Simeone sigue siendo un hueso para un Real Madrid al que lleva al límite
El Atlético de Madrid volvió a ganar a los de Ancelotti y ya es la segunda victoria en tres partidos esta temporada.
La final de Copa del Rey del año 2013 entre Real Madrid y Atlético de Madrid que se jugó en el Santiago Bernabéu fue un antes y un después para el conjunto rojiblanco. Allí comenzó una racha de ocho partidos eliminatorios entre ambos equipos que se fueron a la prórroga. Pero también comenzó una racha que los de Simeone no habían vivido desde hace muchos años o, a lo mejor, nunca.
Desde aquella final en el Bernabéu, el Atlético consiguió 12 victorias, 14 empates y 13 derrotas ante el eterno rival de la ciudad. Son 39 partidos. ¿Saben cuántos partidos había ganado en los 39 partidos previos a aquella final? Solamente dos. Sí, dos. Había empatado nueve encuentros y había perdido nada más y nada menos que 28. El cambio en los derbis desde que está Diego Pablo Simeone al mando del equipo rojiblanco ha sido total.
Esta temporada, el conjunto blanco sólo ha perdido dos encuentros y ambos han sido en el Estadio Metropolitano. Allá por el mes de septiembre por 3-1,ayer en los octavos de Copa por 4-2. No ha caído más el equipo madridista, ni contra Barcelona, ni contra Girona, ni contra Nápoles en Champions League. Los de Simeone no le pudieron ganar a los blancos en Arabia Saudí, en la Supercopa de España, pero aún así en tres partidos le han marcado 10 goles a un equipo que ha recibido, en todas las competiciones, 27. Más de un tercio de esos tantos se los marcó el equipo de Simeone en apenas tres citas.
El Cholo Simeone tiene claro cómo jugarle al Real Madrid, pero hay algo que es más importante que el juego: los duelos individuales. En la rueda de prensa previa al partido, incidió una, dos y hasta tres veces en ellos, que iban a ser clave. El Atlético ganó más duelos individuales y más duelos aéreos que su rival, presionó más y supo regular mejor sus fuerzas. El equipo lo notó y como explicó Koke, había que aprovechar que el rival había jugado la final de la Supercopa y había viajado horas antes.
La Supercopa, otra historia
¿Qué diferencias hubo de la Supercopa a este encuentro en tan solo ocho días? Muchas. La primera y principal, el cansancio del Madrid. A pesar de que la plantilla blanca tiene más fondo de armario que la rojiblanca, se pudo notar ese esfuerzo extra.
Por otro lado, el planteamiento del partido de los locales. Simeone y Koke, capitán fuera dentro del campo, pedían calma. Cuando uno tenía la pelota, calmaba el juego. El otro, desde fuera, pedía constantemente tranquilidad con sus gestos. El partido podía ser largo y no podían cometer el mismo error que en Arabia Saudí, y el Cholo lo sabía.
Koke aguantó más tiempo sobre el campo, De Paul jugó la prórroga, a diferencia del día de la semifinal en Riyad, Llorente pasó de la banda al centro para darle más piernas al equipo y Griezmann se pudo dosificar mejor a pesar de su partido plano hasta el gol.
Y otra gran diferencia fueron los cambios. En aquel partido se pidió más a los hombres de refresco. Sin Depay, aquel día Simeone apostó por Morata arriba. Hoy el neerlandés entró y no estuvo muy acertado, pero sí un Nahuel Molina que le dio muchas piernas al equipo. Además, tanto Barrios como Riquelme aportaron fluidez en el centro del campo. Con todos estos factores unidos y la calidad del '7' francés, el jugador diferente, Simeone consiguió ganar, de nuevo, una prórroga contra el Real Madrid.
Victorias y derrotas en la prórroga
Como decíamos, en la final de la Copa del Rey 2013 el Atlético se impuso en la prórroga con gol de Miranda de cabeza en el minuto 99. Allí comenzó la nueva era atlética, que se prolonga en el tiempo, aunque con matices.
Las dos siguientes citas fueron derrotas, y muy duras. Nada más y nada menos que en sendas finales de Champions. Una en la prórroga y la otra desde los once metros. Aunque hubo una pequeña revancha con la Supercopa de Europa de la temporada 18/19 que gana el Atlético en el alargue, como le gusta decir a los argentinos y a Simeone en particular. Saúl y Koke marcaron los goles esa noche.
Las tres siguientes, derrotas. Supercopa de España en dos ocasiones y Copa del Rey en una. Parecía que la racha estaba a favor de los madridistas, pero llegó Griezmann para decir que esta vez no, que esta vez tocaba alegría en el Metropolitano.