Los amistosos están para hacer pruebas. Correcto. Y más cuando una gran competición se asoma en el horizonte a tres meses vista. Pero de las probaturas, de los ensayos, hay que sacar inmediatas conclusiones. Y De La Fuente debe volver de Londres totalmente convencido de que al fútbol no se puede jugar sin centrocampistas y menos cuando reservas al mejor que tienes, Rodri, para el siguiente partido contra Brasil. España se rompió por su columna vertebral. Sin Pedri y sin Gavi, el seleccionador busca soluciones para la zona central y, en esa búsqueda, ante Colombia ensayó con un once escaso de medios y sobrado de delanteros.
Enmarcar la ocupación de los espacios del equipo no era fácil. Pongamos que con balón el equipo partía de un 1-4-1-4-1 y que en la faceta defensiva, Merino se acercaba a Zubimendi para dibujar un 1-4-2-3-1. De cualquiera de las dos formas, poco equilibrio. Mínimo. Sobre todo cuando Colombia comenzó a estirarse en la segunda parte. Demasiados hombres por delante del balón e inferioridad numérica en la zona central. Eran Zubi y Merino contra el mundo. Grimaldo, en su triple misión de defensa-medio-extremo, intentaba compensar pero acabó hundido en el lateral, después de una buena primera parte.
No salió bien el experimento de una referencia ofensiva (Joselu) y dos mediaspuntas por detrás (Gerard Moreno y Oyarzábal) más las incorporaciones de Merino. Demasiados hombres por dentro y solo Sarabia y Grimaldo por fuera. Uno en cada banda para intentar dar la necesaria amplitud y profundidad de todo equipo que se precie. Ya por detrás en el marcador, el técnico metió un centrocampista más: Baena, además de los dos niños en las bandas: Yamal y Niko y el equipo mostró más coherencia en la disposición táctica.
La conclusión más evidente que dejó el partido de Londres es que esta Selección está ya demasiado sujeta del cuerpo de Rodri. Y el del City tiene que jugar hasta cuando pruebas cosas. Con él sobre el campo tienes muchas más garantías que esos ensayos te puedan salir bien Y con esto no quiero decir que Zubimendi no sea un excelente mediocentro, ni que ante Colombia no diera la talla. Su mala suerte es que en su misma posición juega el mejor del mundo y que hoy por hoy es insustituible. Además, está por ver si los dos pueden jugar juntos. A priori, son de los que prefieren estar solo en esa demarcación tan específica. Una prueba por hacer y que podría tener calado en un partido tan 'serio' como el de Brasil.
Mientras se prueba o no esa variante, al equipo parece sentarle mejor el traje del mediocentro único y los dos interiores de ida y vuelta, que el del doble pivote y las tres mediaspuntas por detrás del delantero. Despoblar el medio campo no es buena idea. Mientras no se demuestre lo contrario las victorias se ganan en las áreas, pero se gestan en la zona central. Territorio Rodri.
