El Athletic se reconcilia con San Mamés para celebrar los octavos
Los rojiblancos vencieron con comodidad al Viktoria Plzen para confirmar su presencia en octavos.

San Mamés está de vuelta. Con su gente animando, sus jugadores mordiendo al rival y celebrando victorias. Y eso es muchísimo mejor noticia que la victoria ante el Viktoria Plzen. Ni siquiera era necesaria para confirmar la clasificación a los octavos de final, aunque redondea una fase de Liga casi impoluta de los rojiblancos, que han demostrado ser uno de los favoritos. Parecía mentira al comenzar la competición, pero ya nadie puede discutirlo. Seis victorias más un empate en ocho partidos y un coliderato junto a la Lazio son suficiente demostración. Bilbao espera ya los octavos con más ilusión que nunca.
Todo salió a la perfección. Incluido el cierre de la victoria, con un gol de Javier Martón, que apenas ha tenido minutos y que saltó al campo en los que parecía sus últimos minutos. Sus compañeros demostraron la importancia que tenía para él y el grupo. Un triunfo de equipo para recuperar sensaciones y sentirse de nuevo importantes. Uno de esos que impulsa para lo que viene en unos meses finales de temporada en los que los del Txingurri quieren soñar con todo en Europa y confirmar la cuarta posición liguera.
[Así ha terminado la clasificación de la Europa League]
Lo demostraron desde muy pronto. Tenían muy claro lo que se jugaba. Con el ambiente recuperado en San Mamés, después de una semana en la que se ha hablado mucho más de conflictos sociales que de fútbol, los jugadores demostraron que tenían muy claro su objetivo. Valverde lo había repetido. Solo podían centrarse en el fútbol y la mayor demostración de que su discurso era real fue un once titular completamente de gala. No quería sustos y tenía claro que era más necesario que nunca recuperar la senda del triunfo tras un comienzo de 2025 irregular.
Y mandaron. Como casi siempre en San Mamés. Pisando campo contrario, asfixiando al rival con su presión alta, tocando rápido para llegar a banda, donde Nico Williams recuperó su mejor versión. El menor de los hermanos tiene que sentirlo. Hay días que está desaparecido, pero en otros se conecta desde las primeras acciones y se convierte en imparable. Suele ser en las noches importantes, y eso habla de su grandeza. El gol, tras una asistencia de su hermano y una llega con instinto para empujarla, fue la guinda de una noche en la que se sintió cómodo pegado a la banda y llevó a los suyos a una victoria importante que les confirma como candidatos al título.
Nico se quedó para esto. Para vivir y destacar en estas noches. En Europa le temen y le respetan y él se crece. También Vivian, que ha completado una fase de grupos casi tan impoluta como su temporada. Una pena que el VAR anulara su cuarto tanto del curso por fuera de juego, aunque no necesita celebraciones para demostrar su importancia. Lo hace en cada disputa, en cada duelo aéreo, en cada ayuda a sus compañeros... Es un mariscal y, al igual que Nico con sus regates, disfruta siéndolo.
Fiesta completa
La noche fue perfecta. Si Nico y Vivian demostraron que son los líderes futbolísticos de este equipo en los grandes días, Yeray se reencontró con su mejor nivel. Llevaba partidos avisando de su regreso y ya nadie duda de que le ha 'robado' el sitio a Paredes como acompañante del Teniente. El central, que ha sufrido mucho en los dos últimos años, recuperó su agresividad en las disputadas y anticipaciones, asumió la salida de balón y redondeó su gran faena con un gol que celebró toda la plantilla. Saben que le ha tocado purgar con muchas dificultades y hoy abrazan su nivel como una de las mejores noticias para esta segunda parte de la campaña.
Yeray remató un córner perfectamente botado por Berenguer para prácticamente sentenciar el partido y la clasificación rojiblanca. Qué decir del navarro, que se ha destapado como mucho más que un revulsivo durante la ausencia de Sancet. El público se rindió a sus pies cuando Valverde decidió darle descanso para que, precisamente, Oihan recuperase sensaciones. Coincidió con una revisión de VAR y el público le dedicó varios cánticos personalizados para demostrarle que se ha convertido en uno de sus nuevos ídolos.
La afición se dedicó a disfrutar y a consultar las aplicaciones móviles con los resultados del resto de encuentros para conocer sus posibles rivales en octavos. El tanto de Havel puso algo de tensión en el partido, aunque la clasificación no corría ningún peligro. Era una gran noche y hasta se jaleó como un gol una expulsión rival a falta de dos minutos. Qué decir de la guinda, que fue el golazo de Martón, picándola ante la salida del meta rival para redondear la noche. Había que disfrutar porque el fútbol, los goles, las victorias y la animación habían vuelto a San Mamés. Y eso son grandísimas noticias para Bilbao y su gente. En octavos esperan ya a Roma, Ferencvaros, Oporto o al propio Viktoria Plzen.
Ficha técnica
- Athletic Club : Agirrezabala; De Marcos, Vivián, Yeray, Yuri; Jauregizar (Vesga, m.70), Prados; Iñaki Williams (Djaló, m.70), Berenguer (Sancet, m.66), Nico Williams (Unai Gómez, m.89); y Guruzeta (Martón, m.89).
- Viktoria Pilsen : Jedlička; Dweh, Marković, Jemelka; Havel, Červ, Kalvach (Vasulin, m.78), Šulc, Cadu; Vydra y Adu (Panos, m.62).
- Goles : 1-0, m.25: Nico Williams. 2-0, m.64: Yeray. 2-1, m.71: Havel. 3-1, m.95: Martón.
- Árbitro : Matej Jug (Eslovenia). Expulsó al visitante Vasulin, en el minuto 88, por una dura entrada a Vasulin. Además, mostró tarjeta amarilla a los locales Berenguer (m.31) y Djaló (m.84), y a los visitantes Adu (m.20) y Dweh (m.63).
- Incidencias : Partido de la octava y última jornada de primera fase de la Liga Europa disputado en San Mamés ante 45.471 espectadores. Dato oficial. Entre ellos, unos 500 seguidores visitantes.