RESUMEN DE LA PRIMERA VUELTA

Todos somos el Cholo

Acabó una primera vuelta muy igualada, pero con un juego poco vistoso y con menos goles (452) desde la temporada 2006-07. Ninguno de los diez primeros tiene más tantos que puntos.

Simeone da instrucciones con Xavi, al fondo. /GETTY
Simeone da instrucciones con Xavi, al fondo. GETTY
Enrique Ortego

Enrique Ortego

Las estadísticas futbolísticas suelen ser abrumadoras. Y más ahora que se perfeccionan y completan hasta escudriñar todos los factores que tienen cierta influencia en un partido. Desde la cuestión puramente táctica, a las propias individualidades de los protagonistas, pasando por las distintas zonas del campo donde se desarrolla el duelo y por todo lo que pueda caer en las redes de la omnipresente inteligencia artificial. Nada mejor que, cuando las estadísticas puras y duras, están acompañadas de las sensaciones y es lo que sucede a la hora de realizar un balance de la primera vuelta del campeonato que acaba de finalizar.

La percepción generalizada entre la crítica especialista y los aficionados más exigentes que van más allá de querer que siempre gane su equipo por lo civil o lo criminal, es que este primer asalto liguero ha llamado más la atención por su igualdad y por su pelea/disputa/combate/lucha que por su brillantez. Y esa paridad del césped se ha palpado en forma de números en todas las zonas de la clasificación.

No ha sido una primera manga vistosa para el buen catador con las lógicas excepciones de media docena de partidos de alto nivel. No más. La situación económica de los clubes incide directamente en la formación de sus plantillas y la evidencia de que el nivel técnico medio del futbolista que juega la Liga ha descendido es una realidad que se refleja directamente en el juego y, finalmente, en los goles. La respuesta a todo lo demás.

Influyen, por supuesto, otros factores. Como la tendencia de los entrenadores a querer desarrollar la táctica en su máxima expresión y que degenera en partidos muy cerrados, con riesgo controlado y poco paso a la improvisación. Elementos, todos, que derivan en que se hayan marcados tan pocos goles (452 en 190 partidos). Hacía 16 años, desde la temporada 2006-07, que no se daba una cifra tan menguante. La Liga es el peor campeonato de los cinco grandes europeos en su faceta realizadora.

El baremo de los diez primeros

Una ojeada a la clasificación después de la jornada 19 pone en pie de guerra al mundo de las sensaciones y el de los números. Nuestra Liga es más cholista que nunca. Todos somos cholistas. Ninguno de los primeros diez clasificados tiene más goles que puntos. Ninguno. Ni siquiera el líder, el Barcelona que tiene 50 puntos por 39 goles. Y tampoco su inmediato perseguidor, el Real Madrid, que suma 45 por 40. Las impresiones absolutamente futboleras dejan en la retina del aficionado que estos dos equipos son protagonistas de sus partidos, tienen el balón y juegan siempre a ganar... Sin embargo no ven portería en la proporción que deberían encontrarla.

Benzema remata durante el Clásico de Liga.  EP
Benzema remata durante el Clásico de Liga. EP

Estas circunstancias se transmiten a otros equipos. El efecto es que la Real Sociedad, el Betis y el Villarreal también son equipos prototipo de dominio de la situación, pero tampoco también tienen más puntos que goles. Hasta los grandes animadores del campeonato, Osasuna, Rayo y Girona no materializan su atractivo estilo, su riesgo de jugar en campo contrario y buscar más atacar la puerta contraria que defender la suya. El Mallorca, por ejemplo, que cierra el bloque de los diez primeros, tiene 25 puntos y solo 15 goles. Es decir que si divides los primeros entre los segundos le sale cada diana por 1,66 puntos.

En la Premier, por ejemplo, son cinco entre los 10 primeros los que tienen más puntos que goles: Arsenal (50 por 45); Newcastle (39 por 33); Manchester United (39 por 32); Tottenham (36 por 40) y el Chelsea (29 por 22). En la Ligue 1 francesa, cuatro: Olympique Marsella, Lens, Niza y Clermont. En la Bundesliga, solo tres clubes viven esta situación: Unión Berlín, Friburgo y Borussia Dortmund. Por último, la Serie A, segundo campeonato menos goleador de las cinco grandes, se acerca más al modelo español y tiene siete de los 10 primeros con más puntos que goles: Nápoles, Lazio, Milan, Roma, Udinese, Torino y Empoli.

El líder, ocho victorias por la mínima

El análisis del líder es de obligado cumplimiento. Acumula una serie de situaciones contradictorias. Su presente no coincide con su versión más genuina, ni con sus señas más puras de identidad balompédica. Las estadísticas nos dirigen a pensar que su primer puesto es fruto de haber recibido solo siete goles, uno en casa y seis fuera, tres en un mismo partido, contra el Real Madrid en el Bernabéu. Sin embargo, el protagonismo alcanzado por Ter Stegen en esta primera vuelta y la cantidad de paradas que han tenido relación directa con la suma de puntos, choca con la teoría de que el liderazgo se basa en su buen balance defensivo. Sí, pero no. No, pero sí.

Ter Stegen, durante el partido contra la Real.  AFP
Ter Stegen, durante el partido contra la Real. AFP

El Barça ha ganado 16 partidos. Justo la mitad los ha vencido por la mínima y seis por 1-0. El resultado perfecto del cholismo y del fútbol civilizado: marco y no encajo. Xavi ha utilizado 25 jugadores de los 31 que ha llegado a convocar y ha llegado a la conclusión de que a partir de ahora tiene dos ocupación de los espacios diferentes. Los partidos ante rivales importantes tira y tirará del 1-4-4-2. Cuando la predisposición al cerrojo del contrario y la presunción del dominio absoluto a través de la posesión se ha realidad, apostará por el 1-4-3-3. De los cuatro centrocampistas, a los dos extremos y el ariete clásico. Es curioso que, parece que es, o será, el rival quien marque la pauta para tirar de un sistema u otro. Pragmatismo puro... y duro.

La nueva ola del fútbol patrio

Estos 190 partidos nos han dejado una ola de jóvenes jugadores españoles de lo más prometedor. Uno de los mejores alicientes del campeonato. Jóvenes nacidos en el nuevo siglo y para todos los gustos y posiciones. Un consejo-recomendación. Apuntemos los nombres y sigámoslos todos los encuentros. Serán los Gavi y Pedri del nuevo curso balompédico.

Arnau Martínez, 19 años. Lateral derecho crecido como central por lo que en una defensa de tres centrales se siente feliz. Buen defensor a pesar de no ser muy alto. Girona.

Iván Fresneda, 18. Lateral derecho. Defiende mejor que ataca. Ganador nato de duelos uno contra uno. Valladolid.

Alejandro Balde. 19. Lateral izquierdo. Con el balón en los pies piensa como un extremo. Barcelona.

Álex Baena. 21. interior izquierda. Ida y vuelta con remate. Tiene genio. Villarreal.

Gabri Veiga. 20. Interior. Celta de Vigo. Fino-fino. Carne de Selección más pronto que tarde. Un jugón.

Gabri Veiga está asombrando con el Celta.  EFE
Gabri Veiga está asombrando con el Celta. EFE

Pablo Barrios. 19. Todocampista. Crea y recupera. Ocupa mucho campo. Sin balón, sufre. Atlético de Madrid.

Rodrigo Riquelme. 22. Extremo. Diestro que juega a pierna cambiada. Veloz, regate. Girona (cedido por Atlético de Madrid).

Pablo Marín. 19 años. Mediocentro que puede jugar de interior. Talento e intuición. Desparpajo. Real Sociedad.

Aimar Oroz. 21. Interior. Con mucha llegada y gol. Físicamente, se está haciendo. Buen remate de media distancia. Osasuna.

La Real y el trío del campo contrario

Las apuestas de sus entrenadores se ven reconocidas por los resultados y por los aficionados más allá de sus cuarteles generales. La Real comienza a ser admirada allá donde juegue. Su estilo, por repetido en los tres últimos años, ya tiene un sello propio. La cantera sigue siendo su mercado eterno. Imanol tira de Zubieta según sus necesidades. Los que saltan saben donde entran. Ser terceros, es ser primeros de la otra Liga. La que no juegan el Barça y el Real Madrid, es su mejor argumento. Silva, Kubo, Zubimendi, Merino... que no pare la fiesta.

Kubo abraza a Silva después de su gol contra el Almería.  EFE
Kubo abraza a Silva después de su gol contra el Almería. EFE

Detrás de la Real, entre clubes ya cuajados como el Betis, el Villarreal, o el propio Athletic, se hacen cada vez más grandes tres equipos: Osasuna, Rayo y Girona. Ya están ahí. Ya no solo luchan por no descender. Miran hacia arriba desde su ambición y el carácter de tres entrenadores que tienen un mismos sentido común; jugar bien al fútbol, atacar, ocupar el campo contrario estar siempre más cerca del área rival que de la propia. Jagoba, Iraola, Míchel, tres entrenadores que no renuncian a sus principios que van más allá del resultado. Dentro de su ambición, calculan el riesgo y saben que si después de dar cien pasos hacia delante, hay que dar cinco a un lado y tres hacia atrás no pasa nada. Su intención de juego siempre será la misma.