Diego Costa: "Vinicius tiene razones para luchar, pero si pasa con alguien del Getafe o Rayo le dirían 'tonto, vete a casa'"
En la segunda parte de la entrevista con Relevo, el delantero aborda la polémica del racismo, su paso por la Selección y sus opiniones sobre Mourinho o Lopetegui.
No hace mucho, Diego Costa sintió que había perdido la ilusión por seguir al fútbol. Darse cuenta de que su carrera se va acabando le ha devuelto la ilusión de un niño. Se ha probado en la Premier, en el Wolverhampton. donde se ha reafirmado que todavía le quedan muchos goles por meter. Busca algo que le motive.
Si empezábamos en una primera entrega de esta entrevista por sus años en el Atlético de Madrid y su relación con Diego Simeone, el de Lagarto ofrece ahora, entre otras muchas cosas, su opinión sobre el caso de racismo contra Vinicius, sobre las dos caras de Mourinho, su decepción con Julen Lopetegui o cómo se tomó las críticas cuando se nacionalizó para jugar con España.
¿Cómo era aquel niño de Lagarto y qué queda de él?
Siempre fui un poco travieso, daba trabajo a mi madre, pero siempre buen chico. El fútbol lo llevaba en la sangre, así que pasó lo que tenía que pasar. Soñaba en dar una buena vida a mis padres. No pensaba en tener mucho dinero, simplemente en poder regalarles algo.
Ahora estoy disfrutando de lo que queda, que no es mucho, hay fecha de caducidad en el futbolista. Tuve un momento que no tenía la ilusión de seguir, pero hace poco volví a jugar y me encantó. Lo echaba de menos. Voy a seguir disfrutando con la ilusión de un niño pequeño.
Ahora que ves que va quedando poco, ¿lo disfrutas más?
Sí, lo tuve claro estos meses en la Premier, no sé si es porque es una competición que me mola mucho, el día a día... Pensé que no lo echaba de menos. Pero pienso que puedo, fui a probar a ver cómo estaba mi cuerpo, cómo sería volver a competir en una liga así, y me encontré muy fuerte.
¿Con qué delantero te has sentido más cómodo en un campo de fútbol?
En mi mejor momento en el Atleti fue con Villa, era un 9, 10, salía mucho, tenía mucha calidad. Donde yo era un único 9 fue ahí, porque con Falcao yo jugaba más en banda y la pelota tenía que ser para él. A Villa le gustaba dar asistencias. Metimos muchos goles juntos.
Aunque para mi juego, Fábregas era el mejor porque me buscaba siempre. Yo empezaba a correr y ya me veía, nos conocíamos mucho. La mayoría de los pases de gol que he metido, me los dio él.
"Con el mejor delantero que he jugado fue con Villa, aunque para mi juego Fàbregas era el que me buscaba siempre"
¿Mantienes contacto con David Villa?
Cuando nos vemos nos da mucha alegría, nos tenemos un respeto mutuo, es un chico impresionante. Si eres una buena persona, sientes la energía de cuando se alegran por verte. Creo que he dejado buena onda, soy un chico muy amable en un vestuario, en ningún vestuario pueden decirte algo malo de mí.
En momentos cruciales de tu carrera, te has visto obligado a parar. Ya sea por lesión, cuestiones administrativas para poder inscribirte, sanciones… Pero siempre has vuelto. ¿Cómo lo lograbas?
Gracias a cómo ha sido mi vida desde pequeño. Soy futbolista y tengo mucha gente que me cuida. Imagina esa gente que no tiene a nadie que le ayude. Al final vuelvo más fuerte.
Juraste la Constitución española y defendiste la camiseta de nuestro país. ¿Por qué acabaste tomando esa decisión?
Era una selección que yo decía que me encantaría jugar con esos futbolistas. Soy brasileño y me siento brasileño, pero es muy grato para mí, España es mi hogar, hoy sigo aquí. Si los capitanes y la gente de ahí me querían, yo encantado. Era algo que cualquier futbolista lo hubiese decidido.
¿Fuimos injustos contigo?
Era normal, yo era del Atleti. Lo que yo pasé para poder estar aquí, nadie lo sentiría. La crítica al juego puede venir, pero hay gente mala. Hay periodistas buenos que hacen bien su trabajo, puedes hacer perfectamente una crítica. Otros lo hacen para hacer daño y eso es porque son envidiosos, esa gente nunca va a tener éxito, serán siempre amargados. Es de ser una persona mala. A mí me da pena. Si has estudiado, te has formado, puedes hacer una crítica, sabes usar las palabras mejor, puedes hacerlo de una forma elegante. Si lo haces feo es por envidia, y porque eres un amargado en tu casa. Si sus hijos ven a su padre haciendo eso, les debe dar vergüenza.
¿Qué fue lo que más te dolió en aquel momento?
Yo pasaba, intentaba no ver nada, porque por más fuerte que seas, a nadie le gusta leer algunas cosas. No quería coger sentimiento de rabia o de odio hacia los demás.
¿Te arrepentiste alguna vez?
No me arrepentí por el trato de la gente de dentro y de los jugadores, me sentí uno más. Me arroparon todos, con Ramos me mataba en los partidos y luego muy bien, lo mismo con Piqué. Xavi e Iniesta son dos chicos muy buenos, Pepe Reina es un fenómeno, había muy buen rollo conmigo. Yo también soy tranquilo y sabía que debía estar ahí de una forma distinta.
¿Cómo le explicas a alguien que puedes sentir la camiseta de España, aunque no hayas nacido aquí?
Por tu vida. Yo, por ejemplo, cuando voy a mi ciudad y no me veo viviendo allí de nuevo. Mi hogar es España. Me voy de vacaciones y cuando vuelvo, me siento súper a gusto aquí. Ese sentimiento que hay jugadores que juegan sin sentir nada y otros que sí, es relativo. Si vas a la selección aumenta tu prestigio, pero económicamente no te va a dar más. Hay parón de FIFA y esos tres días podrías irte por ahí con la familia. No ganas más por estar ahí y tienes menos vida. En Brasil me criticaron mucho más. Todo pasa. El tiempo lo cura todo.
¿Algunas situaciones te han recordado a las vividas esta temporada con Vinicius?
Es muy difícil opinar sobre Vinicius, ¿sabes? Recuerdo que cuando vine a jugar a la Liga española, yo escuchaba a rivales que me decían 'vete a tu país', 'muerto de hambre', 'mono de mierda'… Sabía que era para sacarme del partido, pero entiendo que a ellos les duela mucho. Vinicius es un chico preto (negro en Brasil). La historia es totalmente diferente, el racismo viene de mucho tiempo y la gente ha sufrido mucho, a ellos les duele mucho. Trataban a las personas negras de forma muy diferente. Hay mucha gente que dice que hay que pasar, pero no. Hay que pasar de algunas, y para mí es más fácil pasar que para ellos, porque nada va a suplir lo que han pasado, los perros vivían mejor. Sólo ellos saben lo que duele. Hay gente que utiliza eso para hacer teatro, pero Vinicius no, por suerte está en el Real Madrid y representa mucho. Tiene fuerza y poder, si pasa con alguien del Getafe o Rayo le dirían 'tonto, vete a casa que tú cobras para eso'. A la Federación y a la sociedad se la sudaría. Vinicius tiene razón para estar luchando. Ha pasado de todo, la gente le decía que era muy malo, que no sabía qué hacer con el balón… Y mira lo que es hoy, nadie le ha regalado nada. Tiene toda la razón para pedir un trato de igualdad.
¿Cómo te sentó que algunos medios ingleses te catalogaran como "El chico sucio de la Premier"?
Me da igual. Primero que no lo leía porque no lo entendía. La gente me decía eso, pero es un juego, cuando eres extranjero siempre te van a mirar diferente. En la vida hay que tener focos, eso vende. Yo era un foco y no por ello dejaba de ser yo mismo.
¿Alguien te ayuda en esos momentos?
No, no, nunca.
¿Nunca acudiste a ayuda psicológica?
¿Para qué? Desde el respeto, el delantero si no mete goles y va a hablar con un psicólogo... Lo que necesita es meterlos. Otra cosa es una cuestión personal, familiar… Pero en la vida hay momentos de todo. Es una mentira de los psicólogos deportivos porque el entrenador va a querer saber y controlar todo. Nunca será una conversación limpia si pertenece al club o al propio staff técnico. Otra cosa es buscar uno independiente. Lopetegui contrató uno a final de temporada, cuando peleábamos para no bajar. Nos dio un papel para que escribiéramos cada uno qué podíamos aportar para salir de ahí. Yo entrenaba todos los días, me decían que había cambiado con mi alegría, etc. Yo escribí la palabra 'JUGAR'. Me pusieron ese papel en el vestuario antes de los partidos. Qué coincidencia que empecé a jugar. Psicología, sí, pero fuera del club.
¿Tú has tenido paciencia en el fútbol?
Demasiada, he comida mucha mierda. He ido a jugar a todos lados. Siempre intentaba esperar mi momento.
Nos has hablado de Simeone , pero ¿cómo es Mourinho?
Tácticamente es muy inteligente. Fue donde más disfruté, es una persona muy agradable cuando ganas. Cuando pierdes, se rompe la cuerda. Hay entrenadores que saben digerirlo antes. Es jodido y hay que tener una personalidad fuerte, pero disfrutas mucho de la temporada. Con el 'Cholo', aunque ganes, no tienes vida. el Profe cree que, si no entrenas durante dos días, pierdes la forma.
"Con Mourinho disfruté mucho. Es muy agradable cuando ganas. Cuando pierdes, se rompe la cuerda"
¿Y Lopetegui?
Me llevó al Mundial de 2018 y le tengo mucho cariño, pero en lo profesional ha sido una decepción a la hora de llevar el grupo, no lo digo sólo por mí. Quizás como le echaron del Mundial, parece que aquello le alejó del jugador. No le ves alegría y es un hombre bueno y sano.
"A Lopetegui le tengo cariño pero en lo profesional ha sido una decepción. No le ves alegría"
¿Os decepcionó en el Mundial de Rusia cuando se marchó?
Tenía que estar ahí. Nunca se sabe, pero si hubiera estado, hubiéramos llegado lejos. Tenía mucho control del equipo.
¿Y ahora? ¿Qué proyecto te gustaría encontrar?
Estoy buscando algo que me motive, tengo las mismas ganas de siempre, siento que tengo mucha energía y me he sentido muy capaz este último tiempo en la Premier.
¿Tal vez en España nos hemos olvidado demasiado pronto de ti?
El fútbol es así, yo me quedo con el cariño de la gente.
¿Te imaginas cómo será tu vida cuando dejes el fútbol?
Estar con la familia, ir a la playa, jugar con los amigos, meterme en la montaña, en la selva, trabajar para que no se acabe. El futbol está en mi ADN, en las canchas de futvoley de mi casa compito también mucho.
Personalmente creo que en algunos momentos habría sido interesante escucharte.
Hay gente que me ha hecho daño, así que sólo doy entrevistas cuando me siento cómodo o el periodista se lo merece. Me siento orgulloso del chico bueno que soy, siempre con los pies en el suelo y con humildad. Me quedo con eso.