Diez años del 'pitbull' Tebas en LaLiga: "Es el Paco Jémez de la gestión; una máquina a la que le pierden las formas"
El 26 de abril de 2013 sustituyó a Astiazarán como presidente de la patronal. Sus amigos, "perseguidores", compañeros, periodistas, extrabajadores y presidentes dibujan su trayectoria.
Elaborar un perfil de José Ángel Sánchez (JAS), el último publicado en este serial, fue complejo. Pocos querían hablar de él para respetar su obsesión por el anonimato. Hacerlo de Javier Tebas, presidente de LaLiga, es aún más complicado justo por lo contrario: todo el mundo quiere dar su opinión, pública o privadamente, sobre un personaje que es querido u odiado, sin término medio. Aún hay decenas de mensajes, emails y audios sin desclasificar para este reportaje. La labor más compleja para conmemorar el décimo aniversario al frente de la patronal de este abogado de 60 años es separar la paja del grano. Descartar aquellos testimonios que piden salir con nombre y apellidos, para pelotear a alguien tan influyente ("es un fenómeno, ponlo"), y aquellos otros, en el extremo opuesto, que desean aportar dardos o rumores desde el anonimato para ajustar cuentas ("sólo puedo hablar asquerosidades de él").
En Javier Tebas cabe todo desde que, siendo vicepresidente de LaLiga, se aupó 12 años después para sustituir a José Luis Astiazarán como presidente. Fue un 26 de abril, como hoy, de 2013. Por eso, igual renueva sus mandatos sin elecciones y con una mayoría aplastante -ya van tres legislaturas, pese a que pretendía poner el tope en dos-, que alguno de sus cuatro hijos le canta de broma, en el salón de casa, lo que ya es un himno en cada estadio de España: '¡Tebas, vete ya!'.
La vida de este Licenciado en Derecho (colegiado 194) también es así, bipolar. Puede ser un día, como en 2004, la mano derecha de Piterman y al mismo tiempo resolver concursos de acreedores como los del Rayo, Mallorca, Xerez o Valladolid. O ser protagonista de varias leyendas urbanas sin fundamentar con las formas con las que su Huesca lograba los objetivos y después levantar un departamento de Integridad innovador, perseguir mil casos de corrupción y escribir un libro a cuatro manos sobre amaños llevado a la pantalla (El Fútbol no es así)."Es el Tempranillo [el bandolero más famoso de Andalucía] dirigiendo a la Guardia Civil", escribió Javier Gómez Matallanas en su día en El Confidencial y lo repite ahora en los corrillos como portavoz de la RFEF. También es capaz de hacer tierra quemada con todo lo que huele a Superliga y, a la vez, mantener como su segundo a Gil Marín que, en un primer momento, se unió a la causa de Florentino y Laporta. Puede pedir por la mañana, con vehemencia, la cabeza de un periodista y participar por la noche, de manera anónima, en algún acto benéfico. E incluso se atreve a lucir sus inseparables chalecos de punto y, simultáneamente, exige a sus colaboradores una trasera y un aro de luz, como los influencers, para sus comparecencias telemáticas. Sus contrastes son constantes.
"Tebas tiene muy claro su camino desde joven". José Antonio Martín Otín, más conocido como Petón, el mejor contador de historias, lo explica con una anécdota: "Un día, siendo yo capitán del Huesca, decidí salir un rato por las fiestas de San Lorenzo. Habíamos hecho un buen año, veníamos de jugar y teníamos ese 10 de agosto libre. Iba en dirección a La Parra, que es donde la gente suele quedar. Todos iban con ese puntillo que dan estos momentos. Imagínate. De pronto, me cruzo con un joven de 20 o 21 años, como unos cinco menos que yo, porque debía de estar en edad de estudiar, y con esa alegría va y me dice: 'Petón, en unos pocos años voy a ser el presidente del Huesca'. Me quedé alucinado. No sabía quién era. Luego supe que se llamaba Javier Tebas. Y sí, lo hizo. Llegó al Huesca porque el club estaba en crisis, había perdido la fuerza que tuvo y nadie quería estar ahí". Dirigió la entidad de su vida, en su primera experiencia futbolística, de 1993 a 1998, logró el ascenso a 2ªB y empezó su profesionalización.
En Costa Rica empezó todo
Hasta entonces, Tebas era desconocido fuera de Aragón. De hecho, en 1992 estaba más centrado en seguir formándose y en hacer sus pinitos como representante de Fuerza Nueva en Huesca. Él mismo fue el encargado de presentar ante los medios la lista de candidatos para el Congreso y el Senado. Los pilares del programa electoral eran, según El Periódico de Huesca de aquel 10 de octubre, "la preocupación en cuanto a la disolución del matrimonio y el aborto, considerando a éste como asesinato y cómplices a los que lo defienden". Algunos compañeros de aquellas aventuras reivindicativas, que prefieren no ser citados, censuran que algunos le llamen "fascista". Eso sí, bromean: "Es español de los pies a la cabeza y un gran defensor de la bandera. Vox se le queda corto. Lo ve casi como si fuera Izquierda Unida".
"Es español de los pies a la cabeza y un gran defensor de la bandera. Vox se le queda corto. Lo ve casi como si fuera Izquierda Unida"
La política y el Huesca le ayudaron a salir del anonimato hasta el punto de convertirse en asesor de Lopera y Ruiz Mateos. Aunque, aún hoy, poco se sabe de su vida. Por eso, una de las cosas que más sorprende al personal es que naciera en 1962 en San José, Costa Rica. Si la mayoría de sus perseguidores, como él mismo tilda a los que le hacen el juego en Twitter, tiene asumido que es aficionado confeso del Real Madrid al que se encara en los tribunales, pocos saben que sigue de cerca los resultados del Deportivo Saprissa. Hasta los cuatro años vivió en las playas de Puntarenas, en el Pacífico, adonde fue destinado su padre, militar. Allí, comiendo gallo pinto, desarrolló su buen paladar. Pronto volvería a España, porque su madre, Gloria, psicóloga y pedagoga, ejerció como catedrática en Zaragoza, donde él mismo se licenció.
De sus padres aprendió la importancia del trabajo, su catolicismo y devoción cofrade, su sexto sentido y que la familia, a la que sumó pronto un niño del Este en adopción, está por encima de todo. Diversos problemas médicos en su entorno, que por momentos le apagaron, no han hecho más que confirmar sus creencias y le han empujado a difundir estas prioridades en cada encuentro navideño con sus empleados: "Es un hombre de una pieza, tiene alma de acero y un buen corazón. Pese a sus detractores, es una buena persona. Está trabajando o en su casa. No se le conocen cosas raras", aseguran desde su gabinete de presidencia. Cuando ha perdido a algún ser querido, como su madre, le gusta echar mano de la canción 'La muerte no es el final', compuesta por el sacerdote Cesáreo Gabaráin y cuyo pasaje central fue elegido en 1981 como himno para honrar a los caídos de las Fuerzas Armadas.
Su aterrizaje en el fútbol
Su especialización en Derecho de la empresa, deportivo y concursal fue determinante para representar desde 1998 a numerosos clubes. Uno de los primeros fue el Badajoz de Marcelo Tinelli, el Murdoch argentino. Hay presidentes que le llegaron a llamar el "multiclub", pues esos años también ayudó, a veces con el beneplácito de los dueños y con el descreimiento de los aficionados, al Mallorca, Betis, Logroñés, Granada, Xerez CD, Cádiz... Colaboraciones que, en otros casos similares, ahora ejecuta su hijo Javier. El descaro y la tenacidad de JT, como a sus socios más cercanos les gusta referirse a él por escrito, le llevaron a liderar el G-30 en 2003 para la negociación conjunta de los derechos audiovisuales.
En esta época conoció a Dmitri Piterman, al que acompañó como abogado. Pepín Nereo trabajó al lado de ambos antes de ocuparse en cuerpo y alma a su funeraria en Santander: "Tebas es muy exhaustivo. No paraba ni a comer. Le bastaba con un sándwich en el Hotel Chiqui en El Sardinero, donde se hospedaba. Incombustible y cariñoso. Leía mucho. Muy estudioso y avanzado. Revolucionó el fútbol. Y lo dice uno que disentía. Teníamos debates muy acalorados. A veces se ponía agresivo para imponer su criterio. Pero luego es conciliador y sabe delegar. Se habla de su sueldo, pero para mí está mal pagado". Se lo bajó al llegar a 348.000 euros, porque Astiazarán "cobraba mucho", y luego le aprobaron una subida a 425.000, otra de 879.033 y, tras el guiño del Calcio, otra a 1,2 millones, más 250.000 en bonus.
En Vitoria tuvo mucho más peso con Piterman. Tres duros años en los que maldormía en el Hotel Lakua. Javier Lekuona, referente periodístico de la SER, lo recuerda así: "Entonces era muy amable y diplomático. Al principio iba a todos los juicios y luego delegó. Llegó como abogado prestigioso. El Alavés estaba abocado a la desaparición y él se sacó de la manga un plan para salvar a la entidad, logró que Piterman se marchase y consiguió que, de momento, no le llevasen a juicio. Se le odia porque se le ve como el escudo de Dmitri pero, aunque sea impopular decirlo, fue casi un salvador".
"En Vitoria se le odia porque se le ve como el escudo de Piterman pero, aunque sea impopular decirlo, fue casi un salvador"
Cadena SER VitoriaDe la empresa familiar a la «industria»
Tebas, catapultado, iba a más, así que el 15 de febrero de 2013 decidió presentarse a las elecciones a la presidencia de LaLiga. Fue el único candidato que dio el paso, con 32 de los 42 avales. Entonces se hizo cargo de una institución con 39 trabajadores y de una sede, en la madrileña calle Hernández de Tejada, hoy Embajada de Ghana, cuyas paredes y mobiliarios aún estaban impregnados de Marlboro y Brummel. De esos inicios ha pasado a liderar, desde la séptima planta de Torrelaguna 60, un transatlántico de la "industria del entretenimiento", como a su equipo le gusta tanto decir, con más de 700 trabajadores. "Como el dinero no es suyo, y es el de los clubes, no tiene reparos en gastar", recuerda un firme opositor.
Silvestre Jos, uno de los responsables del área de tecnología que trabajó durante diez años en LaLiga, estaba allí cuando él llegó: "La profesionalización, expansión y transformación han sido espectaculares. Tebas es una fuerza de la naturaleza por su empuje, conocimiento y exigencia. A pesar de su formación de abogado se atreve con otras áreas de negocio como la tecnología, de la que es muy fan, y comprende bien el valor de la marca, por eso cambió el nombre de LFP a LaLiga. Se crece ante la audiencia, y vende LaLiga como nadie; asociando su nombre a grandes marcas, como sus acuerdos de transformación digital con Microsoft, o que LaLiga cuenta con profesionales que provienen de grandes empresas como Netflix, Facebook, BBVA... La gente alucina fuera de España. Su dedicación es absoluta y eso es lo que le pide al resto. A veces podía mejorar las formas. Supongo que, para quien toma tantas decisiones, a veces prefiere equivocarse con su criterio que acertar con el de los demás. En los comités te podía pasar por encima. Mucha exigencia. Hay mucha gente que entraba con un nudo en el estómago, bien preparada, pero él es listo y rápido, y si encuentra una debilidad, puede tirar de ironía y hacerte pasarlo mal. Eso hace que te prepares mejor. Cada uno tendrá su historia, pero a mí me trató siempre con respeto y educación. Mi padre también era de Huesca y me consta el amor a su tierra". Su álbum fotográfico da fe: las fiestas de Huesca son una cita obligada en agosto, vestido con el traje típico de Benasque para la procesión o en los toros; en invierno suele ir a esquiar y a dar paseos solo por el monte para pensar.
Manuel Quintanar fue uno de sus primeros grandes fichajes como director de Integridad antes de aceptar la llamada de Cristina Cifuentes: "No se casa con nadie y menos con la mentira. Se lo tienes que demostrar todo, con documentación y por todas las vías. Por eso su equipo es competente, exclusivo y elitista. No le ciega la inmediatez, sabe interrogar a todos y administrar la información. Tiene ese don. Está siempre informado, antes de que tú les des los datos. Se anticipa al balón con sus colaboradores". ¿Y qué piensan de él, off the record para evitar rejones, los trabajadores que siguen a su lado? Valga una frase como resumen del sentimiento general: "LaLiga no puede ir mal cuando el presidente es, sin duda, el que más trabaja de toda la empresa". O una anécdota: "No habla inglés más allá de lo que se chapurrea en una discoteca, pero le da igual. No se corta. Una vez quiso pronunciarse contra Platini en una reunión internacional y dijo 'oye, que me traduzcan lo que voy a decir ahora mismo". O un dato: "Se ha recorrido varias veces el mundo y en los aviones no duerme ni mira por la ventana. No cierra el ordenador durante 12 o 13 horas. Se lee todos los medios y mil informes". O un detalle: "Si está relajado en las cenas, pide vino y lo elige él. Si anda tenso, se limita a estar y, en cuanto puede, se va".
La dedicación de Tebas no tapa rutinas que critican muchos de los que le rodean a diario, a veces imitando su voz aflautada. "Hay que abrirle siempre la puerta o te adelanta en el ascensor sin disimulo. Nada más verle sabes cómo está. Si llega de buen humor, se lanza a hacer bromas. Porque conoce a cada empleado al detalle. Si está de mala leche, calla y ni te mira. Los comités que dirige son famosos por su dureza. Reparte estopa. Hay mucha gente ahí con el culo bien apretado. No quiere ni oír hablar de cifras abstractas, quiere números concretos. Pide hasta el último dato mientras moja el sobao en el café. Y prohíbe entrar con el móvil, que hay que dejar en la bandeja". Por algo más de uno en la patronal le llama con retranca El Patrón.
Al final, justo eso, los datos, le avalan: más allá de la expansión, se ha pasado de ingresar 851 millones por los derechos de televisión a lograr 1.800, de tener 634 millones de deuda con Hacienda a menos de 100 y con ingresos ya calendarizados, de 153 denuncias por impagos de futbolistas a casi desaparecer... Y para llegar a esos registros nunca le ha temblado el pulso. Que se lo digan a Elche, Murcia, Reus o Barça, plazas donde no le pueden ni ver, y casos que han puesto al control económico varias veces en solfa. O a los medios, para los que impulsó el canon con las radios y el control absoluto de las retransmisiones. Es tajante. Si hace nada empujó a irse a Fernando Sanz por haber sido, supuestamente, agente doble con Rubiales, nada más llegar al cargo hizo lo propio con Augusto César Lendoiro por rendirle sus respetos a Jimmy, el ultra del Depor fallecido en una reyerta en el Manzanares. El expresidente del Depor lo recuerda así en una reciente charla con Relevo: "Con Tebas tuve una relación de amor y odio importante. Yo era el único embajador de LaLiga. Y me cesó por ir al entierro. Fue totalmente injusto. Eso no quita para decir que el cambio de LaLiga desde que llegó él ha sido extraordinario, brutal; enorme. Conoce muy bien el negocio del fútbol aunque no le gusta. Es difícil verle en un partido. Ha hecho una dupla importante con Roures en la reconquista de temas de la tele. Y ahí me quedo... Me gustaría ver a un hombre de fútbol al frente".
"Fue totalmente injusto conmigo; Tebas conoce muy bien el negocio del fútbol pero no le gusta"
Expresidente del Depor, fue embajador de LaLigaPeleas y motes para la Federación
Su momento cumbre llegó con la firma del Real Decreto-Ley de 2015. Y el más surrealista, con el Pacto de Viana que coordinó la expresidenta del CSD Irene Lozano. Después de haber vivido un enfrentamiento brutal con Villar y de apoyar a Gerardo González, Jorge Pérez y Larrea en la pelea para arrebatarle el sillón de la RFEF, parecía, sólo parecía, que con la nueva era en la Federación se iban a suavizar las cosas. El día anterior a ese 20 de abril de 2020 en el que se firmó el acuerdo, Tebas y Rubiales recibieron instrucciones desde el Gobierno: debían estar a las 9:45 en una dirección concreta de Madrid. Cada uno en una diferente, cercana, pero no la misma para saber así quién era el filtrador en caso de airearse. A esa hora apalabrada, recibieron las coordenadas precisas del encuentro. "A las 10:00 en la residencia del Ministro de Exteriores". Al llegar les requisaron los móviles para que nadie boicoteara una cita con sólo cinco dirigentes. Ahí surgió una gran preocupación. Tebas, que responde a los mensajes al instante en Whatsapp o en sus numerosos grupos de Telegram, no daba señales de vida. Sus socios más cercanos, Óscar Mayo, Javier Gómez, Víctor Martín, Luis Gil... se temieron una desgracia, ya que la cumbre se alargó hasta las 19:00, con picoteo incluido. De allí salió con 200 millones de euros menos (a repartir entre todo el deporte español en cuatro años), sensación de encerrona e incluso derrota, pero con el compromiso que buscaba: que se reiniciara de inmediato el fútbol en plena pandemia, salvando así los contratos televisivos firmados.
Esas semanas sin fútbol fueron críticas. "Enloqueció", cuenta su equipo. Y aun así, se creció. Un vicepresidente de un club modesto da las razones: "Un día, en una reunión online, dio detalles de todo tipo sobre el COVID-19, con una precisión alucinante, que se iba cumpliendo. Nos dijo que su hermano era virólogo [Pablo, de la Universidad de Pensilvania y colaborador en el proyecto de Bill Gates para encontrar una vacuna]. No deja de sorprenderte". Poco después, el puente con la RFEF se quebró. Así lo recalca uno de los presidentes más veteranos de Segunda: "Con Rubiales le patina el embrague. No puede hacer lo que hace en redes. Si el dicho asegura que 'vale más un mal acuerdo que un buen pleito', a él le encanta un juicio. Es su vida y así es feliz. Mira cuántas guerras ha perdido y cuántas ha ganado… Se acabará pelando a Rubiales. A Tebas no le echa nadie de LaLiga. Para nosotros es el mejor escudo ante las denuncias de Florentino y compañía". Por eso ahora, envalentonado, Tebas llama al mandamás de la Federación Rubi (jactándose de como lo hacía Piqué en privado) o Rubialejo -como guiño a Villarejo-, animó a Casillas a presentarse contra él e incluso en los mentideros se dice que intentará hacer lo propio pronto con Aganzo, Albert Soler u otro. "Está obsesionado con mandar en todos sitios", aseguran desde Las Rozas.
"Con Rubiales le patina el embrague. Si el dicho asegura que 'vale más un mal acuerdo que un buen pleito', a él le encanta un juicio".
Por batallas como éstas, la mayoría de los presidentes del fútbol profesional están con él. Uno de su comisión delegada da la clave: "No se esconde de nada. No me gustaría tenerlo de enemigo ni que esté enfrente para negociar. Si nosotros no queremos nunca el foco, a él le encanta. Le da igual todo. Te puede gustar más o menos pero LaLiga, antes de él, era una jaula de grillos en la que nadie se ponía de acuerdo ni para tomar café, y ahora una mayoría va junta a por todas. Los clubes están más fuertes, unidos e incluso agresivos que nunca. A veces, como con el Caso Negreira, ha sido él mismo quien nos ha tenido que frenar. Tiene una virtud muy grande. Es un estratega a largo plazo. Capaz de pensar cosas que ni se te ocurren. No da puntada sin hilo. Eso sí, podía ser mucho más conciliador. El personaje se lo ha tragado. Es el Paco Jémez de la gestión. Es una bestia, una máquina a la que le pierden las formas".
Fan del menú del día
Otro director general, de los que suelen participar en las Asambleas, aclara una cosa: "Pese a lo que es, tiene cero ostentación". Un hecho lo confirma. Si no viaja, vive en su despacho y se come un menú del día al lado de LaLiga, en el Cuco's, a ser posible con Mario, su chófer, o con Javier Gómez, director general. Prefiere salir a hacer un pedido. Si acaso, acude a Casa Carmen o La Txulapona, en el Arturo Soria Plaza. Aprovecha que corren otros tiempos: cuando empezó su cruzada contra los ultras no podía poner un pie en la calle y tenía guardaespaldas. Esta misma fuente va más allá: "Le va la marcha. Es el perro de presa que necesitamos. Un pitbull. Podíamos tener un chihuahua, pero queremos al pitbull. Aunque sea caro y coma diez kilos de comida al día. Antes era más enfermo del dinero. Ya no. Se siente seguro. Hace 15 años mataba por tres euros. Le va más ganar las guerras que libra. Le da igual que no le apoye la sociedad. Lo que está claro es que no le van a contratar en el Club de la Comedia".
Aun así, ha dejado frases para la historia. Habló de Soledad García, la recaudadora de Hacienda a la que conoció en el Rayo: "Quiere liquidar a los clubes". Ello le costó una querella, que luego le buscase las cosquillas en LaLiga y con inspecciones de sus cuentas personales y profesionales en el despacho que Tebas tiene con su segunda pareja, Marta Coiduras. Sobre Cataluña, en los tiempos más duros del Procès: "Si se independiza, Barça y Espanyol no podrán competir en España por ley". Y acerca de la AFE de Rubiales, cuando en 2015 amenazó con una huelga que la Audiencia declaró ilegal. "Que no vengan con escenas como Bildu y HB". Ahora tiene otros lemas estrella que alterna si se dirige a los dueños del PSG y el City, trileros del fair play financiero, o a los haters en redes que le afean, entre otras cosas, "comprar voluntades con el branded content", y ser tan lenguaraz: "Tomas pastillas para mentir", "esos son comentarios de barra de bar", "Florentino nunca pierde" y "yo tampoco leo todo lo que firmo".
A sólo un año de acabar su mandato, sus enemigos más enconados saben que tienen pocos meses para recaudar los avales necesarios y evitar su continuidad. Como intentó sin éxito hace años Aranzabal, ex del Eibar. Los fieles escuderos, por contra, no quieren ni plantearse un relevo. Pese a que JT les manda el primer mensaje del día a las 5:15 y el último a la 1:00 de la madrugada: "Nos preocupa la sucesión. Necesitamos que se quede porque no hay nadie con su perfil para frenar a la Superliga y a Rubiales". Mientras le nombran persona non grata en Osasuna, Cantabria o A Coruña, y propone otro sistema arbitral, vigila el lanzamiento de LaLiga Impulso y el acuerdo con CVC o funda nuevas asociaciones internacionales a lo Robin Hood, la prioridad de Tebas es firme: "Quiero seguir más allá de 2024, jubilarme en LaLiga y ayudar al fútbol europeo". Petón sabe que, con puntillo o sin él, con gracia o sin ella, no va de broma.