Espaldarazo a la candidatura de España para el Mundial 2030 si no tiene olor a Rubiales
El proyecto tiene más opciones sin él y con una renovación de la RFEF que espera FIFA.
Después de la sanción/inhabilitación de tres meses impuesta por la FIFA a Luis Rubiales, presidente de la Federación Española de Fútbol, las posibilidades de que la candidatura conjunta España-Portugal-Marruecos para la organización del Mundial 2030 se mantengan más vivas pasan porque en ella, por parte patria, no quede el menor vestigio del presidente y de su equipo de trabajo. El primero ya ha sido suspendido y en el máximo organismo del fútbol creen que va a haber una renovación profunda en la RFEF. Este escenario dará un espaldarazo al proyecto.
El máximo organismo del fútbol mundial decidió en el mes de junio que la aprobación del reglamento para la elección del país o los países que organicen dicha Copa del Mundo se retrasara hasta los meses de septiembre u octubre con el objetivo de ampliar las consultas con los posibles candidatos. Y precisamente en esos meses la Federación Española tendrá a su presidente suspendido de cualquier gestión, por lo que se antoja difícil que FIFA pueda negociar con ninguno de sus herederos. Y más cuando hasta ahora él había sido prácticamente el único interlocutor.
Será en el tercer o cuarto trimestre de 2024 cuando se elija la candidatura que acoja el Mundial. A día de hoy dos han presentado sus credenciales. Una europea formada por España y Portugal y a la que se unió Marruecos después de optar por separado a la organización del Mundial 2026 (y está en el aire la posibilidad de que pudiera sumarse la Federación de Ucrania). La segunda alternativa es la opción sudamericana con Argentina, Uruguay, Paraguay y Chile como anfitriones.
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— Relevo (@relevo) August 26, 2023
El tirón de la AFA (Asociación Argentina de fútbol), que acaba de recoger de manera exprés el Mundial Sub-17 una vez que se apartó a Indonesia de su organización, es vital para pensar que parte con cierta ventaja en la carrera. Y la figura de un hombre, Mauricio Macri, expresidente del Gobierno, expresidente de Boca e íntimo amigo del presidente de la FIFA Gianni Infantino, se perfila como el gran impulsor de la candidatura que tendría a Messi como icono principal. Amén de que Uruguay aportaría el dato histórico de que en 2030 se cumpliría el Centenario del primer mundial (1930) organizado en su país.
La operación Salvar la candidatura España-Portugal-Marruecos pasa por cumplir todos los plazos, teniendo en cuenta que la FIFA pone como condición que los componentes de la candidatura española no tengan ninguna relación con Rubiales. Una suerte de mensaje al mundo en el que se deje claro que en el fútbol no tienen cabida comportamientos tan bochornosos como los del dirigente español.
Víctor Francos, presidente del Consejo Superior de Deportes, ya abona el terreno para un buen desenlace: "En las próximas horas me voy a poner en contacto con FIFA para que este hecho (la crisis de Rubiales) no afecte en ningún caso a la candidatura de España para el Mundial 2030". La campaña de limpieza de imagen debería comenzar con nuevos responsables en todo lo relacionado con esta ilusionante expectativa. E incluso se comienza a contemplar que la sede de la candidatura salga de Las Rozas, como una prueba más de ruptura con el pasado.
Portugal llevará la voz cantante
La idea en el máximo organismo mundial es que va a haber una limpieza en la RFEF, lo que le daría a la candidatura española muchas más opciones. Mientras esto sucede, corresponderá a la Federación Portuguesa, especialmente, mantener encendida la llama de la fusión. Y no será fácil porque han sido varios los países europeos, sobre todo Reino Unido, quienes has mostrado su desaprobación total contra la gestión de Rubiales.
La crisis ha hecho daño. Incluso a nivel nacional porque todo lo que se había avanzado con las posibles ciudades, estadios sedes y subsedes queda ahora en stand-by. Principalmente porque el presidente recién suspendido por FIFA había manejado los hilos a su antojo y había puesto en bandeja de sus más allegados la posibilidad de formar parte de la infraestructura mundialista por parte española. Iba a ser en septiembre cuando se hiciera la criba definitiva teniendo en cuenta que se parte de 15 candidatos, a los que hay que sumar los tres estadios portugueses y los cinco que Marruecos pretende presentar.
Todo queda en paréntesis, pero eso no significa que la candidatura española se resquebraje. Más bien al contrario. Con Rubiales fuera, y con la previsión de que la RFEF acabe limpia de cualquier sombra, el proyecto obtendría más respaldo.