REAL SOCIEDAD - PAOK | JOSÉ ÁNGEL CRESPO

Un sevillista convertido en mito del PAOK explica el episodio de su presidente con un arma en el campo: "Le vi entrar, enfadado..."

Josá Ángel Crespo repasa en Relevo su carrera deportiva y su exitoso paso por el conjunto griego, rival hoy de la Real Sociedad.

José Ángel Crespo junto a Cañas, celebrando un título con el PAOK. /Relevo
José Ángel Crespo junto a Cañas, celebrando un título con el PAOK. Relevo
José Luis Lorenzo

José Luis Lorenzo

Compartió vestuario con los Javi Varas, David Prieto, Lolo, Diego Capel y compañía, con los que soñaba jugar algún día en el primer equipo del Sevilla. Cumplieron su deseo. No solo eso, sino que también tocaron la gloria con la conquista de títulos, incluidos Europa League, Copa del Rey o Supercopa de Europa. Sin embargo, ese éxito cosechado hizo que José Ángel Crespo (Lora del Río, 1987), el protagonista de esta historia, comenzase a darse cuenta de que su aventura en el equipo del Nervión estaba llegando a su fin. Tuvo que hacer las maletas y labrarse un futuro profesional lejos de su Sevilla del alma.

Por aquel entonces ni se le pasaba por la cabeza que su destino le tenía preparada una carrera llena de éxitos y que se iba a convertir en una leyenda del PAOK de Salónica, rival hoy de la Real Sociedad, con el que ha hecho historia. El ya exfutbolista -colgó las botas este pasado verano- volvió a saborear las mieles del triunfo con la conquista de una Liga y cuatro copas griegas lo que le auparon al olimpo de un afición que le venera. Una hinchada, la del PAOK, de las más calientes de Grecia. Crespo ya saben cómo se las gastan estos enfervorizados seguidores que convierten su estadio en una Tumba para los rivales de turno.

Jesús Navas, con el que compartió vestuario en el Sevilla, acaba de colgar las botas a los 39 años. José ángel Crespo, también salido de la cantera del Sevilla, lo hizo este pasado verano a los 37 años. ¿Qué tenéis?

(Risas) Me hubiera gustado un año más y así cerrar los 20 años de profesional, pero ha sido más un tema mental, de estar tantos años en el extranjero y quería volver a estar en España, cerca de casa. Si hubiera habido una opción interesante, igual me hubiera planteado seguir pero finalmente no hubo y hay que entender que todo llega.

¿Cuál es el secreto de la longevidad?

Cuidarse y ser profesional, pero desde el principio. Muchas veces, los futbolistas, cuando ya van viendo la hora, es entonces cuando quieren tomar medidas y ya es tarde. Hay que empezar desde cuando uno es joven y llevar una vida saludable desde que tienes 14, 15 años, que eso refleja después los frutos en el futuro.

¿Uno se acostumbra a vivir tantos años fuera?, ¿cómo se hace?

Es complicado. Te metes en la vorágine del fútbol y no lo notas, no te das cuenta. Yo he estado cuatro años Italia, uno en Inglaterra, seis en Grecia y dos en Chipre... Cuando sumas los años, te das cuenta de que son casi la mitad de mi vida deportiva. Entonces es complicado y se hace duro porque, al final, toda la familia la tienes aquí, los amigos... Es complicado. Yo por suerte tenía a mi mujer y mis hijas, que me han acompañado y lo hacían más fácil. Pero estar tan lejos, perderte días importantes y... Era complicado, pero bueno, también es verdad que estamos viviendo nuestros sueños y, en ese aspecto, hemos hecho el esfuerzo.

Crespo, en un partido de Champions League frente al Ajax.  Relevo
Crespo, en un partido de Champions League frente al Ajax. Relevo

¿Requiere un ejercicio mental importante?

Creo que sí. Y sobre todo hablando con ciertos compañeros, que no han sido capaces, que incluso han tenido ofertas del extranjero y nunca han sido capaces de dar el paso. Gente que ha estado un par de años fuera y al tercero ya quieren volver porque no son capaces. Ahí te das cuenta de que es cierto que se necesita algo, ya sea estar preparado o ya sea tener una mentalidad diferente, pero que no todo el mundo es capaz de estar tantos años fuera.

"Hace unos años era más tabú, incluso se veía hasta mal. Era como que si necesitabas apoyo psicológico es que no estabas bien de la cabeza y no tiene nada que ver. Por suerte, hoy en día se ve más natural y cada vez se ayuda más"

José Ángel Crespo

O tirar de ayuda, ¿no?

Sí, también de ayuda, de apoyo, de, bueno, de buscar siempre ese huequecito, esos días libres para volver un poco y recuperar energía. Se necesitan muchas cosas y está claro que el tema de la ayuda psicológica es muy importante. Hace unos años era más tabú, incluso se veía hasta mal. Era como que si necesitabas apoyo psicológico es que no estabas bien de la cabeza y no tiene nada que ver. Por suerte, hoy en día se ve más natural, cada vez se ayuda más. Creo que es muy importante porque muchas veces, ya no sólo por el apoyo o la ayuda que te puedan dar, sino por el simple hecho de desahogarte y contar tus problemas que, a veces, no somos capaces de gestionarlos por sí solos y nos cuesta expresar. Una vez que te expresas, muchas veces, no necesita ni ese feedback, sino simplemente el decirlo ya nos ayuda. Por suerte, eso, en el día a día, está cambiando y cada vez es más importante y más normal. En mi época no era así. Yo, por suerte, he tenido el apoyo de la familia cercana. Es verdad que en momentos difíciles estar tan lejos no es fácil y he tenido esos apoyos.

¿Cómo un canterano del Sevilla acaba convirtiéndose casi en una leyenda del PAOKde Salónica?

Pues no lo sé. Es difícil de creerlo y de expresarlo. Es cierto que yo ya el año que terminé en Córdoba, tuve una oferta y me reuní con gente del PAOK. Estaba Frank Arnensen, que era director deportivo del PAOK y me reuní en Málaga con ellos. Estaba a punto de dar el paso, pero al final me llegó una oferta del Aston Villa y ellos mismos entendieron que irme a la Premier era un paso importante y que entendían que fuera allí. Pero al año siguiente volvieron a estar ahí y yo necesitaba salir. Yo soy muy de señales. De Grecia se conocen mucho el Panathinaikos, el Olimpiakos, el AEK, que, a nivel de títulos, habían conseguido mucho. Pero dije: 'Vamos a dar el paso y a ver qué tal'. Era una experiencia nueva, me ofrecían tres años, que me daba estabilidad y di el paso, sinceramente, sin pensar nunca que después pasaría lo que ha pasado. Yo no soy ingenuo en ese aspecto y me puse a buscar algo del PAOK. Vi que el año anterior había entrado en Europa, pero llevaban 15 años sin ganar una Copa, llevaban 30 y pico años sin ganar la Liga. Entendía que no era un club que ganara títulos ni que fuera a luchar por todo en la liga. Era de los grandes digamos de Grecia, pero por un tema de afición porque el apoyo que tienen es increíble. Pero a nivel de títulos no era tan grande como los demás. Por suerte, cambiamos la historia del PAOK.

"He vivido situaciones allí que las explicas aquí en España y se quedan boquiabiertos de lo que pasa allí, pero a mí ese aspecto me gustaba y de hecho creo que gran parte de los seis años que he estado allí han sido por eso, por el nivel de la afición"

José Ángel Crespo

¿No le echaba para atrás, precisamente eso, el fanatismo de la afición griega?

No, la verdad que no. De hecho fue, incluso, un impulso para ir. Me llamaba mucho la atención eso. Yo, por ejemplo, fui a Italia queriendo conocer, como defensa que soy, el nivel táctico de aquella liga, conocer el catenaccio que se hablaba tantísimo y que quería conocerlo. Y de la Liga griega, lo de los aficionados me llamaba mucho la atención y me gustaba. Es cierto que he vivido situaciones allí que las explicas aquí en España y se quedan boquiabiertos de lo que pasa allí, pero a mí ese aspecto me gustaba y de hecho creo que gran parte de los seis años que he estado allí han sido por eso, por el nivel de la afición, por lo que se disfrutaba en los partidos, por la presión que había. A mí todo eso me gustaba y lo gestionaba bastante bien y ha sido un plus para estar tantos años allí.

¿Qué te encontraste cuando llegaste a Grecia?

Me encontré un país que pasaba por un momento difícil, pero con una cultura muy parecida a la española. Llegué a principios de julio, con una temperatura increíble, estaba todo el mundo en la calle, disfrutando. Salónica tiene un paseo marítimo que es muy bonito, lleno de bares, y estaba todo lleno de gente. A mí me llamó positivamente la atención. Se hablaba mucho de la crisis en Grecia, pero realmente en la calle no lo notaban. Y bueno, después un fútbol muy atractivo. Como yo digo, nuestro estadio Tumba estaba siempre prácticamente lleno, la afición estaba como loca, el presidente estaba como loco de volver a ganar títulos, de tener al equipo ahí arriba y bueno, eso fue un cúmulo de cosas que fueron muy positivas.

Me has dicho que se llama Tumba el estadio del PAOK..

Sí. Cuando entras al estadio, se escuchan como unas campanadas, como entrando a una iglesia. La gente que va, lo ve un poco terrorífico. El estadio es así como negro, pero a mí me encantaba la verdad y entraba al estadio, veías la afición, ese sonido, esa música, esas campanas que sonaban... Era increíble, esa afición y a mí me encantaba. Quieren remodelar el estadio, lo quieren hacer de nuevo en la misma zona, porque la zona se llama Tumba. Es peculiar el nombre, pero la verdad que tenía sentido todo lo que pasaba por allí.

Crespo habla de la afición del PAOK. Relevo

¿Cómo es la afición del PAOK?

Es una afición dura, fuerte, que va siempre con el equipo. Seguro que en Donostia habrá aficionados. Viajan en masa. Es una afición que, a las buenas, son los mejores, pero a las malas van a llamar la atención a los jugadores. Nosotros hemos tenido varios casos allí. Es una afición que se vuelca. Ves gente que en el día a día le cuesta la vida tirar adelante, pero que no van a faltar al partido y que no van a faltar a animar el PAOK. Son gente que vive para el PAOK. Primero está el equipo y luego la familia. Me han pillado seis años allí espléndido en el que me adoraban, la gente me respetaba muchísimo y yo he disfrutado muchísimo.

Cuéntame algún capítulo complicado que hayas vivido...

Recuerdo varios, pero hubo uno particularmente duro. Estábamos en una racha medio mal y perdimos un derbi en casa. Después del partido vinieron del club a decirnos que estaban en el campo esperándonos para hablar con nosotros, que querían comentarnos algo. Salimos al campo y nos juntamos allí. No sé cuántos aficionados habría, unos 50 por ahí, y nosotros salimos los 20 jugadores de la plantilla. Comenzó una discusión, las cosas fueron a más y, al final, no nos peleamos pero casi. Allí hubo encaramientos, empujones, reclamaciones a ciertos jugadores. Los que estábamos allí, intentando mediar, intentando defender un poco a los compañeros. Fue una situación muy tensa en la que te das cuenta del nivel de exigencia que hay allí.

"Si la situación es buena, eres un Dios y por la calle eres lo mejor del mundo, pero si la situación es mala y complicada, no puedes prácticamente salir, ni siquiera a cenar con tu familia porque te van a increpar en un restaurante"

José Ángel Crespo

¿Se pasa mal?

Bueno, yo ya te digo, fui afortunado. Me respetaban muchísimo, pero yo he visto a ciertos compañeros padecer ese tipo de situaciones, llamar a su representante, llamar al club diciendo que se querían ir porque no aguantaban más. Evidentemente no era fácil. Si la situación es buena, eres un Dios y por la calle eres lo mejor del mundo, pero si la situación es mala y complicada, no puedes prácticamente salir a la calle, ni siquiera cenar con tu familia porque te van a increpar en un restaurante porque te van a decir que te vayas a tu casa. En ese aspecto no es fácil.

¿Es complicado abstraerse de esa presión?

No depende de que tú seas capaz de abstraerse, sino de que tú estás en un restaurante y el de al lado te va a decir algo, un comentario de 'oye, vete a tu casa, que es muy tarde' o 'venga, que ayer perdiste, ¿qué haces aquí cenando tranquilamente?' y al final, tu familia no tiene culpa de que hayas perdido el día anterior. A veces es complicado y como te he dicho antes, el aficionado del PAOKvive para el PAOK. Si pierde el fin de semana, lleva toda la semana mal. Ellos quieren que el jugador sufra prácticamente lo mismo, que si pierde el domingo, pues que esté de luto hasta el fin de semana que viene y que puedas ganar otra vez. Es complicado porque al final estás allí con la familia, con tu pareja, tus niños, que tienes que darle una vida normal. Yo, por suerte, he vivido unos años muy positivos y a mí me adoraban. Podía salir, podía hacer prácticamente lo que quisiera, pero para algún compañero ha sido complicado.

Al ser uno de los veteranos, ¿le contaban compañeros sus problemas?

Evidentemente había compañeros que te preguntaban por su situación y qué sería lo mejor para ellos. Había un poco de todo. Había compañeros a los que les he dicho: 'Ooye, aguanta un poco que las cosas van a cambiar. Van a ver cómo reaccionas y la gente aquí te va a apoyar'. Pero ha habido otros con los que fui claro: 'Si puedes y tienes la opción de irte, vete, porque esto es un club complicado en ese aspecto y que exige mucho'. Entonces, un poco dependiendo del carácter de los jugadores, pues siempre intentas aconsejar en ese aspecto.

Crespo cuenta el episodio que vivió el holandés Bisewar. Relevo

¿Quién ha sido el compañero que peor lo ha pasado?

He visto a varios. Algunos, de pasarlo mentalmente mal porque no eran capaces de desarrollar su juego y estar mal. Me recuerdo, por ejemplo, de un holandés que teníamos, Diego Biseswar, que era un cacho de pan. Era el típico jugador muy técnico, que a veces, si no le salían las cosas, es ese jugador que no se sacrificaba mucho, que no corría mucho, y los aficionados se volvían locos. Ellos preferían a uno que corriera y que a lo mejor técnicamente no diera tanto. Y este era lo contrario. Era muy técnico y hubo unos años que estaba increíble, pero en los últimos años decayó un poquito y bueno, en esa discusión que comentaba antes fue a uno a los querían incluso pegar y él lo pasó mal y al final, bueno pidió irse y se tuvo que ir por eso mismo, porque ya entendía que los aficionados no querían que siguiera allí y que en parte pues bueno, le hacían un poco la vida complicada.

No sé si casualidades del destino o no, pero a raíz de su llegada el PAOK comenzó a ganar títulos...

Sí, la verdad que sí. Evidentemente, no dependía de mí, porque es verdad que hubo muchos jugadores que llegaron conmigo, pero cambió la historia. El primer año ganamos la Copa, que llevaban 15 años sin hacerlo. Y yo creo que esa Copa, más allá del hecho de ganarla después de tantísimos años, hizo creer un poco, tanto a la afición como al club de que poder ganar la liga estaba ahí. De hecho, ese año a nivel de puntos somos campeones. Lo que pasa es que el presidente entró con una pistola en el campo y al final nos quitaron puntos y perdimos la liga en los despachos. Pero volvimos a ganar la Copa ese año y el siguiente año, hicimos un doblete histórico que nunca había conseguido el PAOK y encima en la liga estuvimos invictos, no perdimos ningún partido. Ese conjunto de nuevos jugadores, que el presidente estuviera obsesionado con ganar la Liga, el ganar la primera Copa, nos hizo creer de que realmente podíamos ganar. Teníamos un equipazo y el entrenador hizo que tuviéramos un equipo que jugara muy bien. Todo eso hizo que realmente cambiará la historia del PAOK, porque en esos 5 o 6 se ganaron más títulos o los mismos que prácticamente en toda la historia del PAOK.

Crespo habla del incidente protagonizado por el presidente del PAOK. Relevo

¿Entró el presidente con una pistola al campo?

Sí, bueno, fue un partido que se tuvo que suspender. El árbitro nos anuló un gol en el último minuto supuestamente por fuera de juego, que no estaba fuera de juego, y él entró enfadado en el campo pidiendo que nos fuéramos. Llevaba una pistola en la espalda y claro se vio la pistola. No la sacó en ningún momento pero la pistola se vio. Fue un boom.

Ivan Savvidis, en marzo de 2018, entrando al campo con una pistola .  AFP
Ivan Savvidis, en marzo de 2018, entrando al campo con una pistola . AFP

¿Qué pensaste cuando visto algo así?

En el campo en sí no lo vi. No me di cuenta. Le vi entrar, enfadado. Quería que nos saliéramos todo el campo, pero no entendía hasta que ya después vi las imágenes en internet, que lleva la pistola detrás. Nos quedamos muy sorprendidos. Después nos lo explicó, que si tenía licencia, que era algo que por seguridad llevaba siempre. Es verdad que siempre llevaba mucha seguridad, guardaespaldas y eso. El error fue que se quitó la chaqueta para entrar en el campo y la pistola la llevaba detrás. No sé si no se dio cuenta en ese momento y ya cuando se dio cuenta ya la tarde ya todo el mundo lo había visto y bueno y se le lió una gorda.

¿Has visto a algún compañero que haya tenido que echar mano de guardaespaldas?

Tanto no, pero sí he visto a compañeros que han tenido que tomar medidas en el asunto de no salir de casa, de estar en casa tranquilo para evitar enfrentamientos y que pasara un poquito el tiempo, que el fútbol pusiera las cosas en su sitio y que los partidos volvieran a estar un poco contentos y que su rendimiento mejorara. Y en ese aspecto sí, pero el aficionado del PAOK es así, es muy efervescente en el momento, pero después al final, que defienda las camisetas del PAO para ellos es un honor.

Vamos a echar la vista atrás en el tiempo, a tus inicios del Sevilla. ¿Cómo lo recuerdas?

Teníamos un equipazo. Yo debuté en el Sevilla en el 2005 y me fui en 2009. En esa etapa teníamos jugadores como Dani Alves, Adriano, Keita, Jesús Navas, Luis Fabiano, Kanuté, Renato, Maresca… La verdad que era un equipazo. Hasta hace poco ha estado Jesús, el único superviviente de aquella época, pero fueron años espectaculares. Nos tocó vivir una época muy bonita, donde se jugaron finales de Europa, terminamos terceros en Liga y nos clasificamos de manera directa para la Champions, jugamos Champions y bueno, eso, vivirlo aquí en el equipo de tu ciudad, de tus sueños, es algo impensable.

Crespo pugna con Bodipo por un balón.  AFP
Crespo pugna con Bodipo por un balón. AFP

¿Te produce tristeza ver cómo está el Sevilla?

Tristeza, no. Me crea un poco de rabia, de no entendimiento. Después de haber visto tantos años al Sevilla ahí arriba y en Europa, que ahora esté en esa situación, es complicado incluso de creerlo, pero también es cierto que por historia, tal vez lo no normal ha sido lo de los últimos 15 años. Lo que está pasando ahora, tal vez, esté más relacionado a la normalidad del Sevilla que lo que había antes, pero es cierto que es están intentando trabajar las cosas para volver a estar en la misma línea. Yo creo que hay veces en la vida en las hay que tocar fondo para volver a salir y espero que el Sevilla esté en esa situación.

Háblame de Jesús Navas, ¿te esperabas este rendimiento que ha dado hasta convertirse casi en leyenda?

Desde que estábamos en las categorías inferiores se veía que era diferente. Le ha acompañado la fortuna en forma de lesiones, que no ha tenido ninguna importante y ha estado a un nivel siempre espectacular. Su forma de ser creo que le ayuda mucho, esa humildad que tiene, ese compromiso, ese esfuerzo en ayudar siempre al compañero. Salió en un momento del Sevilla porque yo creo que era necesario para todos. Se fue a Inglaterra, al City, donde también ganó títulos y tuvo un nivel increíble y después volvió a casa porque bueno es un chico que siempre ha querido estar aquí en Sevilla. Siempre ha querido estar cerca de su gente y terminar como ha terminado, evidentemente ya cuando su cuerpo ha dicho basta, ha sido un privilegiado, pero todo tiene su límite. Y yo creo que es una leyenda del sevillismo, del fútbol español, pero lo que ha representado para el Sevilla en valores no está escrito en ningún sitio.

Cuando alguien como tú, en tu caso, que eres criado en la cantera del Sevilla, cuando tiene que salir del Sevilla ese momento, ¿es complicado de asimilar, de aceptar? ¿Es como que se viene el mundo abajo?

Es complicado de aceptar y duele. Pero he tenido siempre la suerte, de, , primero, tener los pies en el suelo y después ser muy consciente de lo que va pasando. Yo llego al Sevilla en 2003, prácticamente recién ascendido de Segunda División. Debuto en 2005, que ese año está peleando por meterse en los puestos de arriba, pero mirando de reojo para no bajar Segunda. Se gana la primera Europa League y lo que viene después. Y nos damos cuenta de que estamos peleando para entrar en Champions. Ya me asiento en el primer equipo y el objetivo de la temporada es entrar en Champions. Yo, cuando debuto en el primer equipo, hay mucho canterano y nombres que venían de equipos de poco caché. Pero de repente se empiezan a fichar defensas por 15-20 millones de euros. Ahí me doy cuenta de que si traen defensas pagando ese dinero, entiendo que tienen que jugar. Al fin y al cabo, sería erróneo por parte de Sevilla gastarse un dineral en ese tipo de jugadores para después tenerlo en el banquillo. Entonces yo ya veía que cada vez después tenía menos minutos, que cada vez era más complicado, y ahí entendí que mi etapa en el Sevilla llegaba a su fin. Un Sevilla que iba a pelear por hacer cosas importantes en Champions League, donde el presupuesto económico era mucho más grande y donde iban a entrar jugadores muy importantes, pues yo entendía que tenía que dar un pasito al lado e irme a otro sitio. Finalmente, fui a Italia, pero bueno entendí perfectamente que era el momento que me tocaba vivir.

¿Cómo es ese momento de decir: 'Me tengo que ir fuera'?

Que me tenía que ir fuera del Sevilla, lo tenía asimilado. Sabía que tenía que buscar otra opción. La de irme fuera al extranjero, pues sinceramente, esa ni la planteaba ni la valoraba, hasta que bueno, me llamaron diciendo que había una oferta en Italia y es verdad que di el paso tal vez porque era Italia. A lo mejor si hubiera sido Francia, que en su momento hubo una oferta aunque el Sevilla, no me dejó salir. Pero cuando es Italia, yo había seguido mucho el fútbol italiano, me encantaba Maldini. Entonces yo tenía mucho vínculo a nivel futbolístico con Italia, quería vivir esa experiencia y cuando supe de la oferta en Italia, pues fue un paso importante a poder dar ese salto a la liga italiana porque sabía que era un país que creo que podía ir acorde con mis características.

"Diarra me dio un codazo y me partió el pómulo. Pude volver rápido, más allá de que hoy en día sigo teniendo tres placas y 19 tornillos en la cara. El jefe de prensa del Madrid me pasó con Diarrá, que me pidió disculpas, pero no mostró mucho interés"

José Ángel Crespo

Por cierto, defendiendo la camiseta del Sevilla, vivió un episodio duro, con ese codazo recibido por Mahamadou Diarra que le partió el pómulo y le tuvo un mes fuera de la competición. ¿Cómo lo recuerda?

Me dio un codazo y me partió el pómulo, literalmente. Me tuve que operar. Después de la operación, a los 21 días, volví a jugar. Lo hice contra el Arsenal en Champions. fue duro, pero pude volver rápido, más allá de que hoy en día sigo teniendo tres placas y 19 tornillos en la cara. La recuerdo como una acción fortuita. El Real Madrid me llamó y el jefe de prensa me pasó con Diarrá, que me pidió disculpas. Pero fue un acto mandado por el Real Madrid. No creo que el jugador tuviera mucho interés tampoco. Ni después del partido se pronunciaron. El árbitro, en ese momento, ni siquiera lo vio, ni pitó falta. La jugada no fue ni sancionada. Me fui con la cara partida, nunca mejor dicho, a un hospital a operarme y a estar unas semanas fuera de la competición. Gracias a Dios mi carrera pudo continuar. Se quedó en una anécdota que todo el mundo recuerda y que siempre quedará ahí, también por la magnitud que tuvo por haberse producido en un partido contra el Real Madrid.