Nico Serrano encuentra el premio tras dos años de calvarios: "Se lo merece"

Nico Serrano ya tiene su primera gran noche europea. Los jugadores tocados por una varita, como es él, lo hacen todo a lo grande. Porque su primera gran presentación continental era también su estreno. En una tarde fría en Razgrad, el joven navarro revolucionó el encuentro y lo remontó con un golazo que demuestra la calidad que tiene su zurda y, por supuesto, que puede ser un futbolista muy válido para Ernesto Valverde. Se merece, como dijo Valverde y piensa la afición, este premio después de dos años muy complicados, acumulando cesiones en Miranda, Holanda y Ferrol, lesiones en cada una de estas plazas y una falta de continuidad que no le permitió nunca demostrar su nivel. Y lo mejor es que solo tiene 21 años.

Antes de nada, para quien no conozca a Nico Serrano hay que decir que hace no mucho era "el Nico bueno". Hoy parece una locura incluso escribirlo. Pero la realidad es que pese a ser un año menor a Nico Williams, Serrano era la gran promesa de Lezama cuando ambos compartían equipo en juveniles ocupando cada uno una banda. Por él pagó el Athletic 300.000 euros, rompiendo relaciones con el Villarreal -los groguets lo ficharon de Osasuna-, y desde ese momento recibió los focos de todos los amantes del fútbol en Bilbao.

Habitual con las categorías inferiores de la selección en aquellos años de formación, en el Bilbao Athletic también destacó junto a Nico Williams. Debutaron con solo unos meses de diferencia en el primer equipo, ambos bajo las órdenes de Marcelino García Toral, pero el que siempre había sido la gran esperanza rojiblanca nunca se consolidó pese a dejar buenos detalles en esa primera temporada en la que anotó un gran gol en Vallecas que valió tres puntos.

Mientras el menor de los Williams crecía hasta tocar el cielo con la Copa del Rey, la Eurocopa y el 15º puesto en el Balón de Oro, Serrano recuperaba la sonrisa en el Racing de Ferrol. En Galicia volvió a sentirse futbolista tras una primera cesión en el Mirandés repleta de molestias físicas y unos meses en Holanda en los que no tuvo minutos y sí mucha soledad. Tanta, que el Athletic rompió la cesión en enero y lo mandó a Ferrol, donde celebró cuatro goles y dos asistencias en 14 partidos. Había vuelto.

En el club siempre se confió en él. Tanto que se le renovó el contrato hasta 2026 el curso pasado, cuando peor iban las cosas. También cuando supieron que al término de esta última campaña debía someterse a una intervención en su hombro y permanecer tres meses de baja. No quisieron saber nada de cesiones; era momento de aportar al primer equipo a sus 21 años, muchas experiencias e innumerables obstáculos superados. "Cuando los caminos se ponen duros, solo los duros caminan", dijo el zurdo tras su operación.

Exactamente cinco meses después, este 7 de noviembre ha celebrado un gol clave en la Europa League. Un triunfo importantísimo para el Athletic. El que llevaban esperando club, jugador y afición más de dos años. "Veo esto como una pequeña recompensa al trabajo que estoy haciendo cada día. Estoy muy orgulloso de la ayuda que me dan en el equipo", dijo el jugador tras el choque.

El joven navarro completó un partido casi perfecto en la media hora que estuvo sobre el césped, dando profundidad por banda, entendiendo cuándo ir por fuera y cuándo por dentro, buscando centros, remates, asociándose. Un partido de los que cambian carreras. En su caso, el que podría darle más minutos en la rotación, ya que hasta ahora Valverde solo le había 'entregado' 18 ante el Espanyol.

"Se lo merece porque está trabajando bien, lo venía buscando y estaba teniendo pocas opciones. Es verdad que tuvo un problema de hombro y que se incorporó más tarde al equipo, pero esto es lo que esperamos de él", dijo Ernesto Valverde en la sala de prensa tras el choque. El propio futbolista había declarado recientemente que estaba disfrutando más que nunca en Lezama, siendo más consciente del premio que suponía estar en el primer equipo tras las experiencias pasadas. Trabajando como nunca.

Es cierto que ocupa la posición con más y mejor competencia. Los hermanos Williams, Álex Berenguer, que está cuajando una excelente temporada, y también Álvaro Djaló, por el que la entidad desembolsó 15 millones este pasado verano, son palabras mayores. Pero por el momento se ha ganado ser tenido en cuenta. El abrazo que le dieron todos sus compañeros demuestra las ganas que había en este vestuario por su primera exhibición. Seguro que no será la última. Calidad le sobra.