El misterio del baúl perdido de la Selección: en un vuelo chárter... y en secreto hasta la merienda
La Selección aterrizó anoche en Tiflis sin el baúl que guardaba las botas y los guantes. Los jugadores recibieron la noticia poco antes de empezar el entrenamiento.
Ni un día tranquilo en la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). La expedición de la Selección se despertó en Tiflis con la esperanza de hablar sólo de fútbol, después de tantos días de polémicas institucionales. Sin embargo, esta vez tampoco pudo ser porque todos los focos se los llevó… ¡un baúl!
Los jugadores bajaron a merendar en el hotel Marriott de la capital georgiana, como en cualquier previa de partido. Ahí recibieron una noticia que en un primer momento tomaron como vacile: no tenían botas para entrenar. Tampoco guantes, en el caso de los guardametas. ¿Por qué? El baúl que contenía ese material estaba en paradero desconocido y se presentaban varios problemas de golpe que había que resolver paso por paso.
El primero de todos, evidentemente, era conocer el paradero exacto, porque nadie sabía dónde estaba. Ahí contaron con una ventaja, ya que al ser un vuelo chárter sólo había tres opciones: extraviarlo en Las Rozas, en Barajas o en el aeropuerto de Tiflis. La opción correcta para la pregunta del millón fue la segunda: el baúl se quedó olvidado en una furgoneta en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid.
Con un problema menos en la yincana y el baúl localizado, tocaba el siguiente punto, no menos complicado. ¿Cómo llevarlo hasta Tiflis a tiempo? Ahí empezó la odisea para Antonio Limones, responsable de viajes, puesto que las conexiones para llegar hasta la capital georgiana desde Madrid en vuelo comercial no son nada sencillas y menos aún a 24 horas de un partido trascendental, donde otro extravío del equipaje podría acarrear una situación todavía más surrealista.
La única solución fiable parecía que era contratar un vuelo privado para trasladar al protagonista del día, el baúl. Y todo hacía indicar que el indicado para llevar el material olvidado era el GES211E, de la compañía Gestair (una empresa de aviación ejecutiva con sede en Madrid), puesto que volaba pocos minutos después de conocerse la noticia. Sin embargo, el departamento de comunicación de la RFEF aseguró que las botas y los guantes ya están viajando a Tiflis (no lo están haciendo en vuelo chárter) y llegan por Estambul.