Unai Emery: "Sueño con ganar la Champions; con el Villarreal pensé que estaba cerca la final de París contra el Madrid y fue grandioso"
El técnico del Aston Villa nos recibe en Birmingham para analizar su primer año al frente del equipo en su regreso a la Premier.
Son las 10 de mañana del 17 de octubre en Bodymoor Heath, la ciudad deportiva del Aston Villa, situada 21 kilómetros al norte de Birmingham. Tras el parón de selecciones y a una semana de que se cumpla un año de la llegada de Unai Emery al frente de los 'Villans', el técnico de Hondarribia (Guipúzcoa, 1971) recibe a Relevo en la guarida en la que trabaja incesante en su regreso a la Premier. "¿Qué tal? ¿Cómo estás? Ahora luego hablamos tranquilamente, que aún me queda trabajo ahora", dice Unai Emery al salir a saludarnos a las puertas de su despacho. Antes lo hemos hecho con Damià Vidagany, director de fútbol del conjunto inglés, y con Monchi, su director deportivo, quien también deja su oficina para recepcionarnos y departir unos instantes.
"¿Unai? Unai aquí es 'King Unai', la gente aquí lo adora", me cuenta Drew, empleado del club que nos enseña las modernas instalaciones deportivas del club. "Es el segundo entrenador con más puntos en la Premier en 2023, sólo por detrás de Guardiola", me cuenta Vidagany cuando compartimos un café con leche. Reviso la cifra: 59 puntos del entrenador vasco por los 74 del catalán, con un partido más.
Mientras, Unai Emery entrena a los suyos, "muy responsabilizado" en su regreso a la Premier. "Es la liga más fuerte; cuando uno está dentro, lo siente. Es una selección de lo mejor del fútbol mundial", asegura el técnico en cuanto empezamos la entrevista y charlamos sobre la competición, Monchi, Mateu Alemany, Arabia Saudí, el Dibu Martínez, Zaniolo y otros nombres propios e ideas del técnico, que después de haber alzado cuatro Europa Leagues -tres con el Sevilla y una con el Villarreal-, tiene claro con qué sueña: "Yo sigo soñando con algo máximo en el fútbol y a nivel de clubs es la Champions. Con el Villarreal soñaba con la final contra el Real Madrid, en París. Pensé, viví, que estábamos cerca, fue grandioso", relata en esta conversación, de la que el martes ofreceremos una segunda parte.
Unai, el martes, día 24, se cumple un año desde tu llegada al Aston Villa. ¿Se te ha pasado rápido?
Sí, todo pasa rápido. Lo importante es disfrutar en esa rapidez del tiempo y tratando siempre de construir cosas nuevas y de encontrar nuevas motivaciones. Me trae el recuerdo de una persona que estuvo muy ligada al Villarreal y que en el periodo que estuve yo allí también tuve una conexión muy buena con él, Llaneza, que hace un año falleció. Y me trae el recuerdo de cómo yo, como entrenador, también voy dando pasos y siempre dejando en el camino muy bonitos recuerdos, y uno es el Villarreal.
¿Qué balance haces de este año? ¿Qué ha sido lo mejor, lo más positivo?
Volver a la Premier era un reto que, si se me presentaba, tenía que valorarlo, porque a nivel competitivo es la liga más fuerte; cuando uno está dentro, lo siente. Cada partido te exige mucho, mucha energía, mucha preparación, mucha dificultad. Entonces, el venir a la Premier me supone a mí mismo el constante proceso de entrenador, tratando de ser mejor hoy que ayer, mañana que sea mejor que hoy, actualizando todo. Además de lo que supone estar en la Premier, la dificultad que tiene la Premier es estar en un equipo que luego puedas jugar en Europa, y lo hemos conseguido en el Aston Villa. Entonces, en un proceso también muy rápido de análisis, es tratar de ser mejor como entrenador.
"A nivel competitivo la Premier es la liga más fuerte; cuando uno está dentro, lo siente. Es una selección de lo mejor del fútbol mundial"
Entrenador del Aston Villa¿Y qué ha sido lo más difícil de volver a Inglaterra? Saliste de aquí en 2019, del Arsenal, una época con altibajos…
Bueno, yo he vivido, he crecido, he disfrutado, he competido en la Liga española con tres grandes clubes, como son el Valencia, el Sevilla y el Villarreal, siempre detrás de la fortaleza de Real Madrid y Barcelona, y del Atlético de Madrid. Y he tenido un reconocimiento hacia Europa importante gracias a la oportunidad que he tenido de entrenar en ellos. E Inglaterra me supone, otra vez, romper ciertas barreras, que ya lo hice en su momento cuando tuve que ir a Moscú, mi primera salida hacia Europa, a otra liga, otro idioma. Cuando fui al PSG y al Arsenal, tuve otra vez ese reto. Ahora estoy más concienciado, más responsabilizado y con mayor fortaleza mía y de alrededor que he creado de cara a competir y ser capaz de superar esta adversidad. Y estoy en ese proceso muy de lleno.
¿Te has quedado un poco con la espinita de tu anterior paso por Inglaterra? Tuviste amor-odio por parte de la afición. Aquí me dicen que eres 'King Unai', que te llaman así.
Cada etapa tiene su coyuntura, sus circunstancias. Tengo un muy buen recuerdo del primer año en el Arsenal, muchas cosas muy positivas. Incluso los momentos más difíciles, que fue el segundo año, también me valen para ahora. Todo es un proceso de aprendizaje, de ampliar conocimientos y de hacer un puzle con todo eso y las experiencias para ahora hacerlo con mayor solidez. Y en eso estoy. Estoy muy involucrado en ampliarme como entrenador, a nivel táctico, a nivel de gestión, a nivel de conexión con el entorno, sobre todo, con los aficionados. También con dos dueños, Wesley Edens y Nassef Sawiris, que me han arropado mucho en toda esta aventura. Y luego mi gente de alrededor, desde Damià, Monchi, Paco, desde los técnicos que tengo. La verdad es que somos algo verdaderamente fuerte desde lo profesional a lo leal y a lo responsable.
¿Y cómo de fuerte te has encontrado la Premier en comparación con LaLiga?
Hay una cierta selección de lo mejor en la Premier. Hay clubes como el Barça, el Atlético de Madrid, el Paris Saint-Germain, el Bayern, la Juventus o el Milan que todavía son capaces de tener mucha fortaleza en sus ligas, pero aquí desde esos clubes como pueden ser el Manchester United, el Arsenal, el City, el Chelsea y los equipos medios también tienen unas capacidades muy altas de poder elegir de lo mejor de otras ligas. Entonces, se hacen veinte equipos muy competitivos; sigue habiendo seis, siete, ocho top teams, pero que estos otros también puede tener muy buenos entrenadores, son capaces de tener muy buenos jugadores. Así que me encuentro una Premier que es una selección de lo mejor del fútbol mundial y eso también te hace a ti, en la exigencia, tener que responder a esos niveles.
Desde esa supremacía económica de la Premier, ¿cómo se ve la irrupción de Arabia Saudí y el fichaje de futbolistas con cifras estratosféricas? Al principio hablábamos de jugadores en la última etapa de sus carreras, pero este verano ya hemos vivido la marcha de Gabri Veiga...
Hay una afición muy grande en otros países hacia el fútbol, pero aquí en Inglaterra hay una esencia muy clara que se mantiene: son muy leales a cada uno de sus clubes, cada ciudad, cada pueblo tiene su equipo y son de ese equipo, se consume mucho fútbol en el estadio y en casa. Incluso aquí hay mucha facilidad para ir al partido de fuera, donde todos los equipos tienen una accesibilidad a 4.000 o 5.000 entradas, que además las ocupan, y luego se consume mucha televisión. Todo eso es lo que hace que la industria del fútbol siga muy potente. Aparecen países, como en su momento China, que quieren invertir en muchas cosas y también en el fútbol, que es otro escaparate mundial. Aparece Arabia Saudí y lógicamente también quiere encontrar su espacio, y tenemos que ser capaces de respetarlo.
El fútbol seguirá teniendo los mismos equipos y las mismas aficiones y los mismos seguimientos que ha tenido, pero además de ello se puede ir expandiendo. Algún día el fútbol en Estados Unidos posiblemente también pueda tener capacidad de crecimiento hacia su población. En Inglaterra, España, Italia, Alemania, Francia y otras ligas, Portugal, el fútbol tiene un arraigo muy potente hacia sus aficionados y eso seguirá imperando, pero no es malo que aparezcan también países, como en este caso Arabia Saudí, donde quieran también expandir el fútbol. Y yo, como un enamorado de mi profesión, creo que es bueno que también tenga su parte, desde lo económico a lo deportivo.
"No es malo que aparezcan países como Arabia Saudí que quieran invertir en fútbol. Tenemos que ser capaces de respetarlo"
Entrenador del Aston VillaBenzema, N'Golo Kanté, Neymar, Henderson esta temporada desde el Liverpool… Están saltando allí grandes futbolistas, pero falta que lleguen también entrenadores de renombre. ¿Te imaginas algún día entrenando en Arabia Saudí?
Ya fue en su momento Nuno Espírito Santo, del Tottenham, está Jorge Jesus… Los entrenadores portugueses tienen un amplio reconocimiento por lo competitivos que son y modernos y actualizados. Desde hace muchos años salen de Portugal a abrirse camino y hay muy buenos entrenadores portugueses allí en Arabia. No sé si en algún momento también pueda surgir la posibilidad en Arabia, como en su momento en China estuvo Pellegrini, estuvo Benítez. Yo trato de vivir mucho el presente. Mis metas me las pongo en el corto plazo y en el presente, donde estoy y donde puedo crecer hacia un futuro. Ahora mismo mis únicos ojos y miramientos son con el Aston Villa, porque además en un ejercicio de responsabilidad, cuando uno decide dar el paso, pues dice 'voy a crecer aquí y voy a crecer en la máxima dimensión'.
Una dimensión a la que se ha unido Monchi. ¿Cómo se gesta su llegada y qué supone para ti? ¿Cómo es trabajar con él? Es alguien a quien conoces mucho de tu etapa en Sevilla.
Monchi es fútbol con experiencia, con conocimientos, con victorias más que derrotas, con una experiencia a nivel europeo ganadora, con una experiencia también en Italia y que para él abrirse hacia Inglaterra creo que es también exportarse y tratar de aportar en Inglaterra todo lo que ha vivido y ha consolidado en el Sevilla. Para nosotros, para mí, para el club, para Damià, cuando hablábamos de la posibilidad de incorporar a Monchi todo era desde el lado de aportar muchas cosas positivas.
Monchi se incorpora al club tras la negativa de Mateu Alemany, que estuvo cerca de unirse al proyecto. ¿Cómo fue esa llegada frustrada? ¿Hasta qué punto se avanzó, no se avanzó…? ¿Qué pasó? ¿Cómo lo viviste?
Son dos personas con un amplio recorrido, desde la dirección deportiva, muy reconocido, cada uno a su manera y con su estilo. Ahora mismo Monchi claramente es la persona en la que confiamos, a la que nos unimos para este proyecto, que yo tuve tres años y medio de conexión total con él en Sevilla, de una complicidad muy grande. Con Mateu Alemany tenía que hacerlo, con Monchi lo tengo ganado. He vivido con él tres años y medio, desde experiencias profesionales y vivencias muy bonitas, también incluso en las personales. Con Mateu Alemany queríamos construir algo que con Monchi estamos ahora también construyendo y que encima yo tenía algo ganado.
"Con Mateu Alemany queríamos construir algo que ahora estamos construyendo con Monchi, con quien yo tenía algo ganado: tres años y medio de conexión total en el Sevilla"
Entrenador del Aston VillaQue te pregunte por Mateu Alemany no hace en absoluto de menos a Monchi, estate tranquilo. Permíteme que insista con Mateu, porque sorprendió mucho su sí pero no. ¿Qué ocurrió para que siguiera en el Barça, de donde acabó saliendo en octubre tras el cierre del mercado?
Son circunstancias que vivimos los profesionales. Vivimos circunstancias de cambios -yo he vivido también circunstancias de cambios de un día para otro porque vienen así- y son oportunidades. Son momentos donde tienes que tomar decisiones muy rápidas y esas decisiones muy rápidas pueden ser en un momento dado "quiero hacer esto" y en otro momento, cuando tengo toda la información, "todavía no puedo hacer esto o no es el momento de hacerlo". Pero nosotros, desde luego, siempre dando pasos hacia delante y en el momento tuvimos una conexión, luego esa conexión no se puede llevar a cabo, pues empezamos a buscar otra conexión, y ésa es Monchi.
¿Te decepcionó que no llegara al Aston Villa o estás doblemente satisfecho con la alternativa, por ese camino ya ganado con Monchi del que hablabas?
Yo con Mateu Alemany no he trabajado, no he tenido una conexión personal de confianza, pero sí he tenido conversaciones más allá de los profesionales. He estado hace dos veranos en Mallorca cenando con él porque teníamos un aprecio mutuo y porque coincidimos con Damià y con algún amigo más, y dijimos "oye, vamos a cenar en Palma". Y estuvimos cenando y hablando de fútbol y de la vida. Y con Monchi he tenido de ésas en Sevilla pues más, y ahora otra vez. Lo importante es, desde la responsabilidad profesional y desde las capacidades profesionales, ser también capaz de encontrar vínculos personales. Esos vínculos personales a mí me gusta establecerlos desde lo emocional, desde crear unos sentimientos que luego también se compartan en lo profesional, cuando está el ganar, el perder, el ser capaz de estar unidos en los momentos buenos y en los momentos malos. Entonces, con Mateu Alemany tengo una parte, pero me faltaba lógicamente más. Con Monchi tenía más ganado. Si en su momento hubiese sido con Mateu, pues teníamos claro que iríamos en una dirección positiva. Ahora tenemos a Monchi y tenemos claro que iremos en una dirección positiva porque buscamos también tener esos vínculos.
¿El amago de llegada de Mateu te recordó de alguna manera a tu amago de salida del Villarreal al Newcastle? ¿Cómo lo recuerdas ahora con el paso del tiempo?
Tengo un sentido de responsabilidad muy grande, creo que es un legado de mi padre, y desde ahí trato de siempre estar con la cabeza alta y nunca irme por la puerta de atrás. En el Villarreal yo tuve una conexión muy grande con Fernando Roig Jr., muy grande, desde las primeras conversaciones, siempre fueron muy, muy limpias, muy claras, desde un respeto máximo a lo que suponía para mí el Villarreal, para ellos también mi contratación, todo tenía una solidez muy grande. Entonces, cuando el Villarreal me coloca otra vez en el mapa, porque es el Villarreal el que me coloca, me da unas posibilidades de trabajo, en unas instalaciones magníficas, con un respeto máximo a mi trabajo, con unos jugadores de primera línea, pues desde ahí yo también la capacidad que tenía de poder, desde ese reconocimiento, tener unos retos que para mí fuesen importantes o dar pasos adelante, no mejores o peores, sino pasos adelante, en buscar o encontrar algo más en el fútbol.
Y se dio que en un momento dado me llamó otro club, luego me llamaron desde aquí y, bueno, también yo había hecho ya dos años y pico, yo había firmado tres años, se estaba llegando a que había que otra vez renovar ese ciclo o no renovarlo. Y tenía unas circunstancias yo en el contrato, que siempre están, para el club, para mí, que pudiésemos también, desde lo firmado, complementarlo. Entonces, se dio ese caso. Lo haces desde un sentido de responsabilidad, pero algo más de frialdad, no lo haces desde lo emocional, porque desde lo emocional quizás no puedes coger las decisiones no más correctas, sino las decisiones que están en el camino. Entonces, yo lo recuerdo siempre desde el lado de hacerlo mirándonos a los ojos.
Del Villarreal te has traído esta temporada a Pau Torres, que también ha salido de su Vila-real, como decías que tú habías salido de tu Hondarribia cuando rompiste el cascarón. ¿Qué te aporta Pau?
Con Pau, claramente, los dos años y cuatro meses que viví yo en el Villarreal era un jugador para una idea y estilo de juego determinado. Lo que él tiene es muy difícil de encontrarlo. Y luego, para su capacidad de poder explotar sus cualidades y que reduzca lo que en un momento dado un jugador tiene de carencias, la Premier le puede venir muy bien. En la conexión que tuve individual desde el colectivo en el Villarreal siempre lo vi como un jugador para jugar, además de en el Villarreal, en un gran club. Incluso para tener unas expectativas de encontrar los mejores clubs del mundo.
Entonces, en el Aston Villa damos la posibilidad de dar ese paso, que él pueda romper esas barreras hacia arriba: que sea más contundente, un jugador que sea capaz de, desde esa contundencia, seguir jugando al fútbol en una mayor dificultad en sus características y estamos en ese proceso con él. Yo he tenido muchas conversaciones con él, antes y durante, y seguiré teniéndolas. Su capacidad de dotarle de un estilo a un equipo o a un entrenador, eso lo quiero y eso lo lleva.
Y la capacidad de romper barreras para que sea mejor futbolista, eso lo tiene que adquirir y cada entrenamiento, cada partido, cada vivencia aquí tiene que ser para ello. Su adaptación ha sido más rápida de lo que yo pensaba. Ahora, su adaptación va a seguir siendo mañana, va a seguir siendo el domingo, pero lo que ha hecho hasta ahora está en la línea que yo quiero.
¿Te sorprende que no esté siendo titular en la Selección?
Cuando él llegó aquí empezó a no ir. Había sido titular, no titular, había jugado muy bien, habían aparecido sus debilidades, que son la contundencia en momentos puntuales según qué tipo de partidos, entonces hay un momento que dejó de ir. Que ahora vuelva es una buena noticia, que con nosotros esté encontrando una regularidad del juego y de mejoras a lo que él necesita también es producto la llamada. Ahora, cuando está en la Selección, creo que están jugando Laporte y Le Normand, que son dos futbolistas que están a un nivel alto. Lo que no tengo duda es que en la progresión de Pau que yo creo y en las expectativas que voy generando para poder trabajarlas con él y que llegue, están lógicamente que sea protagonista otra vez en la selección española.
Estos días estáis pendientes de Zaniolo por la investigación en torno a él por supuestas apuestas ilegales -el jugador está cedido por la Roma-. ¿Cómo estás viviendo esta situación? ¿Qué piensas? ¿Cómo se gestiona?
Primero, desde la responsabilidad que tenemos nosotros vamos a ayudarle al futbolista, al jugador, a que se esclarezca todo desde el lado positivo y estamos en eso. Y yo, desde mi responsabilidad de entrenador, tengo que centrarle en el fútbol: entrenamiento, partido, entrenamiento, partido, que él se centre en el fútbol, porque es la mejor manera de aislarse de todo y de ayudarnos en lo que nosotros necesitamos de él. Y luego, que se esclarezca todo desde un lado en el que el jugador al final esté en el camino con nosotros correcto.
¿Y cómo es tener en el equipo al Dibu Martínez?
El Dibu es muy importante en este proyecto, porque además yo he vivido una parte de su crecimiento. Yo me encontré con él en el Arsenal, cuando había estado un año cedido en el Getafe y no jugó, cuando tuvo que tener una cesión en Championship aquí con 26 años, y cuando él tenía bien claro por qué vino a Inglaterra cuando tenía 18 años.
Yo lo encontré con 26, y luego me he vuelto a encontrar con él con 29-30 en el Aston Villa, ya con un cierto reconocimiento y que además lo ha potenciado con el Mundial. Entonces, la mentalidad que tiene el Dibu Martínez es una mentalidad que conecta totalmente con la mía: quiere ser mañana mejor que hoy, y trabaja para ello, y piensa en ello y vive para ello. Es un jugador que la idea mental que él quiere para él y para lo que él representa o defiende, en este caso, Aston Villa, la selección argentina, yo le compro completamente.
"La mentalidad del Dibu Martínez conecta totalmente con la mía: quiere ser mañana mejor que hoy y trabaja, piensa y vive para ello"
Entrenador del Aston VillaViene de batir un récord con la selección argentina, 621 minutos sin encajar un gol. Una Argentina con la que tuvo en el Campeonato del Mundo un protagonismo magnánimo, por sus actuaciones deportivas, por sus paradas, y también por aquellos gestos y movimientos en sus celebraciones que a ti no te gustaron. Comentaste en rueda de prensa que ibas a hablar con él. ¿Lo hiciste? ¿Cómo es en el cara a cara? ¿Hay que frenarlo?
No es cuestión de hablar del Emiliano de ahora, yo es que el Emiliano lo he conocido antes y he querido saber qué pensaba antes. Yo lo que me quedo con Emiliano, luego parará más, parará menos, que para mucho y hay momentos que gana partidos, como para su selección. Yo no estoy hablando de ese Emiliano Martínez que todos vemos, yo estoy hablando de Emiliano Martínez, su mentalidad, ésa es la que yo quiero, ésa es la que yo trabajo, ésa es la que yo quiero instalar, ésa es la que yo sé que es la que hace la diferencia. Y ese Dibu Martínez está muy conectado en nuestro proyecto, en nuestras conversaciones, más allá de sus actuaciones en un partido, en su personalidad, en cómo pueda manifestarse en un partido, va más allá de eso. Y por eso para mí Dibu Martínez es algo que se extiende claramente desde lo que yo propongo hacia el campo con él.
Con quien más conexión tienes es, sin duda, con Lander, con tu hijo. ¿Cómo has vivido, no el Unai Emery entrenador, sino el Unai padre, el ver que tu hijo odiaba el fútbol porque le alejaba de su padre? Debe ser duro para las dos partes…
Me lo has recordado, y como has estado también cerca mío allí (en el Villarreal)… Es verdad que mi hijo crece en un entorno muy futbolístico y de mucha exigencia que va en contra de lo que es estar más cerca de tu padre, que le alejaba en tiempos, porque viajaba, porque tenía que estar en otras ciudades. Le alejaba un poquito. Hasta que no le entró el fútbol a él no se dio cuenta de todo lo que generaba en torno a mí el fútbol, para la familia o para mis antepasados. Hasta entonces, había un rechazo en el fútbol. Decía: "Es que el fútbol hace que me aleje de mi padre, mi padre va a un partido y no está conmigo, mi padre se va a dormir fuera y no está conmigo…" Hasta que no fue consciente de lo que suponía eso, que yo creo que fue a los 10 años más o menos cuando empezó a darse cuenta un poco de que también él podía disfrutar del fútbol, lo que a mí me hacía feliz.
Es verdad que todos tenemos nuestras estructuras montadas, a nivel personal también, pero a mí el fútbol me sacó de mi casa, el fútbol me hizo crecer, el fútbol me hizo tener un cierto reconocimiento, entonces, todo eso es muy difícil derribarlo, incluso un hijo; derribarlo por completo es difícil. Lo que yo hice fue que él fuese entendiendo que era parte de lo que necesitaba en mi vida y que eso no podía dejarlo, y que eso, aunque le alejase a él de mí, luego nos acercaría y, de hecho, es lo que ha pasado.
¿Cómo de vinculado está entonces ahora al fútbol, a ti?
Sí, está muy implicado con el fútbol y progresivamente, mientras va creciendo, ahora tiene 20 años, también está más cerca de todo lo que tengo yo a mí alrededor y a mí eso me gusta y quiero que él siga el legado futbolístico que mi familia tiene, que el apellido tiene, que él sea una parte más. Que sepa aportar desde sus conocimientos, desde sus aprendizajes, desde sus experiencias que ya va adquiriendo y va sumando.
¿Se está formando?
Sí, él se está formando, y juega y entrena... Estudia en Torrent (València), está haciendo Ciencias del Deporte y ya quiere sacar el título de entrenador. Ya tiene esas inquietudes, pues también es una parte más. Yo sí que quiero alrededor tener gente que sienta y que se extienda un poquito de lo que yo quiero, y que sea capaz de agregarse y cogerlo, porque lo que busco es eso: no desde el lado de un business personal, sino es un lado más sentimental, que lógicamente luego tiene sus estructuras también empresariales, que hay que cubrirlas. Entonces, también para eso tengo también profesionales al lado mío que me ayudan en ello.
Tú eras un chaval como Lander, un poco mayor, cuando debutas en Primera con la Real, en la temporada 1995-1996. No tuviste la carrera como futbolista que te habría gustado, pero has triunfado como entrenador. ¿Qué le dirías ahora a ese Unai que quería llegar a lo más alto en La Real?
El fútbol, como estaba tan presente en mi vida desde que nací… Luego el ser profesional, la Real Sociedad, que tuve mi trayectoria pero no lo conseguí, tuve que salir fuera… Al final, todo lo que ha ido ocurriendo ha sido sumando para algo positivo, incluso en los momentos difíciles. Incluso yo soy de los últimos de mi generación que hice el servicio militar. Pero es que hice el servicio militar en San Sebastián, lo hice voluntario, porque así podía también tener mi tiempo para irme a entrenar con la Real Sociedad. Tengo muchos recuerdos, todo era en base al fútbol. Luego tuve una lesión grave de rodilla con 20 años, que estuve dos años sin jugar. Eso es lo peor de los futbolistas, las lesiones, y eso también me hizo recolocarme. Y sobre todo, tenía muy claro que yo quería seguir siendo partícipe en el fútbol de una manera o de otra.
Lógicamente, hoy estoy aquí, entrenador del Aston Villa, con una trayectoria algo reconocida y con cierto éxito, pero yo entonces decía: 'Yo quiero entrenar a los infantiles de Hondarribia'. Yo siempre tenía ese sueño y de hecho con 23 años, cuando estaba en la Real Sociedad y no iba convocado, empecé a ser ayudante de un entrenador y los días de la semana cuando el equipo jugaba y a mí no me convocaban, me iba al partido con los Infantiles. Yo ya tenía esa idea, que el fútbol era parte de mi vida.
Ya sabías que querías ser entrenador, y en esa faceta no te ha ido nada mal. ¿Cuál es la clave de la 'Mentalidad ganadora' sobre la que versa el libro sobre 'El Método Emery'?
¿Sabes cuál es la clave? Tener la valentía de presentar este libro en mi cuarto año en el Valencia y se me estaba cuestionando. Vinimos de ganar un partido en Granada 0-1 y presenté al día siguiente, cuando había cierto revuelo de que si no gana, que si el equipo… y eso que íbamos terceros. Pero bueno, cuatro años en Valencia agotan mucho. Más que a mí, agotan un poquito a la gente. Ves la misma cara, otra vez tercero, ya la gente quiere segundo, quiere ganar un título… Estaba un poquito el ambiente revuelto, entonces, tener la valentía de presentarlo en ese momento es la mentalidad ganadora (se ríe). Tengo un segundo libro siempre en mi mente, que era la 'Mentalidad competitiva', pero la mentalidad ganadora es que, incluso no ganando, tienes que tenerla; que trabajes siempre para mejorar, que trabajes siempre para ganar, que incluso en los momentos que pierdes te prepares para volver a ganar. Tiene unos contenidos muy profundos…, pero yo recuerdo esa anécdota de que lo presenté al día siguiente (se ríe y retoma).
Porque alguno decía: '¿Mentalidad ganadora? Pero si no ha ganado ni un título…'. Digo: 'Bueno, pues espérate, que luego llegarán'. Y llegaron después. Es verdad que no había ganado ningún título. Lógicamente, en el Valencia ser tercero no era un título, era un premio gordo que era estar en Champions, pero no era un título. Y es verdad que siempre dije que a mí me faltó dar ese paso. El último año quedamos en semifinales de Europa League y en semifinales en la Copa. Pues eso es mentalidad ganadora, que tú la tengas, no que la consigas.
¿Cuántas horas al día le dedicas al fútbol?
Bueno, también me gusta descansar, me gusta estar con mis amigos… Mira, ahora que hemos tenido un break he aprovechado, he hecho una cena con mis amigos, he estado con la familia, con mis hermanos, una comida. Y cuando tengo el break, en esos dos o tres días, veo poco fútbol. Luego cuando me pongo, pues sí… Pero hoy en día todos los entrenadores yo creo que más o menos le dedicamos el mismo tiempo. Otra cosa es cómo le dediques el tiempo. Y la gente joven que viene viene muy preparada a dedicarle mucho tiempo a esto. Porque hay que dedicarle mucho tiempo, tienes que analizar mucho, tienes que darle mucho a la cabeza, tienes que ver mucho lo tuyo para cómo mejorarlo, más que ver fútbol. Yo creo que a mí no me ha mejorado ver fútbol, me ha mejorado analizar fútbol.
O sea, ver entradores que hacen cosas, ver equipos que hacen cosas, tratar de encontrar yo mis cosas, eso es analizar más que ver. Yo cuando veo es porque veo de placer, y eso es pocas veces, cuando veo partidos de equipos anteriores míos, que digo: 'Voy a ver un poquito…'. Pero casi siempre acabas tratando de encontrar cosas para analizar.
"A mí no me ha mejorado el fútbol, me ha mejorado analizar fútbol"
Entrenador del Aston Villa¿De quién has cogido qué? ¿Algo que te haya gustado especialmente y hayas hecho tuyo?
Soy un aburrido en eso, porque siempre digo que el mejor es Guardiola, y es verdad, y no me cansaré: es así, Guardiola es el mejor. Es mejor porque es el que ha construido, construye, construye, construye y construye y hace versiones diferentes siempre. Es el mejor. Y luego hay entrenadores muy competitivos, siempre he hablado de Simeone. Incluso me cuestionaban que cómo podía opinar que los dos mejores son Guardiola y Simeone siendo diferentes. Y yo dije: 'Uy, ¿y por qué no? Porque los dos son muy buenos, cada uno a su manera gana y gana mucho'. Pero hay muy buenos entrenadores, admiro mucho a Valverde, también creo que está haciendo un muy buen trabajo Arteta, y hay entrenadores diferentes como Klopp, que es bueno. Y en España también salen entradores jóvenes buenos. Y luego en Inglaterra está De Zerbi, que está también aportando algo novedoso. Me gusta ver a todos esos. Pero siempre he dicho y sigo creyendo que el que tiene siempre un punto más es Guardiola. Bueno, también sus enemigos dicen que siempre ha tenido equipos muy buenos, pero yo lo veo desde otra perspectiva. Yo creo que él construye siempre algo de fútbol que está por delante.
¿El mayor reto, entonces, en la Premier es cuando uno se mide al City de Guardiola?
Sí. Yo tengo muchos retos también. Lógicamente, cuando juegas contra el City, pues por la dificultad que conlleva, ¿no? Pero los retos me los propongo yo: que nuestro equipo sea capaz de responder a unos niveles altos. Cuanto el nivel enfrente sea mayor, pues más, pero que tú tengas una identidad. Mi reto siempre es tener una identidad muy fuerte, propia, marcada, diferenciada. Eso es lo que busco siempre. Todos los equipos que he estado desde que empecé en el Lorca, siempre he tratado de hacer algo, de construir algo, de construir, de construir, de construir, y que sea algo que tenga su sello, su sello, su sello. Y sigo en eso. Y en la búsqueda de cómo hacerlo, de cómo transmitirlo.
¿Cuál sería la principal descripción o característica del sello de Unai Emery?
Es que no sé ponerle nombre… Que juegue un fútbol dominador. Y, claro, puedes encontrar un fútbol dominador pero luego están los diferentes niveles, entonces, ser capaz de hacerlo cada domingo. Y ser capaz de tener una presencia, de energía, de energía con juego. Ése sería el sello: energía y juego. Energía y fútbol, y que eso se imponga y que, no sé cómo decirlo… Te lo puedo decir con un vídeo, ponme la imagen [dice señalando una pantalla], mira, eso quiero. [Risas]
¿Qué vídeo sería?
Ha habido momentos muy buenos, pero ya no en el Aston Villa, en el Villarreal, en Europa, cuando juegas contra equipos que son mejores que tú y ser capaz de imponernos. Cuando jugamos contra el Bayern de Múnich en casa. Eso fue, eso fue… [Dice con los brazos abiertos]. Los primeros 45 minutos contra el Liverpool, esos son maravillosos. El partido contra el Juventus allí, brutal. El Atalanta. La final contra el Manchester United, siendo ellos superiores a nosotros, cómo fuimos capaces de competir. Por eso te digo mentalidad competitiva y ganadora. Decir nosotros vamos a tener nuestras cuatro opciones y ellos van a tener veinte. Vamos a intentar abortar las veinte de ellos y vamos a intentar con nuestras cuatro ganarles. Y fue así [se ríe)].
Eso es lo bonito del fútbol. Lo bonito del fútbol no es cuando tú eres mejor que el otro equipo, juegas y le ganas, y ya, ya he ganado. Lo bonito del fútbol es en la constancia y en la perseverancia, porque vas a encontrar equipos peores que tú que te ganen, equipos mejores que tú que tú les ganes, que se den las inercias normales. 'Bueno, yo soy mejor, voy a ganar, tengo que ganar', que también no se da, por eso digo que tienes que trabajar en que cuando tú seas mejor seas capaz de mantener esa superioridad y ganar, y cuando tú seas peor, que no siempre te ganen, que seas capaz tú de decir 'pues hoy le voy a ganar a este equipo'. Y si lo haces más veces, ahí está la diferencia, ahí está el fútbol al final. Y que tu equipo sea reconocido para algo. Para algo desde la brillantez defensiva, ofensiva, colectiva, de implicación del futbolista… y eso es lo que el fútbol lleva.
Antes hablabas de alcanzar tu máxima dimensión como entrenador. ¿A dónde te llevaría? ¿Cuál es el hito que te gustaría conseguir? Después de haber ganado cuatro Europa Leagues, ¿cuál es tu sueño?
Bueno, uno es disfrutar del día a día, disfrutar donde estés, y luego yo sigo soñando con algo máximo en el fútbol y a nivel de clubes es la Champions. Tuve la oportunidad en el Villarreal de jugar semifinales. Por un momento pensé que estábamos cerca de la final, o viví que estábamos cerca de la final, y eso fue grandioso. Soñaba con esa final contra el Real Madrid, en París. Entonces. sigo soñando, sigo soñando y buscando eso en mis sueños y en mis realidades, en el día a día. Si a mí me dices: '¿tú que quieres?'. Pues a mí me gustaría construir un equipo en el Aston Villa de Champions y que gane, y me gustaría un día jugar y ganar la Champions. Eso es algo que lo tengo ahí y que lo que voy a hacer es disfrutarlo el día a día. No voy a disfrutarlo si llega, porque igual no llega [se ríe]. Entonces voy a disfrutar del camino, por si no llega.
"Sigo soñando con algo máximo en el fútbol y a nivel de clubes es la Champions"
Entrenador del Aston VillaHas dicho el camino, que me ha sorprendido que no lo hubieras nombrado en todo este tiempo porque creo que es la frase que más veces te he escuchado decir, y también has hablado varias veces de 'top teams', 'business', 'break'... ¿Cómo llevas el inglés en esta nueva etapa en Inglaterra?
El idioma es muy importante para la comunicación y yo aquí hago un esfuerzo, el inglés tiene que estar en el día a día. Es nuestro comer. Entonces, la responsabilidad mía con el idioma es muy alta, muy alta. ¿Cómo lo llevo? Pues lo mejor posible, pero con la responsabilidad de explicarlo todo en inglés y tratar de llegar con el inglés a los jugadores y a los aficionados.
¿Ha cambiado respecto a tu etapa en el Arsenal, y te lo pregunto de forma seria, el tema recurrente del 'good evening'? Yo te he dicho muchas veces que tendrías que haber hecho 'merchandising' y haberlo aprovechado. También forma parte de tu sello...
Sí, sí, y lo he comentado… Lo más importante en nuestras profesiones y en nuestras vidas es también saber dónde estamos y cómo estamos. La posición que yo tengo la sé constantemente como entrenador. Entonces, bueno, trato de, desde mi responsabilidad y desde mi honestidad, mantenerme muy firme siempre.
¿Y eso en qué se traduce con el 'good evening'?
En la responsabilidad y la honestidad de tratar de hablar mejor inglés hoy y mañana mejor que hoy. Eso es. Y lo mismo en mi trabajo. Si gano, no van a decir nada y si pierdo, me van a decir algo. No. Tengo que estar por encima de los resultados, tengo que estar por encima de eso.