Mourinho es eterno y la Roma jugará su segunda final consecutiva
El equipo capitalino se defendió con uñas y dientes en Alemania y consiguió un empate que le vale para jugar la final de la Europa League.
Ya lo dijo Mourinho: "No es justo que nosotros juguemos 14 partidos de Europa League y haya otros equipos que tienen plantillas de Champions jueguen esta competición, pero esa es la teoría, en la práctica vamos a luchar". Y eso es lo que iba a ocurrir, porque en el campo son once contra once y en la ida ya demostraron que pueden plantarle cara al Bayer Leverkusen.
El equipo alemán, por su parte, salió con todo, además de con un estadio que reventaba de gente. Con la recuperación completa de Palacios, la vuelta de Hincapié a la línea de tres centrales y la esperanza de que Diaby y Wirtz hagan magia. Xabi Alonso no rotó en Bundesliga el fin de semana y hoy salía con todo lo que tenía. En juego estaba una final europea, algo que no consigue el club alemán desde la temporada 01/02, cuando perdió en Champions League contra el Real Madrid.
La sensación en el BayArena fue que si se hubieran jugado 90 minutos más, el Bayer no hubiese podido marcar. Mourinho apostó a la portería a cero, Wijnaldum reforzó el centro del campo primero, Smalling la defensa y Mou prefirió no meter a Dybala y El Sharaawy, total para qué, si la portería rival estaba cada vez más lejos. Con un fútbol pragmático y poco vistoso, la Roma de Mourinho jugará su segunda final europea consecutiva.
El Maestro ganó al Alumno. 🤝
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) May 18, 2023
🐺 La Roma está en la final de la Europa League. #UEL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/S8bGgcOBnL
MOURINHO SABÍA LO QUE TOCABA EN LA NOCHE DE HOY
💬 Tengo un Whatsapp para ti...
El entrenador de la Roma tenía claro que el sufrimiento iba a ser la sensación más recurrente en esta vuelta de semifinales y no se equivocaba. La primera media hora del encuentro, salvo un tiro de Pellegrini, fue un monólogo de los alemanes. El Leverkusen metía mucha gente por medio y dejaba a los laterales/carrileros toda la banda. Diaby tuvo el primer gol pero el travesaño se lo negó y a partir de ahí, el equipo de Xabi Alonso se creció. La Roma salía dispuesta a defenderse de todas las maneras posibles, en el banquillo tenía recambios de calidad y la ventaja en el marcador aportaba tranquilidad.
PARTIDA DE AJEDREZ
🤳 Mi fondo de pantalla
Un nuevo abrazo entre Xabi Alonso y Mourinho, aprendiz y maestro. Los equipos se tenían muy estudiados y este Leverkusen fue otro totalmente distinto al que se vio en el Olímpico de Roma, pero Mourinho, que se las sabe todas, planteó un partido pesado, lento, intentando apoyarse en sus dos delanteros para desgastar y cansar al rival. El plan salió perfecto en la primera parte y los futbolistas del equipo alemán se fueron agotados mentalmente al vestuario.
PARTIDO MUY PICANTE
🤔 Hay run rún...
Si en el primer tiempo el partido fue trabado, en el segundo lo fue más y los ánimos empezaron a caldearse. Una patada de Palacios sobre Bove revolucionó el encuentro, los romanistas pedían roja, los alemanes defendían al jugador argentino. El árbitro del encuentro, Slavko Vincic, pedía calma a los capitanes Wirtz y Pellegrini. El tiempo efectivo del segundo tiempo era muy bajo y Xabi Alonso, desde el banquillo, pedía más continuidad. Por si fuese poco, en el inicio de la reanudación, los aficionados del Leverkusen encendieron bengalas que obligaron al colegiado a parar el encuentro.
NEMANJA MATIĆ
👀 Poco se habla de...
El serbio es uno de los jugadores más importantes de la Roma esta temporada. Mourinho, un viejo conocido del centrocampista, lo reclutó para la causa y el balcánico respondió. Sabe hacer tres cosas: situarse en el campo, hacer coberturas y no perder balones. ¿Qué hace el serbio? Se sitúa bien, hace coberturas en defensa y siempre tiene una solución. No le pidas más, porque no te lo va a dar, pero lo que hace, lo realiza a la perfección y eso es muchísimo.
SEGUNDA FINAL CONSECUTIVA PARA LA ROMA
💯 Mis 'dieses'
La Roma, un club que tiene que luchar contra equipos muy grandes en Italia, ha conseguido la segunda final europea consecutiva por primera vez en su historia. La temporada pasada ganó la final de la Conference League ante el Feyenoord y ahora jugará la final de la Europa League en Budapest. Esto para la Roma romanista es algo nuevo y ellos saben que José Mourinho ha construido un equipo a la altura de lo que demanda la historia y, sobre todo, la hinchada del club. Un equipo que no se rinde, que es fuerte desde la defensa, que pelea todos los balones y que se identifica con los aficionados. Esta victoria irá dedicada a todos los que se desplazaron a Leverkusen y a los que se tuvieron que quedar en Italia. La Roma lleva el fútbol italiano a una nueva final europea.