El Real Ávila, un club centenario que se ha cobrado una "venganza histórica" tras rozar la desaparición
Después de vencer al Real Oviedo en Copa del Rey y dejar atrás sus fantasmas, el club abulense sueña con una segunda machada consecutiva en un duelo histórico frente al Real Valladolid.
Las mejores historias de fútbol se esconden en el barro. El Real Ávila es un club modesto, pero con una historia centenaria de la que pocos equipos pueden presumir. Con altibajos en los que rozaron la desaparición hace tan solo unos años, la entidad abulense se encuentra ahora en uno de los mejores momentos de su historia, con la posibilidad de lograr un segundo ascenso consecutivo y preparando su enfrentamiento de Copa del Rey ante todo un Primera División, tras haber eliminado ya a un Segunda en un partido que significa lo que podríamos bautizar como una venganza histórica.
Fundado en 1923, el Real Ávila celebró el año pasado sus 100 años de historia. "Hay que darle la relevancia que merece a ese dato y a la institución", advierte Pablo Domínguez, actual director de operaciones del club. Durante este siglo, el equipo solo dejó de competir en 1936, debido a la Guerra Civil Española, y hasta 1943, año en el que se constituyó la actual entidad. En su pasado no vamos a descubrir grandes hazañas, pues la máxima categoría en la que ha competido ha sido en la antigua Segunda División B (el tercer escalón del fútbol español). A este nivel ha competido en 11 temporadas, más de 400 partidos. El último ascenso ocurrió en 2002, aunque la alegría solo duró una campaña. Desde aquella ocasión, el siglo XXI ha sido una época muy dura para el fútbol abulense.
De rozar la desaparición a vivir uno de los mejores momentos de su historia
Pese a estar cerca de volver a subir, lo cierto es que los problemas económicos hundieron más al club, que llegó a descender a Preferente hace aproximadamente una década y rozó su desaparición. "Muchos clubes atravesaron dificultades económicas y tuvieron que acudir a concurso de acreedores. El descenso, muchos cambios de propiedad… provocaron incertidumbre e inestabilidad tanto en el club como en la ciudad", explica Pablo, que alega que "sin eso es muy complicado vivir éxitos deportivos".
En los últimos años, el Real Ávila logró encontrar una continuidad en Tercera RFEF. Actualmente, con Luis Perote como propietario, Pedro Pascual como presidente y Miguel de la Fuente como entrenador, el conjunto abulense ha logrado subir a Segunda Federación la pasada temporada, donde ahora se encuentra en puestos de playoff de ascenso y soñando con un segundo ascenso consecutivo y con una campaña ilusionante en Copa del Rey. El 2023, año del centenario, culminó con un ascenso 22 años después y con una clasificación copera tras 10 años. Aunque la humildad y la ambición de sus dirigentes abogan por asegurar primero la permanencia, y ya después "lo que pueda llegar, que llegue".
La asistencia de aficionados se ha triplicado en el último año
"La actual propiedad llegó hace dos años con la temporada ya empezada. Te encuentras un club que no está trabajado, que no tiene una buena estructura, que al final ha sobrevivido con los empleados que había a veces de una manera que parece increíble", cuenta el directivo a Relevo. "Nosotros llegamos con la idea de estabilizar y hacer crecer al club. Si a la palabra proyecto no le das estabilidad y continuidad no tiene ningún sentido. Tiene que ir de la mano de un medio y largo plazo", opina.
No obstante, lo más importante siempre está dentro del campo. "Indudablemente, al final el fútbol vive de éxitos deportivos. La gente puede escuchar muchas palabras, pero si al final no lo trasladas a través de un éxito deportivo nadie te va a creer, la ciudad no va a estar con el club, las instituciones públicas no van a apoyar al club, la masa social no va a crecer", argumenta Pablo, poniendo en valor la vital importancia de estos factores. Hace un año, el aforo medio del Estadio Municipal Adolfo Suárez era de 350 espectadores. A día de hoy, un partido promedio de liga supera los mil aficionados en las gradas. "No tiene nada que ver, se respira otro ambiente en la ciudad", afirma emocionado.
El Real Oviedo, verdugo por partida doble y una venganza histórica
Para recibir la visita del Real Valladolid, el Real Ávila ha tenido que eliminar previamente al Real Oviedo, un rival que generó en la ciudad una especial ilusión por un motivo que nos remonta a los años 90 y a los 2000. En la Copa del Rey de la temporada 1990/91, el club abulense logró su mejor registro, llegando a cuarta ronda. Allí se cruzaría con el equipo asturiano, en Primera División y que se clasificaría para la Copa de la UEFA aquella temporada, quedando en sexta posición. Poco pudieron hacer los locales, que fueron víctima, por primera pero no por última vez, del conjunto ovetense.
13 años después, con un Oviedo muy diferente y hundido en Tercera División, ambos equipos se cruzaron en los playoffs de ascenso a Segunda División B. "Lo que sí que se recuerda mucho, de lo que hablan los aficionados, es del ambiente que se vivió en esos partidos. Hubo un Adolfo Suárez lleno, entre afición local y afición visitante, y todo el mundo tiene muy buenos recuerdos", narra Pablo Domínguez de aquella época. Esa tarde, el Ávila cayó por 1-2, y un posterior empate a cero en el Carlos Tartiere les condenó un año en el pozo.
La temporada siguiente, en el año 2005, el destino les otorgó una oportunidad de resarcirse. De nuevo, playoff de ascenso a Segunda División B. De nuevo, contra el Real Oviedo. De nuevo… con derrota. Esta vez más abultada, con un 1-5 al que se sumaría un 2-0 en Asturias. Por tercera vez, los carbayones hacían de verdugo al Real Ávila, que no logró remontar cabeza. Casi 20 años después, y con una superioridad clara de los visitantes sobre el papel, ambos viejos conocidos volvieron a encontrarse. Esta vez, como la primera, en Copa del Rey y con un resultado diferente. Aunque costó y hubo que llegar a los penaltis tras un empate sin goles, el Real Ávila completó una venganza histórica eliminando al Real Oviedo.
Vallisoletanos contra el Real Valladolid
El próximo rival también tiene su miga. Tanto el propio propietario del Real Ávila, como Pablo Domínguez, como el mismo entrenador son vallisoletanos, por lo que enfrentarse al equipo de su ciudad es algo especial. "Nos caracterizamos por competir ante cualquier rival independientemente de la categoría", avisa el directivo a su próximo rival, que se convertirá en el tercer equipo de Primera División que visita en partido oficial el Adolfo Suárez, tras el Elche y el ya mencionado Real Oviedo. Un choque que, independientemente de su resultado, refleja que el Real Ávila vive uno de los mejores momentos de su historia, dejando atrás años duros de sufrimiento y tensión en el barro.