Osasuna lo vuelve a hacer y Budimir reina en la locura de San Mamés
Los rojillos conquistan la Catedral para clasificarse a cuartos de final y ser el primer equipo en eliminar al Athletic a partido único.
Nadie lo había conseguido en el actual formato. Es hasta extraño escribirlo. Osasuna ha eliminado al Athletic Club de la Copa en unos octavos de final. Más mérito aún tienen los rojillos por hacerlo en San Mamés, conquistando de nuevo un escenario en el que vivieron una noche inolvidable en 2023. A partido único, los bilbaínos no conocían la derrota, pero toda racha tiene su final. Y su verdugo. Y ese no es otro que un conjunto rojillo que supo jugar su partido, sobrevivir por momentos y golpear cuando tuvo oportunidad. Una exhibición de cómo competir estos partidos ante el maestro de la Copa.
El palo es muy duro para el Athletic. No solo por lo que supone siempre caer en esta competición tan amada en Bilbao, sino porque los de Valverde han comenzado el año 2025 con muchas dudas. Sufrieron para clasificarse en Logroño, cayeron en Arabia ante el Barça y volvieron a tropezar frente a su gente esta noche copera. Si a eso se le suma la huelga de animación por el conflicto que mantiene un sector de la afición con la directiva, el clima es aún más frío. Se notó en momentos del encuentro y aunque la gente estuvo cuando más complicado parecía, la felicidad y euforia que se vivía hace algo más de un mes en San Mamés se evaporó en 90 minutos.
El ambiente extraño que se vivió en las gradas se trasladó al césped desde el comienzo. No había sensación de partido grande y eso, en Copa, en sinónimo de problemas. Los rojiblancos, pese a que Valverde apostó por sus mejores hombres, iniciaron tímidos y a merced de un Osasuna con la ideas muy claras. Moncayola ayudaba al marcaje de Nico Williams, Torró e Ibañez ocupaban los pasillos interiores y el centro del campo local era incapaz de encontrar el camino hacia sus hombres ofensivos. Desde la solidez defensiva, los rojillos fueron decantando la balanza y dando algún susto a un San Mamés prácticamente en silencio. Olía a desastre.
Es cierto que Sergio Herrera tuvo que intervenir ante los remates de Guruzeta e Iñaki Williams en la primera mitad, pero eran espejismos. Se jugaba a lo que quería Vicente Moreno y todos en el estadio, jugadores incluidos, eran conscientes. Y en ese juego de solidez y verticalidad, Areso, especialmente motivado por regresar a Bilbao, encontró una autopista en su banda para colocar un centro medido a Aimar Oroz. El futbolista por el que suspiró el Athletic en verano y que finalmente renovó fue el encargado de abrir el marcador. Cosas del fútbol.
Aimar colocó el balón en la escuadra y enloquecieron los cerca de 700 aficionados rojillos. Más aún cuando solo tres minutos después y tras un error de Paredes -partido muy desacertado- y Julen Agirrezabala, Budimir marcó el segundo desde el punto de penalti al borde del descanso. Parecía el final de la eliminatoria. Pero eso nunca se puede decir en San Mamés. De hecho, Nico Williams recortó distancias y el Athletic consiguió respirar. Había esperanza.

Y tanto si la había. El paso por vestuarios cambió a todos. Los rojiblancos saltaron a morder y Valverde entendió que debía dejar a Nico fijo en banda izquierda para que apareciesen espacios interiores. La afición se enchufó y también comprendió el importante papel que tenían en la eliminatoria. Todos juntos, como siempre en San Mamés, se comieron el comienzo del segundo tiempo. Avisó Jauregizar primero, pero fue el emblema y capitán De Marcos quien lo igualó con un golazo.
De nuevo Budimir
Iniciaba un nuevo partido, con más de media hora por delante. Los de Valverde siguieron como en el comienzo del segundo tiempo, ahora sí pareciéndose a lo que siempre han sido y que tantas alegrías les ha dado. Presionando alto, jugando a pocos toques y dándole ritmo al encuentro. Osasuna apenas pudo respirar, aunque los riesgos bilbaínos permitían alguna contra que daba esperanzas. Y en ese escenario de supervivencia, recordando a lo vivido en las semifinales del 2023, apareció de nuevo Ante Budimir, que merece ya una estatua en el centro de la ciudad. ¡
Habían rozado el tercero los rojiblancos en varios remates, pero fue el croata el que sonrió. Un gol con cierta fortuna, tras un rechace de Agirrezabala que cazó el delantero rojillo para definir como los mejores. Con tranquilidad cuando nadie la tiene.
Ficha técnica
- Athletic Club : Agirrezabala; De Marcos (Gorosabel, min. 69), Vivian, Paredes (Yeray, min. 45), Yuri; Galarreta (Prados, min. 69), Jauregizar; Iñaki Williams, Berenguer (Nico Serrano, min. 84), Nico Williams y Guruzeta (Djaló, min. 84).
- Osasuna : Herrera (Aitor Fernández, min. 83); Areso, Boyomo, Catena, Cruz (Herrando, min. 76); Moncayola (Nacho Vidal, min. 76), Torró, Ibañez (Bretones, min. 56); Aimar, Rubén García (Iker Muñoz) y Budimir.
- Tarjetas : Catena (49'), Jauregizar (84') y Areso (93').
- Goles : 0-1, min. 39: Aimar Oroz; 0-2, min. 44: Budimir; 1-2, min. 48: Nico Williams; 2-2, min. 55: De Marcos; 2-3, min. 70: Budimir.