Gregorio Manzano: "Eto'o era el Vinicius de mi época, un adelantado en el tiempo para lo bueno y para lo malo"
El técnico andaluz rememora cómo ganó la Copa del Rey con el Mallorca y que en las eliminatorias eliminó al Real Madrid y al Deportivo

Gregorio Manzano (1956, Bailén) se pone el traje de profesor de Instituto de Enseñanza Pública, su quehacer diario antes de convertirse por vocación en un prolífico entrenador de fútbol y se prepara para da una clase magistral sobre el gran acontecimiento de su vida deportiva: la Copa del Rey que ganó con el Mallorca en la temporada 2002-03. Lo tiene todo memorizado. Desde su primer partido en la hierba artificial de Gramanet a la final contra el Recreativo. Por el camino, anécdotas, situaciones pintorescas, nombres propios...
Si le pregunto por el once del Mallorca en la final del 28 de junio de 2003 en el estadio Martínez Valero de Elche, me lo diría de memoria…
Por favor, ¿cómo no me lo voy a saber? Leo Franco en la portería; Cortés y Poli en los laterales; Fernando Niño y Nadal de centrales; con el Caño Ibagaza y Harold Lozano en el medio campo; con Riera, en una banda, Álvaro Novo en la otra y Eto'o y Pandiani, arriba. Ahí la tiene. ¡Ya te digo! Y los cambios, Carlitos, Marcos y Campano, que eran los que se permitían.
Aquella temporada fue la primera suya en el Mallorca.
Correcto, después del Rayo. Solo firmé por una temporada. Se dio así. Al final del curso llegó el momento de negociar la posible renovación, pero había líos en el club, cambios de la propiedad. El club era de la familia Asensio y el presidente Mateo Alemany. Terminó todo, nadie me dijo nada de seguir, ni yo nada de continuar. Fue una celebración bonita porque la Copa fue el acto final, pero la realidad es que me fui de vacaciones sin equipo. Luego me llamó el Atlético y firmé por ellos. Me gustaría repetir que durante esa temporada no hubo ningún contacto con el Atlético, entre otras razones porque Luis Aragonés, que en paz descanse, tenía contrato en vigor esa temporada y la siguiente.
Se dijo que usted tenía un precontrato con el Atlético...
Se dijo y mucho, pero le puedo asegurar que nunca lo hubo. Fue con el paso de los días, después de finalizar la temporada de la que hablamos, cuando Luis llegó a un acuerdo con el Atlético para rescindir y estando yo de vacaciones con mi familia, me llama mi representante, Manolo García Quilón, y me dice que quieren hablar conmigo. Hablé con Miguel Ángel Gil, con Clemente Villaverde y con el administrador concursal que tenía puesto la Administración en el club. Una vez que firmé, la primera llamada que recibí fue de Jesús Gil padre...
¿Y qué le dijo? Me vas a durar en el cargo lo que me duran los entrenadores...
Nooooo, la verdad que no. Yo había tenido una reunión con él anteriormente, estando el Atlético en Segunda (2000-02). No llegamos a un acuerdo, pero sí me dijo que algún día entrenaría a su equipo. Y unos años después se dio.
En ese su primer año en el Mallorca, supongo que a principio de temporada nadie le insinuó nada de empresas como la final de Copa. El año anterior el equipo había tenido tres entrenadores (Krauss, Kresic y Llompart), había quedado decimosexto en la clasificación, tres puntos por encima del descenso y se había salvado en la última jornada y en los últimos minutos.
Hombre, para un equipo como el Mallorca el objetivo era la salvación en la Liga y, como para muchos de los clubes de Primera, llegar lo más lejos posible en la Copa que entonces también se jugaba a partido único en los campos de los equipos de inferior categoría. Comenzamos en Gramanet, césped artificial. Ganamos (0-1) en el último minuto a la salida de un córner. Álvaro Novo marcó el gol. Salvamos los muebles de milagro. Luego nos tocó otro equipo de Segunda B, el Hércules. El campo ya era distinto, era el Rico Pérez, pero no hubo manera de ganarles. Fuimos a los penaltis y Leo Franco, creo recordar, que paró dos y Nanu Soler transformó el que nos clasificó.
"En cuartos eliminamos al Madrid de los galácticos que ganó la Liga. Les metimos cuatro en Mallorca. Ese partido fue uno de los más mágicos de la historia de la Copa. En la Liga también ganamos 1-5 en el Bernabéu"
Entrenador del Mallorca 2002-03Parece como si en lugar de ser el profesor fuera el alumno y se hubiera estudiado la lección. Tiene en su cabeza hasta el último detalle.
Es que cuando la historia acaba como acabó, el recorrido nunca se olvida. En octavos ya era a doble partido. Nos tocó el Valladolid, mi Valladolid con el que había debutado en Primera como entrenador. Primero jugamos en Mallorca (2-2) y nos tuvimos que jugar el pase allí en el mes de enero a las nueve de la noche. Se puede imaginar el frío que hacía en Zorrilla en ese tiempo. Carlitos tuvo su noche mágica y en menos de 30 minutos hizo un hat-trick y acabamos 1-4. Estábamos en cuartos y habíamos eliminado a un equipo de Primera. Digamos que habíamos cumplido el expediente en esa competición. Vienen las bolas y nos mandan al Real Madrid y reconozco que lo primero que pensé es que hasta ahí habíamos llegado.
Vamos que se rendía antes de tiempo...
Hombre, había que ser sensato. Ese Real Madrid fue campeón de Liga ese año. ¡Los galácticos! ¿Qué iba a pensar? El primer partido fue en el Bernabéu. Solo pensaba en hacer un partido digno y que no saliéramos de allí con la eliminatoria resuelta... en contra. La verdad es que mantuvimos el tipo y salimos con un 1-1, gol de Nadal, el nuestro, a la salida de un córner. El Madrid no se podía permitir caer eliminado ante nosotros. Recuerdo aquella noche como una de las más mágicas, no solo del Mallorca, de toda la historia de la Copa. Aquel 4-0 fue magnífico. No solo por el resultado, también por nuestro juego y por alguno de los goles. Marcaron Fernando Niño, dos Eto'o y Pandiani.

Más mágica que la final.
(Duda) La final no hay nada que lo supere y menos cuando se gana, pero es que ese partido contra el Real Madrid fue algo maravilloso. También coincide con el de Liga en el Bernabéu, en mayo, que ganamos 1-5 en el Bernabéu. Fueron muchas emociones juntas antes de la final. Y las que vinieron después. Nos tocó el Deportivo, que la temporada anterior había jugado la final contra el Madrid, la del Centenariazo que se llamó y estaba luchando por la Liga. Después de eliminar al Madrid estábamos convencidos de que ganaríamos a cualquier rival que nos tocase. Fue un chute de moral y adrenalina tremendo. En la ida, en Riazor hubo un momento en el que el marcador estaba 0-3, y acabamos 2-3. En la vuelta, se adelantaron ellos en el marcador con un gol de Fran y lo pasamos mal hasta que empató Ibagaza y nos metimos en la que iba a ser la tercera final del Mallorca, pero con el peso de que ninguna de las dos anteriores se había podido ganar.
"Aquel Mallorca era un equipazo, un equipo muy equilibrado. Costó formarlo. Perdimos los tres primeros partidos y me vi fuera. Pero ganamos los siete seguidos y nos pusimos segundos..."
Entrenador del Mallorca 2002-03¿Cómo era futbolísticamente aquel Mallorca?
Nos costó un poco hacernos con el equipo. Comenzamos la temporada sin Eto'o, que arrastraba una sanción de cinco partidos del año anterior. Pandiani y el Turu Flores nos llegaron un día antes de comenzar la competición... Harold Lozano estaba al 'tran-tran'. Los laterales, al principio, eran Olaizola y Soler, hasta que entraron Poli y Cortés. Costó tanto que perdimos los tres primeros partidos y éramos colistas. Pensé que mi trabajo estaba finiquitado antes de tiempo. Pensaba que me mandaban a casa. Se tuvo paciencia y después de ganar el primer partido en Bilbao, tuvimos siete victorias consecutivas. Pasamos de ser colistas a ser segundos y si hubiéramos ganado en la jornada 11 al Villarreal, que empatamos, hubiéramos sido los líderes de Primera. Costó armar el equipo, pero luego...
Usted tenía un once titular muy definido y eminentemente ofensivo.
La verdad es que jugábamos un fútbol espectacular, maravilloso. Era un equipo muy equilibrado. En España éramos de los pocos que jugábamos en rondo en el centro del campo. Teníamos dos buenos laterales, Poli y Cortés, que debutaron en Primera con nosotros y eran dos cuchillos por las bandas, subiendo y bajando. Los teóricos extremos, Novo y Riera, se metían para dentro. Jugábamos al ataque total. Nuestro único hombre de perfil defensivo era Harold Lozano por delante de los centrales. El 'Caño' era nuestro organizador, nuestro genio. Tenía una gran visión de juego, Arriba, Pandiani y Eto'o se complementaban muy bien. El primero aportaba juego aéreo, juego de espaldas y el segundo era todo velocidad, instinto. Alternábamos sus funciones. En casa, Samuel jugaba más de enlace, por detrás y Pandiani, más arriba. Fuera, hacíamos al revés... Ese año ganamos en San Mamés, en el Bernabéu, en el Nou Camp, en Mestalla, en el Sánchez Pizjuán... Y empatamos en el Calderón ante el Atlético. En los grandes estadios de los grandes equipos, parecía que nos crecíamos más...
"La víspera de la final tuve que comunicarle a Eto'o que había fallecido en el partido contra Colombia su compañero Foé. Se quedó con los ojos en blanco. Le di la opción de que se marchara, pero le recomendé que se quedara, jugara y le dedicara el triunfo. Así hizo"
Entrenador del Mallorca 2002-03Eto'o era la estrella de aquel equipo, pero justo el día antes de la final sucedió una desgracia, con la muerte de Marc-Vivien Foé, su compañero de la selección, que a punto estuvo de impedirle jugar. Usted lo vivió todo al segundo.
¡Cómo para olvidarlo! Él se fue a Francia a jugar la Copa Confederaciones con Camerún. Coincidían las fechas con la final que ese año se jugó al final de la temporada. Volvió, precisamente, para jugarla. La víspera, en el entrenamiento, es cuando me dicen que ha fallecido repentinamente su compañero Foé. Estábamos en los campos anexos al Martínez Valero y comienzo a notar movimientos extraños. Carreras, gente que viene y va, hasta que el jefe de Prensa y el delegado me vienen y me cuentan que en el partido contra Colombia ha fallecido Foé, el compañero de Samuel. Lo primero que pensé era que quien debía comunicárselo tenía que ser yo, antes de que saliera y los periodistas le preguntaran al respecto y se enterara de esa forma tan brusca. Me llevé al jugador a un rincón del campo y le comentó lo pasado. Se quedó con los ojos en blanco, mirando al infinito. Me pidió detalles de cómo había pasado. Le dije que hiciera lo que quisiera. Si se quería ir con su compañero fallecido, perfecto, pero le aconsejé que se quedara con nosotros y jugar la final y ganarla y dedicársela a Foé. Así hizo. Se quedó y fue la figura del partido con sus dos goles. Terminó el partido y se fue en un coche al aeropuerto de Alicante para volar a París. No se quedó a las celebraciones ni nada, por supuesto.
¿Se puede decir que Eto'o era vuestro Vinicius en todos los sentidos?
Hombre, claro, totalmente. Para lo bueno y para lo malo, para todo. Samuel, en su época, o al menos en la que nosotros tuvimos la oportunidad de disfrutarlo, era un gran jugador, un futbolista especial. De grandes partidos. Sí, se puede decir que era un Vinicius adelantado en su momento. Hablamos de hace 20 años. Era rebelde, defendía mucho a sus compañeros, tenía un pronto muy fuerte, protestaba a los árbitros... Ese año nos faltó más de diez partidos oficiales, primero por la sanción que tenía de la temporada anterior (había propinado un cabezazo al valencianista Angulo) que creo que era de cuatro partidos y después porque le sancionaron otra vez con cuatro partidos. Iturralde le expulsó contra el Barcelona por defender, a su manera, a su compañero Álvaro Novo, que había sido expulsado antes. Nos quedamos con nueve y el Barça nos ganó 0-4. Esa anécdota es muy buena, pero no sé si debería contarla porque estas cosas se deben quedar en el campo...
Cuéntela hombre, seguro que ya ha prescrito después de 20 años.
El día del que le hablo, que Iturralde expulsó a Eto'o, primero echa a Álvaro Novo. El linier, Rafa Guerrero, de quien yo dije después en una rueda de Prensa que tenía más peligro que un mono con dos pistolas, ¿te recuerdas? Fue por ese partido. Motta, ¿te acuerdas de Motta? Se tiró al suelo quejándose y Rafa llamó a Iturralde y le dijo: "roja y expulsión". Yo, desde la banda, veía a los dos hablando e Iturralde echó a Novo, que no le pegaba un palo a una mosca. Era más bueno que el pan. Cuando se produce la expulsión, Motta se levanta y no tiene nada. Entonces le dije a Rafa, ¿qué has visto? Y me dijo: "codazo y agresión". Le dije que yo no había visto nada, ni sangre, ni codazo. "Qué rápido eres...", le terminé diciendo. Es una conversación de esas que se tienen en la banda... Pero por qué cuento esto, precisamente por lo que estamos hablando de Eto'o y Vinicius. Samuel se fue a por Motta y le dijo, Álvaro no te ha dado... pero yo sí te voy a dar. Al cabo de unas cuantas jugadas lo pilla por medio y le pegó un viaje que no veas. Yo no podía pensar que se iba a tomar la venganza de su compañero a su manera, pero así era él. Le expulsó, en este caso, bien expulsado y nos quedamos con nueve...
"No me acordaba que Eto'o confesó que agredió a Motta porque le había llamado 'negro sucio'. Creía que se había ido a por él para vengar a su compañero Novo, que había sido injustamente expulsado"
Entrenador del Mallorca 2002-03Eto'o después del partido reconoció que había agredido a Motta porque le había llamado 'negro sucio'... El jugador pidió perdón públicamente por su acción. "Le recriminé que se hubiera tirado en la jugada que provocó la expulsión de Novo, porque ni le había tocado. Entonces Motta me insultó y se me cruzaron los claves. Caí como un niño. No soy un novato y sé como funcionan estas cosas. La verdad es que debí evitarlo..."
No me acordaba de esa situación. Ahora que me lo recuerda... Pero de lo que estábamos hablando era del parecido entre Eto'o y Vinicius, que usted me comentaba. Y con esta situación que me dice pues estamos hablando de lo mismo. Si encima le llamo 'negro sucio'... no me extraña que Samuel reaccionara así. No me acordaba, la verdad. Es todo muy parecido a lo que estamos viviendo ahora y hablamos de hace más de 20 años.
Y luego dio la casualidad que seis meses después de todo aquello, Iturralde arbitró la final de Copa y tuvo alguna que otra anécdota posterior con él...
Efectivamente. Después de tantos años entrenando siempre te pasan cosas con los rivales, con los árbitros. Creo que al año siguiente de esa final de Copa, nos cruzamos con Iturralde en un aeropuerto y nos saludamos como siempre lo hacíamos y así medio en broma le dije que le tenía que tirar de las orejas porque en la acción del 1-0 de penalti de la final, Eto'o remataba a puerta vacía y le empujaron por detrás en el aire. Entonces le dije que por qué señaló la falta y no expulsó al jugador que la había cometido... Explícame, le dije, donde estaba la tarjeta rota. Si es penalti, es expulsión, era el último hombre. Y él me dijo: "hombre no voy a joder la final de Copa en el minuto 17. Ya había pitado el penalti". Recuerdo que le añadí que menos mal que habíamos ganado, porque si no llegamos a ganar... corro detrás de tí hasta Bilbao... Son anécdotas que nos pasan a los profesionales después de tantos años.
Aquella final fue contra otro equipo que se plantó en la final contra todo pronóstico.
Cómo sería que esa temporada el Recre descendió a Segunda, pero en la Copa dieron lo mejor de sí. Tengo que reconocer que los dos partidos de Liga contra ellos me sirvieron para extramotivar a mis jugadores. En ninguno de los dos habíamos sido capaces de ganarles. Empatamos los dos y recordé a mis futbolistas que en esos dos enfrentamientos no habíamos sido superiores a ellos y que teníamos que mejorar mucho para ganar. Y lo hicimos. Se impuso nuestra mayor calidad individual. Marcamos pronto y luego con espacios marcamos los dos últimos goles.
Supongo que en esta final va con el Mallorca...
Claro, por razones obvias. He estado allí siete temporadas y soy el entrenador del club con más partidos en Primera. Aunque tengo una anécdota con el Athletic. En mi pueblo, Bailen, está una de las peñas más históricas del club bilbaíno y de pequeño esa peña era una referencia absoluta. Me tenían cautivado. Viajaban por toda España. Además, mi primera victoria en Primera con el Valladolid fue contra el Athletic, que le ganamos 1-0 cuando le entrenaba Luis Fernández. Gol de Víctor. Ojalá esta partido sirva para que ya no esté yo solo entre los entrenadores que han ganado la Copa con el Mallorca y se pueda añadir Aguirre.
Este Mallorca no se parece en nada al suyo...
Es distinto por los conceptos y por los jugadores que tiene. Es más posicional en el aspecto defensivo, más de cerrar los partidos en defensa con una clara referencia para la salida con Muriqi. Es una plantilla y un fútbol distinto. Cada entrenador tiene su estilo, pero hay que acoplarse a la plantilla que se tiene. Es lo más importante de un entrenador. El trabajo de Aguirre está siendo muy bueno, como se demuestra habiendo llegado a esta final.