevadas en productos y seleccionaron aún mejor sus objetivos.
Tal y como explicamos en la primera mitad de este serial, Nike ha decidido romper relaciones con muchos jugadores de segunda y tercera fila a los que patrocinaba y en Adidas, por su parte, aunque sigue con un mercado amplio, las cantidades que ofrecen tanto en salario como en producto son mucho menores. Mientras tanto, Puma ha aumentado su presupuesto en el mundo del fútbol.
Estrellas para nutrir a canteranos
No todos los futbolistas tienen contratos con marcas deportivas. Y, desde luego, no todos los jóvenes canteranos. Depende del nivel de sus equipos, principalmente: si eres Cadete, no es lo mismo estar en el Barcelona que en el Nástic de Tarragona. Una estrategia muy utilizada por los representantes que quieren cuidar a todos sus jugadores -los que están a un buen nivel y los que aspiran a estarlo- es aprovechar a los primeros para tener contentos a los segundos.
De este modo, si una estrella tiene un gran contrato con una marca deportiva, es muy probable que ésta ceda a la petición de dar unas botas a otro futbolista menor con el objetivo de tener contento a su principal asset (o al agente que lo lleva).
Hay más estrategias. Hay más alternativas. La relación entre el deportista, su agente y las marcas deportivas es casi diaria. Todos participan del juego y todos tienen un papel importante en este negocio.