El día que Luis Fernández se encaró con José Mourinho y Pep Guardiola en San Mamés: "Él tenía ganas de hablar y le dije 'quédate tranquilo'"
Los rojiblancos se reencontrarán con el técnico portugués, que en 1996 vivió un momento de tensión con Luis Fernández en Bilbao.
José Mourinho eclipsa buena parte de la previa del duelo entre el Fenerbahce y el Athletic Club. Es un personaje hipnótico. De los que atraen miradas sin importar si atraviesa un momento dulce o no en el mundo del fútbol. Ya no lidera a favoritos a ganar la Champions League, pero su figura sigue atrayendo muchas miradas. Su pasado es demasiado importante como para pasar desapercibido. Sin ir más lejos, se midió al conjunto rojiblanco en seis ocasiones y ganó en todas ellas. Ante Ernesto Valverde, al que se midió en tres ocasiones cuando el Txingurri entrenaba al Valencia, tampoco perdió nunca. Pero hay un día en el que le tocó probar el sabor de la derrota. Y todo acabó mal.
El Mourinho asistente, traductor o como quiera ser llamado, a las órdenes de Bobby Robson y después de Louis Van Gaal, aprendió a perder en San Mamés. En la vieja Catedral, donde los rojiblancos superaron a su Barça con solvencia en dos ocasiones. Primero en 1996 y, después, con goleada incluida, en 1997. Pero fue en su primera visita al legendario estadio rojiblanco en la que protagonizó un episodio que aún hoy se recuerda en Bilbao. Su primer conflicto mediático.
Desde la previa hubo mensajes de uno y otro lado. Luis Fernández, entonces técnico rojiblanco, le había mandado un mensaje contundente en la previa del encuentro. "Yo hablaré con el señor Robson, al segundo no lo conozco. No sé quién es y no sé de dónde viene", soltó, antes de una frase que calentó el choque: "Cuidado que en San Mamés el banquillo está muy cerquita, eh. Que se siente bien y no se mueva". 'Mou' le contestó, pero lo importante llegaría dentro de la Catedral, donde el Athletic Club remontó al Barça con goles de Jose Mari y Julen Guerrero, aunque la imagen icónica fue otra.
Fernández, en pleno partido, fue al banquillo visitante, encaró al portugués y le puso en su sitio levantándole el dedo: "Tú aquí eres el segundo, no salgas tanto del banquillo", le recriminó el francés, un especialista también en estas situaciones. Ante un joven Mourinho, el rojiblanco no tuvo piedad para lograr esa conexión que tenía con la grada de San Mamés. "Deja todo esto para Robson", le dijo también, ninguneando al joven asistente, que había saltado de su banquillo para protestar una decisión arbitral. José, como le llamó Guardiola en la histórica rueda de prensa de 2011, aún era un casi desconocido para la gran opinión pública, pero ya tenía ese carácter indomable dentro.
"Cuando juegas un partido, hay dos entrenadores que están dando instrucciones, hablando e intentando ayudar a su equipo. Lo que pasa es que el entrenador del Barça ese partido era Robson, me acuerdo yo, y a su lado estaba sentado un personaje que era Mourinho", responde al otro lado del teléfono Luis Fernández, que atiende amablemente a Relevo para recordar aquel episodio unos días antes de que el Athletic viaje a Estambul para reencontrarse con el técnico luso.
"Yo creo que en esos momentos tenía ganas de salir un poco más, de hablar un poco de más, de opinar un poco más... Y yo solo le dije que ese no era su sitio", continúa el inolvidable entrenador francés, que reconoce que él también tenía un carácter muy fuerte en aquella época en la que comenzaba su exitosa carrera en los banquillos. "No podía entender que el segundo estuviese por encima del número uno, que era Robson. Por eso me acerqué a decirle que no se mueva tanto, solo le dije que se quede tranquilo". "Su sitio era sentarse y no decir nada, dejar a su entrenador hablar y nada más", sigue considerando.
En Barcelona se centró el foco sobre el técnico francés. En los principales diarios catalanes se le señaló como gran artífice de la remontada rojiblanca por haber creado un clima hostil contra el conjunto culé, calentando el encuentro y encarándose con 'Mou', Pep Guardiola y Luis Figo. La realidad es que Luis me movía mejor que nadie en esos ambientes. Le encantaban. "Íbamos perdiendo y acabamos ganado. Figo era fenomenal, con su talento, pero en ese partido estuvimos al 100% en la gran virtud que teníamos, que era tener intensidad y carácter dentro del partido", analiza años después.
Las imágenes no engañan y su relato, tampoco. "A Figo le dije que no se tirase tanto, se lo dije varias veces durante el partido y también al acabar. Y Guardiola vino a decirme que no tenía que hablar tanto", recuerda el galo. Siempre se dijo que Guardiola corrió a defender a Mourinho, en una imagen icónica por todo lo que años después sucedería entre el catalán y el portugués, pero fue un cúmulo de situaciones. "No se ría usted del contrario, míster. Lo que está haciendo no lo hace un verdadero profesional", le dijo Pep al entrenador rojiblanco.
No acabó sobre el césped. Tras el encuentro, el francés pasó de la polémica y se centró en la importante victoria de los suyos. El portugués mandó un recado: "Yo solo hablo de hombres, no de niños maleducados". Un conflicto que ha quedado para la historia, pero que ambos resolvieron hace muchos años. Hoy, casi tres décadas después, Luis Fernández habla con normalidad de ello y, sobre todo, aclara que tiene "mucho respeto" por el exentrenador del Real Madrid. "Yo en ese momento defendía al Athletic y el partido es el partido. Pero después, en un partido entre el Oporto y el PSG, tuvimos la ocasión de encontrarnos, de hablar en el borde del campo y nos dimos las manos".
"Yo respeto mucho a todos los entrenadores y más a Mourinho con todo lo que ha triunfado en todos los sitios en los que ha estado", responde un Luis Fernández mucho más tranquilo que en aquella época. Hoy habla conciliador y no desaprovecha para elogiar a un Athletic que le "encanta", "juega fenomenal" y del que se conoce cada detalle. Avisa del peligro "del ambiente de Turquía" que van a encontrar los de Ernesto Valverde, algo que él mismo experimentó con los rojiblancos en la Champions de 1998: "Turquía es un país de fútbol, huele a fútbol. Y más con Mourinho allí. Pero son esos ambientes que nos gustan vivir a los entrenadores y a los jugadores".
Un título de Liga e imbatido como primer entrenador
Más allá de sus experiencias como asistente de Robson y Van Gaal, José Mourinho también se midió al Athletic como primer entrenador durante su etapa en el Real Madrid. Especialmente importante para él fue la visita en la temporada 2011-12, en la que los rojiblancos alcanzaron las finales de Copa del Rey y Europa League a las órdenes de Marcelo Bielsa. "Ganamos un campeonato allí, un campeonato en el que el Madrid no era dominador de esa década y significó mucho", dijo ayer. Sin embargo, los blancos pasaron por encima de un conjunto rojiblanco que no pudo evitar que el Madrid celebrase el título de LaLiga en su estadio tras un 0-3.
Pasó a la historia el manteo que los jugadores realizaron a un técnico portugués que rompió la racha del Barcelona para celebrar su segundo título en el conjunto merengue, tras la Copa del Rey ganada a los culés un año antes. Aquel título se celebró por todo lo alto. Se enfrentó otras cinco ocasiones al cuadro vasco, con otras tantas victorias y un balance goleador que deja clara la superioridad de esos años. 23 goles a favor y solo tres de un Athletic que fue incapaz de soñar ante la máquina que lideraba Mou, quien valora mucho a la entidad vasca. "Me gusta el aspecto cultural del Athletic Club, lo conocía mucho y trabajando con Aitor Karanka lo conocí mucho mejor. Para alguien que ama el fútbol, el Athletic es una cosa muy bonita".