A Diego Conde, el portero revelación de LaLiga, le comparaban con De Gea y aprendió de Oblak: "Sería un sueño jugar en el Atlético, cerrar el círculo"
El guardameta del Villarreal analiza su llegada a la élite y sus metas tras una campaña en el Leganés que "me cambió la vida".
Diego Conde (Madrid, 1998) no duda en afirmar que la temporada del ascenso y Trofeo Zamora con el Leganés la pasada temporada fue un antes y un después en sus veintiséis años de vida. "Me ha cambiado la vida a nivel futbolístico", verbaliza el actual guardameta del Villarreal y portero revelación de LaLiga, donde apenas había disputado catorce minutos con el Getafe antes de hacerse con la meta del equipo de Marcelino, quien, según el madrileño, "mezcla a la perfección el equilibrio entre exigencia y confianza".
La que le ha dado a él en detrimento del brasileño Luiz Junior, por el que el Villarreal pagó este verano 12 millones de euros al Famalicao y se convirtió en el portero más caro en la historia del club groguet. "Estas cosas muchas veces son más, vamos a decir, carne de conversación de la opinión pública. Para mí lo vale, me parece un grandísimo portero y creo que va a dar mucho que hablar en Europa. Tenemos una relación muy, muy buena y un ambiente de trabajo muy bueno. Mucha cordialidad, muy buena fe del uno al otro y del otro al uno", señala Diego Conde, que destaca la influencia de Oblak en su paso por la cantera del Atlético de Madrid, donde jugó desde los 9 años hasta el filial, y un anhelo con vistas al pasado y al futuro: "Sería un sueño jugar en el Atlético. Sería cerrar el círculo de canterano que sueña con llegar al primer equipo y finalmente llega".
¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes después de tu primera portería a cero?
Bien, contento. Para los que jugamos en la parte de atrás, siempre ayuda, y más después de varios partidos en los que hemos estado muy cerquita, pero por circunstancias, penaltis en concreto, no se ha dado, así que yo creo que es una alegría para todos. Sobre todo, que es fruto de un grandísimo trabajo y esfuerzo que estamos haciendo todos.
No fue un día fácil, además. Volvías a jugar después de no haber disputado el encuentro anterior por la Dana. Había un componente emocional importante.
Lo dije en rueda de prensa al terminar el partido: para mí el fútbol ahora no debería ser protagonista y menos aquí en la Comunidad Valenciana, pero bueno, al final toca jugar y se hace difícil. Se hace difícil porque yo creo que a los que estamos aquí nos ha tocado de cerca y es complicado. Pero bueno, al final lo haces un poco por la gente, por todos los aficionados que van a alentarte allí, por darles una pequeña alegría y también por rendir ese homenaje a todas esas personas que lo están pasando mal.
¿Te obsesionaba de alguna manera que llegara esa portería a cero?
Sí y no. Por una parte sí, por supuesto, porque como portero me gusta encajar poco y me gusta tener esa sensación de que sales al campo diciendo 'es que no me meten ni aunque me tiren ochenta veces', pero también hay que entender un poco las circunstancias y el contexto de cada momento. Yo vengo de una categoría inferior, donde el equipo en el que yo jugaba, en el Leganés, defendíamos generalmente en bloque bajo, lo que permitía muy pocos espacios al rival y, por lo tanto, concedíamos menos ocasiones. También, el fútbol de Segunda División es bastante más directo y nosotros en ese aspecto nos encontrábamos muy cómodos y concedíamos muy poco al rival, éramos muy sólidos.
Entonces, vas a una categoría, vas a un equipo que pretende ser mucho más protagonista, que a nivel defensivo también muchas veces, por qué no decirlo, arriesga, porque al final defendemos en bloques altos, en bloques medios avanzados, y eso también nos permite que cuando recuperamos estamos cerca de la portería rival, pero también es un riesgo muchas veces. Y también un equipo que hemos sufrido una transición brutal, que se han ido muchos jugadores, hemos venido otros nuevos y con todo ese encaje de piezas creo que el equipo está funcionando de maravilla, que estamos haciendo un trabajo muy, muy bueno, una labor defensiva muy buena, independientemente de que en algunos partidos hayamos sufrido o hayamos encajado más goles de los que a lo mejor en otras circunstancias habríamos encajado.
Pero yo creo que lo importante es el proceso, que se está trabajando muy bien, que hay una idea muy clara de trabajo, que hay unos automatismos que cada vez se ven más claros y yo creo que Villarreal va a ser un equipo muy sólido y que va a encajar muy poco a lo largo del año.
¿Qué te dijo Marce? Encajar poco y dejar la portería a cero ha sido uno de sus reclamos desde que llegó, la solidez defensiva es siempre una de las grandes claves de sus equipos.
Pues mira, yo creo que al acabar el partido, por supuesto, contentos por la victoria y por esa portería a cero, pero al final nuestra mente estaba tanto en Ilias como en Kiko, que han sufrido lesiones. Lo de Kiko, gracias a Dios, no es nada grave, pero sobre todo lo de 'Ili', y también por la situación que hemos comentado antes que estamos viviendo. Entonces, esa sensación de alegría de haber hecho el trabajo bien, pero preocupación. Nuestra mente estaba un poco en esas dos situaciones.
"Hay que regularizar la cantidad de partidos. Hay que cuidar al jugador y también el bien del espectáculo, porque lo mucho aburre"
Te iba a preguntar precisamente por la lesión de Ilias y por la cantidad de roturas de cruzado que se están dando. Lo vivisteis de cerca con la lesión de Ter Stegen en La Cerámica, las lágrimas de un Yeremy Pino que venía de sufrirla la campaña anterior… ¿Es algo de lo que habláis entre vosotros? ¿Hay una preocupación latente y creciente entre los futbolistas?
Con decirte que este fin de semana (*por el de la última jornada de Liga) ha habido tres cruzados, tres, te lo digo todo. Muchos compañeros míos lo están hablando, Dani mismamente el otro día. Hay que llegar a un momento en el que se regularice la cantidad de partidos, y no hablo de nosotros, que sólo tenemos dos competiciones este año, pero sobre todo los equipos grandes que tienen Europa y que muchos de sus jugadores también son internacionales, es una carga abusiva de partidos.
Hay que cuidar al jugador, hay que cuidar también el bien del espectáculo, porque lo mucho aburre, y yo creo que entre todos tenemos que mediar, vamos a decir, para alcanzar una solución que favorezca tanto al espectáculo como a la salud del jugador, que es lo más importante. Y también al cuidado del aficionado, que muchas veces estamos viendo partidos los viernes o los lunes, que son muy complicados para los espectadores por los trabajos. Muchas circunstancias que creo que se podrían mejorar y que deberíamos darle una vuelta y tomar medidas.
De muy buena salud está gozando tu llegada al Villarreal, con MVPs, mejor parada del mes de agosto por tu partido en Sevilla, con grandes actuaciones. ¿Cómo te estás sintiendo en tu aterrizaje en el Villarreal y en la élite? Porque ahora hablaremos de que apenas habías disputado un partido en Primera División.
Sí, muy feliz, muy feliz porque creo que era el club ideal al que venir. Es un club muy grande, con unas aspiraciones mayúsculas, con todos los mimbres para estar arriba cada temporada y también es un club súper familiar, súper cercano, en el que todo el mundo te trata como a su propia familia desde el primer momento y que hace que a los que hemos llegado nuevos encajemos de la mejor manera, nos adaptemos rápido. A la vista está, que el equipo ha funcionado desde el minuto 1.
Para mí, una grandísima experiencia este comienzo que, independientemente de haber estado dos temporadas en Primera, apenas disputé 14 minutos, por lo tanto, sí que podríamos decir que es mi primera experiencia real en Primera compitiendo. Y feliz, porque creo que se está dando bien, el equipo está rindiendo de maravilla, estamos arriba, nos sentimos capaces de competir con cualquiera, y particularmente estoy teniendo la confianza del míster, que le agradezco mucho que así sea. Intento darle argumentos para que siga siendo así y poder también hacer buenos papeles en el campo.
Unos argumentos que le han llevado a probar en sólo un partido en Copa a Luiz Júnior. El Villarreal hizo el mayor desembolso en su historia por un portero, los 12 millones de euros que pagó por él. ¿Es algo que a ti te pesa en algún momento? ¿Cómo viviste tú esa circunstancia al llegar y pensar en ganarte el puesto?
Bueno, a ver, yo creo que estas cosas muchas veces son más, vamos a decir, carne de conversación de la opinión pública. Yo creo que el club intenta reforzar todas las posiciones que tiene y en cada posición las situaciones del mercado son diferentes, En nuestro caso en particular, Luis ha sido el fichaje más caro en la portería de la historia, para mí lo vale, me parece un grandísimo portero y creo que va a dar mucho que hablar en Europa. En mi caso pues un desembolso menor, pero al final cada jugador viene a competir el puesto, cada jugador viene a intentar ganarse lo suyo desde el primer minuto y luego es el míster el que tiene que decidir en el campo. Muchas veces los números se hablan mucho más fuera, pero en el campo intentamos demostrar todos en el día a día y dar esos argumentos al entrenador.
"Luiz es un chico fenomenal. Tenemos una relación muy, muy buena, está aprendiendo español ya y un ambiente de trabajo muy bueno. Mucha cordialidad, muy buena fe del uno al otro y del otro al uno"
Dices que es un gran portero. ¿Cómo está siendo vuestra relación? ¿Habéis creado vuestra propia opinión pública y habéis hablado al respecto de vuestra situación, de vuestra competencia?
No, al final nosotros nos limitamos a trabajar. Luiz es un chico fenomenal. Creo que tenemos una relación muy, muy buena, está aprendiendo español ya y, sobre todo, un ambiente de trabajo muy bueno. Mucha cordialidad, muy buena fe de parte de uno al otro y del otro al uno. Eso es lo importante, que hay un ecosistema bueno entre los porteros, que al final pasamos mucho tiempo juntos.
Está siendo un gran arranque de campaña para ti y también lo fue la anterior: logras el ascenso con el Leganés, te haces con el trofeo Zamora… Fue un año muy importante para ti.
Sí, desde luego. El año pasado para mí ha sido, sin duda, el año más feliz y más exitoso de mi carrera. Espero poder superarlo pronto (se ríe), pero sí, la temporada pasada fue un año muy bonito en lo colectivo, por fin disfrutando del fútbol profesional después de mucho tiempo en la sombra, con una afición que nos llevó en volandas y que a mí particularmente me ha demostrado un cariño brutal y que les estaré eternamente agradecido. El resultado fue el mejor que podía ser: un ascenso, un título de campeones, en mi caso particular el Zamora y yo creo que lo más importante de todo eso es devolver a un club como el Leganés a Primera división, que es donde debe estar por grandeza y por la ficción que tiene.
Te iba a decir que terminaste con el Trofeo Zamora bajo el brazo, pero no sólo bajo porque creo que te lo tatuaste.
(Se ríe, se gira y enseña el tatuaje en la parte posterior del brazo derecho). Tatuado lo tengo.
¿Esa temporada en el Leganés ha sido un antes y un después en tu vida?
Sí, esta temporada me ha cambiado la vida a nivel futbolístico. La carrera del futbolista es muy corta y hay momentos cruciales en los que hay que tener ese punto de fortuna y, sobre todo, ese trabajo que lo respalda para poder responder en el campo. Indudablemente, la temporada pasada ha sido un cambio radical para mí, me ha permitido la oportunidad de estar en un club tan grande como el Villarreal y también me hace que esté muy agradecido al club y a Chema (Indias), que me dio la oportunidad de volver.
Hablábamos de aquellos 14 minutos que habías disputado en la élite hasta tu llegada al Villarreal. ¿Cómo recuerdas tu debut en Primera? Un 4 de febrero de 2022, contra el Levante, se lesiona David Soria y tienes esa efímera oportunidad.
Sí, es una experiencia residual. Fue contra el Levante y no recuerdo si íbamos ganando 2-0, 3-0, no estoy seguro. Fue residual porque apenas tuve un par de acciones: un balón aéreo y una falta lateral, un par de acciones con el pie y un par de situaciones que estuvieron cerca pero que no llegué a intervenir, y poco más. Feliz, porque al final ese debut supone cumplir el sueño que todo jugador se marca, que es llegar a la máxima categoría, pero realmente no me sentí partícipe del partido ni tampoco me sentí partícipe del equipo, porque apenas tuve esa participación en dos temporadas completas, pero me quité esa espinita de debutar en el fútbol profesional y con la intención de seguir trabajando para que llegasen más oportunidades.
Debutaste con Quique, antes habías tenido a Míchel, luego llegó Bordalás, Borja Jiménez en el Leganés y de Marcelino en el Villarreal, por el que ahora te preguntaré. Hablamos de ellos. ¿Tienes algún recuerdo especial? Algo que te haya marcado especialmente en tus inicios.
Respecto al Getafe, mis palabras de agradecimiento siempre serán para Michel, que fue el entrenador que al final dio el sí a que yo pudiese dar ese salto a Primera División. Desde el primer momento me mostró cercanía, me mostró completa transparencia, me dijo cuál iba a ser mi rol y lo que esperaba de mí, y yo creo que eso es todo lo que espera un jugador de un entrenador, que sea sincero con él, que le dé ese cariño también, que le exija pero que le muestre las cosas tal y como son.
Y luego del Leganés, obviamente estoy agradecido a todo el mundo, al míster, a Borja, a todo el cuerpo técnico; a Juanjo, el entrenador de porteros, pero todo el mundo sabe que tengo un cariño especial por Chema, Chema Indias, que es esa persona que más ha confiado y más ha apostado por mí desde que estoy en el fútbol profesional, dándome hasta en dos ocasiones la oportunidad de ir al Leganés, y yo le estaré eternamente agradecido. Le intenté devolver esa confianza en el campo, creo que correspondí (sonríe) y guardamos esa relación de cariño mutuo.
¿Qué te pedía Michel? ¿Cómo fue aquella conversación con él que te marcó tanto?
Bueno, yo venía de estar precisamente en el Leganés, de no competir, de no haber jugado nada y cuando se da esa posibilidad, Míchel me llama y me dice que me conoce, que sabe lo que puedo hacer, que lógicamente tengo que entender el rol con el que llego pero que él me va a exigir y me va a cuidar como a uno más, y que si en algún momento ve clara la circunstancia de que en el campo me estoy ganando al competir, pues no le va a temblar el pulso en ponerme. Por desgracia, comenzamos la temporada con muchos resultados adversos y apenas estuvo ocho semanas, pero bueno, fue mi primera experiencia en la máxima categoría y creo que no pude tener un entrenador mejor que Míchel y le estoy muy agradecido.
"Marcelino mezcla a la perfección el equilibrio entre exigencia y confianza. Transmite mucha pasión y mucha intensidad al equipo"
¿Y qué te está aportando Marcelino?
Marcelino creo que es el entrenador más completo que he tenido. A la vista está por la trayectoria que tiene. Creo que mezcla a la perfección ese equilibrio entre exigencia y confianza. Creo que transmite mucha pasión y mucha intensidad al equipo. Creo que tiene una idea muy clara del juego, que a la vista está y cada vez se nos nota más en el campo, tanto a nivel defensivo como a nivel ofensivo. El equipo tiene una identidad propia y eso es muy complicado. Yo creo que poquito a poco y jornada tras jornada se va a ver esa identidad más marcada todavía. Se va a ver ese equipo sólido, correoso pero que también es muy atrevido con balón, que busca ser protagonista, que es capaz de desenvolverse en diferentes registros y yo creo que Marcelino está aportando todo eso al equipo.
¿Siempre quisiste ser portero, Diego?
No, en realidad no. (Se ríe). En realidad yo empecé jugando de delantero, como la grandísima mayoría, lo que pasa es que en un partido me tocó ponerme de portero porque no había e íbamos rotando en el equipo del colegio y me vieron de la escuela de fútbol de Carabanchel, y a partir de ahí ya me vi obligado a la portería, y menos mal, porque si no, no habría llegado ni a la vuelta de la esquina. (Se ríe).
¿No eras buen delantero?
No era buen delantero. (Se ríe). No era buen delantero, y cada vez que me toca hacer un despeje de cabeza, no veas, me sale un chichón. No me quiero imaginar mis compañeros cómo tienen que tener de duro el coco para hacer esos remates. (Se ríe).
Te ve el Carabanchel, con 9 años llegas a la escuela del Atlético de Madrid, has pasado por todas sus categorías inferiores y luego arranca la Liga y va y el primer partido es contra ellos. Imagino que fue especial, ¿no?
Sí, para mí fue el debut soñado. Firmas en un grandísimo equipo como es el Villarreal, comienzas jugando en Liga y ¿contra quién debutas? Pues contra el equipo en el que has estado toda la vida, donde te has criado y donde tienes tus mayores sentimientos. Fue una experiencia preciosa, con el estadio lleno, con toda nuestra gente apoyándonos, consiguiendo sacar un empate contra un gran equipo como el Atlético de Madrid, y muy feliz porque también pudo estar toda mi gente: mi mujer, mis padres, amigos, mi hermana, pudieron estar todos viéndome. Y se me pone bien la gallina cuando te lo digo. Al final es la respuesta a todo el esfuerzo de estos años atrás, en los que hemos tenido que picar mucha piedra sin ver resultados y que se hayan podido ver ahí, para mí y sobre todo para mis padres, es una alegría inmensa.
¿Cómo fueron tus años de cantera? ¿Tu sueño era debutar con el Atlético de Madrid? ¿En algún momento te viste pudiendo llegar a cumplirlo?
No llegué a planteármelo nunca, porque creo que estamos en un momento en el que el Atlético de Madrid está en la mejor etapa de su historia, aspirando a todo cada temporada y cuando yo doy el paso al filial, que es ese último escalón antes del primer equipo, teníamos al señor Jan Oblack en su prime (se ríe), que no había Dios que le metiese un gol, y lo veía muy lejos.
Cuando uno sale de juveniles todavía está muy inmaduro, le faltan muchas cosas por coger y más en la portería, que es una posición que necesitas ese pose, esa experiencia, ese saber estar y nada, me tocó buscármelas fuera. Gracias a Dios, se ha podido dar la situación de llegar a la Primera división, pero en aquel momento no, ni me planteaba llegar al primer equipo porque lo veía muy lejos. Había mucho nivel de diferencia. (Se ríe).
Oye, ¿y te planteaste algo con el baloncesto, Diego? Porque has nombrado a tu hermana, que es jugadora de baloncesto profesional (actualmente, en el USK Praga). Tú te decantaste por el fútbol, pero ¿coqueteaste también con el baloncesto o cada uno lo tuvo claro?
Qué va, y menos mal que no, porque soy lamentable. Soy lamentable. (Se ríe). De hecho, la gente se mete conmigo porque se piensan que porque mi hermana es buena al baloncesto yo tengo que saber tirar a canasta y soy un auténtico desastre. Siempre lo digo: nuestros padres o Dios o como quiera que se llame el talento se lo han dado a mi hermana, que ella es una artista de lo suyo y yo soy un currito de lo mío, pero es que encima la 'jodía', perdón por la palabra, también es currante, entonces no hay Dios que la alcance.
"El talento se lo han dado a mi hermana, que ella es una artista de lo suyo y yo soy un currito de lo mío. Encima la 'jodía' también es currante, entonces no hay Dios que la alcance'
Leía en una entrevista de tu hermana previa a los Juegos Olímpicos de París en la revista 'Hola' que hablaba de tu familia. Decía: »Mis padres han sacrificado horas, dinero, tiempo, planes... muchísimas cosas solo por que nosotros pudiéramos dedicarnos al deporte y por ellos estamos aquí». ¿Cómo ha sido vuestra vida y de la vuestros padres para que vosotros lleguéis a la élite? Porque ¿sois dos hermanos?
Sí.
Dos hermanos que habéis llegado a la élite en vuestros respectivos deportes y eso es algo muy difícil y con mucho sacrificio detrás; trabajo vuestro, pero también suyo.
Para mí es una dedicación íntegra por parte de mis padres durante muchísimos años. Ellos siempre se han dedicado al deporte: mi padre compitió a nivel profesional en taekwondo, fue campeón de España y compitió en el Europeo varias veces, y mi madre también, estudió la carrera de Ciencias del Deporte y han estado toda la vida vinculados al deporte. Yo creo que ellos desde el primer momento quisieron basar nuestra educación en el deporte, en los valores que te enseña, en también ser partícipes de un colectivo, en desde pequeños saber lo que es integrarse, lo que es el esfuerzo, lo que es el llevarte decepciones muchas veces y la disciplina basada en algo saludable, como es el deporte. Entonces, nos apuntaron a muchos deportes diferentes: hicimos natación, taekwondo, judo, fútbol, hípica, tenis…Los pobres estaban repartiéndose como podían para llevarnos y, por supuesto, con el esfuerzo económico que ello supone. Sin ningún tipo de exigencia, para que lo probásemos y que nosotros fuésemos con el tiempo los que nos decantásemos hacia qué disciplina queríamos ir.
Gracias a Dios, se nos ha dado bien a los dos. Hasta el día de hoy se han matado por desplazarse a vernos siempre que han podido, las horas que hicieran falta, los kilómetros que hicieran falta y el dinero que hiciera falta, y les tenemos que estar eternamente agradecidos porque lo han apostado todo por nosotros, sin ningún tipo de exigencia, sin ningún tipo de expectativa, simplemente por amor a sus hijos. A día de hoy mi hermana y yo estamos donde estamos gracias a ellos.
Los dos habéis llegado a la élite. Tu hermana ha dado un paso más, es internacional con España. ¿Sería un sueño para ti también vestir la camiseta nacional?
Sí, por supuesto. Yo creo que una vez debutas en la máxima competición, la mayor aspiración de cualquier jugador es tocar el combinado nacional. Para mí sería por supuesto un sueño, no lo tengo en mi cabeza porque soy consciente de que me queda mucho por mejorar, soy consciente también del nivel que tiene la portería de España y simplemente trabajo para rendir para mi equipo, para estar lo mejor posible, para superarme cada día y ojalá el día de mañana pueda llegar esa oportunidad, que sería un sueño para mí y para mi familia.
¿Quién es el portero en el que siempre te has fijado? ¿Quién ha sido tu ídolo?
Pues mira, se me vienen tres nombres a la cabeza. De pequeño me fijé por primera vez en Petr Cech, por el tema del casco. Cuando eres pequeño te fijas en cosas puntuales que van más allá de la portería, y porque también él tenía unos guantes que le hacía una marca deportiva a él, que yo era los que me compraba porque me gustaban. No sé si porque me gustaba el guante o porque me gustaba él (sonríe), pero bueno, fue el primer ídolo futbolístico que tuve.
"Cuando entré al Atleti, desde muy pequeño me comparaban con De Gea. Poder haber estado aprendiendo cerca de Oblak y observándole en el día a día creo que me ha dado muchísimo"
Cuando entré al Atleti, desde muy pequeño me comparaban con De Gea, que ya estaba llegando al primer equipo. Yo de pequeño era mucho más rubito, los dos éramos altos, espigados y me comparaban un poco con él, y también me hizo fijarme mucho en él, que al final estábamos en el mismo sitio. Y luego, cuando fui cumpliendo años y ya me empecé a acercar un poco al primer equipo, inevitablemente, en Oblak. Entrenar con él, aprender de él, conocerle un poco más, que al final es una persona que no se expresa mucho pero que en el día a día puedes ver la implicación que tiene, lo trabajador que es y el nivel que muestra. Para mí no era casualidad el nivel que estaba mostrando, y el poder haber estado aprendiendo de cerca y observándole en el día a día también creo que me ha dado muchísimo.
Y pensando y mirando hacia el futuro, ¿dónde están las metas de Diego Conde? ¿Cuáles son?
(Se pone las mano en la cintura y mira hacia arriba). ¿Dónde están las metas de Diego Conde? Buena pregunta. De pequeño siempre soñabas con llegar a ser futbolista profesional y gracias a Dios eso es un objetivo cumplido. Me gustaría jugar Europa, por supuesto. Me gustaría tocar la selección, pero sobre todo me gustaría, el día que me retire, poder decir con la boca bien grande que llegué a ser todo lo que yo pude llegar a ser. Es decir, que no me quede esa espinita de que algo que yo pude hacer para mejorarme o para buscar mi mejor versión se quedó por el camino. Yo creo que para mí ése sería el mayor éxito, y si respetan las lesiones y el fútbol trae esa pizca de fortuna que debe traer, con eso me iré muy orgulloso de mi carrera como futbolista.
Hablas de buscar tu mejor versión. ¿Qué tienes que mejorar?
Todo, para mí todo. Y creo que el fútbol cada vez se está volviendo más competitivo, cada vez hay más recursos fuera del fútbol que permiten mejorar en todas las facetas y que con la capacidad que tenemos debemos aprovecharlo, debemos apalancarnos en el tiempoque tenemos, en las capacidades y en todas las facilidades que nos da el club, en invertir en nosotros mismos, que al final somos nuestra propia herramienta de trabajo. Y yo creo que puedo mejorar en todo: en todos los aspectos físicos, de consciencia, de interpretación de juego, de juego aéreo, de juego de pies, de uno contra uno… Es que al final creo que no hay ningún límite en nada, entonces, limitarte a pensar que en algo ya eres excelente me parece un pensamiento equivocado y yo creo que puedo mejorar absolutamente todo.
No te pregunto si sería un sueño también jugar en el Atlético, ¿no?
Bueno, yo creo que sí, claro que sería un sueño. Es el club en el que he estado toda mi vida, es el club en el que de pequeño soñé llegar a jugar y, por supuesto, es un club muy grande y para mí sería cerrar ese círculo de canterano que sueña con llegar al primer equipo y finalmente llega.
Pero no es algo tampoco que ocupe mi cabeza, soy súper feliz aquí en Villarreal, me han dado la oportunidad más grande de mi vida y quiero aprovecharla y devolverle toda esa confianza, todo ese cariño y, por supuesto, toda esa inversión con rendimiento en el campo.
¿El objetivo del Villarreal esta temporada es la Champions, es entrar entre los cuatro primeros?
No sabría decirte. Creo que tenemos un grupo muy ambicioso, que tenemos un grupo que sabe a dónde puede llegar, pero no debe ser una exigencia porque al final el club viene de una bajada presupuestaria por no estar en Europa, viene de una temporada complicada, de un mercado de mucha transición, con jugadores que vienen y jugadores que se van, y yo creo que este inicio de temporada invita a soñar, por supuesto, y la ambición, el trabajo y las ganas que tiene este equipo y este cuerpo técnico lo alimentan más todavía, pero sin ningún tipo de exigencia. Vamos a ir a cada partido a competirlo, con el ánimo de ganarlo, y a partir de ahí la competición nos irá marcando hasta dónde tenemos que llegar, pero siempre con esa aspiración de estar lo más arriba posible.