ESCOCIA-ESPAÑA

Escocia cambia de guardia con vistas a la Eurocopa y al Mundial 2026

El rival de España este martes está en medio de un cambio generacional que queda representado en sus tres porteros: hasta el martes ninguno era internacional.

La selección de Escocia celebrando el triunfo ante Chipre. /REUTERS
La selección de Escocia celebrando el triunfo ante Chipre. REUTERS
Jonathan Ramos

Jonathan Ramos

España vuelve a Hampden Park trece años después de ganar a la selección escocesa por 2-3. Un equipo que ha comenzado su clasificación para la Eurocopa 2024 goleando a Chipre (3-0) en un inicio perfecto para intentar lograr su participación en el torneo continental. 

Andrew Robertson, del Liverpool (29 años), Kieran Terney, del Arsenal (25) y Scott McTomminay, del United (25) son las figuras más reconocibles de un equipo que tiene como objetivo más a largo plazo tener presencia en el Mundial de 2026, una hazaña que, de lograrla, sería histórica, ya que no están en una Copa del Mundo desde 1998.

Para conseguirlo, Escocia confía ya en una nueva generación de futbolistas., en la que la portería es la gran protagonista del cambio. En concreto, un nombre: Angus Gunn, la apuesta de Steve Clarke. 

"No dormí la noche anterior", reconoció Gunn a los medios escoceses tras su debut contra Chipre. El portero nacido en Inglaterra rechazó jugar para Escocia en 2019, cuando el actual seleccionador se lo ofreció. El guardameta, que vistió la camiseta de los tres leones hasta la Sub21, decidió cambiar de bando dos semanas antes de anunciar la convocatoria escocesa.

Sus compañeros en el puesto son Liam Kelly y Zander Clark, ambos todavía sin debutar con la absoluta pese a ir convocados desde el 2020. El erigido en la portería escocesa es el titular en el Norwich, actualmente militando en la segunda inglesa, y tiene unas estadísticas poco brillantes. El guardameta ha disputado 25 partidos en toda la temporada y ha encajado 27 goles, convirtiéndose así en uno de los porteros más goleados de la liga.

Cambio de guardia en la zaga

Otro puesto que vive un momento de reconstrucción, aunque menos abrupto que la portería, es la defensa escocesa. La pareja de centrales, Cooper y Hanley, son fijos para Steve Clarke, pero también son los más veteranos del equipo con 31 años de edad. Su relevo espera ansioso una oportunidad. Porteous (dos internacionalidades) y Hyam (sin debutar) tocan a la puerta como el futuro de una selección en fase de reconstrucción.

El carril derecho de la selección de Escocia se puede definir en una palabra: juventud. Los dos jugadores más jóvenes del equipo comandan la banda derecha. Otra de las grandes apuestas del seleccionador Clarke.

Nathan Patterson y Aaron Hickey, de 21 y 20 años respectivamente, son dos perlas de la Premier League que defienden los intereses de Escocia. Ambos nacidos en Glasgow, se vieron las caras durante años en las canteras de Celtic y Rangers durante su etapa de formación.

Siguen siendo rivales en la Premier, Patterson con el Everton e Hickey con el Brentford. Ahora se pelean por una banda derecha que dominarán como estandartes del cambio de guardia escocés.

Escasez de artilleros

Escocia acumula sus mejores jugadores en las posiciones de lateral derecho e izquierdo. Una sobrepoblación que no le vendría mal en los puestos de ataque. Los tres jugadores seleccionados por Steve Clark llevan menos de tres años en dinámica de la absoluta. 

El jugador que comanda el ataque es Ché Adams, el único delantero de las cinco grandes ligas en este equipo, que apenas debutó hace dos años. A sus 26 años le ha ganado la partida a Jacob Brown y Lyndon Dykes, ambos jugando en la segunda división inglesa.

Adams, también formado en las categorías inferiores de Inglaterra, apunta a ser el nuevo líder en el ataque escocés. Está forjando la mejor temporada de su carrera en la Premier, en 30 partidos acumula 10 goles y tres asistencias. Unas credenciales que le otorgan el puesto de titular y la batuta ofensiva en esta nueva generación escocesa.