RAYO VALLECANO

El chófer de Ruiz Mateos: "Maletines no han existido nunca. El dinero se entregaba en bolsas o neceseres"

Víctor de la Cruz, quien fue hombre de confianza de José María Ruiz Mateos, habla en Relevo de la etapa de la familia en el Rayo Vallecano.

José María Ruiz Mateos y Víctor de la Cruz en una imagen de archivo. /EFE
José María Ruiz Mateos y Víctor de la Cruz en una imagen de archivo. EFE
Natalia Torrente
Marta Caparrós

Natalia Torrente y Marta Caparrós

Última jornada de LaLiga. Inmensa presión. Muchos intereses económicos, el ánimo de la afición y el futuro de los equipos y futbolistas en el aire. Todo en juego. Por muchas de esas últimas jornadas en las que está pendiente de decidirse todo, pasó José María Ruiz Mateos, propietario del Rayo Vallecano de 1991 a 2011. Un controvertido empresario, ya fallecido, que estuvo al frente del club durante dos décadas.

A su lado, como mano derecha, le acompañaba siempre Víctor de la Cruz. No sólo fue su chófer, fue su hombre de confianza y ejecutaba todo aquello que le pedía el "jefe", como él mismo llamaba al que fue también presidente del club. Tras los tres primeros años dejó el cargo en manos de su mujer, Teresa Rivero, que se convirtió en la primera presidenta de un club de la máxima cateogoría en España. Sobre su paso por el fútbol de la mano de la familia Ruiz Mateos, con sus luces y sombras, habla en Relevo Víctor de la Cruz.

¿Cómo explicarías quién era José María Ruiz Mateos a quien no lo conoció?

José María Ruiz Mateos era el empresario más importante de la época. Tenía 700 empresas que abarcaban 16 sectores de la industria. Él empezó con la industria del vino, con una pequeña bodega de Rota, de vino de Tintilla, originario de allí. La familia Ruiz Mateos recibió la primera expropiación cuando los americanos llegan a la base de Rota. Todos esos terrenos que el Estado español le concede a los americanos eran todos de gente del pueblo y tenían allí sus fincas con sus ganaderías, con su vinos, uvas... Ahí sufre la familia Ruiz Mateos la primera expropiación y consigue 365.000 pesetas de la época en 1961. Con ese dinero la familia se traslada a Jerez y a partir de ahí empieza el origen de Rumasa, siempre relacionado con el sector del vino.

Víctor de la Cruz, mano derecha del empresario Ruiz Mateos.  Relevo
Víctor de la Cruz, mano derecha del empresario Ruiz Mateos. Relevo

¿Cómo llega él a tu vida o tú a la suya?

Mi padre era abogado de su padre y es quien le asiste en la defensa de la expropiación. Gracias a él consiguen una indemnización de 365.000 pesetas, 65.000 pesetas más de lo que en un inicio les concedieron. Mi padre, que entonces era director del Diario de Cádiz, fue muy solidario con lo que le había ocurrido a este hombre y le ayudó mediáticamente por la injusticia que había recibido.

En uno de sus despachos le preguntó si conocía gente fiel, de extrema confianza, que trabajara para él. Entonces mi padre le dijo que él no podía recomendarle a nadie que no conociera personalmente, pero que tenía un hijo que podría estar interesado. Un chaval que tras el graduado escolar no quiso estudiar, pero que era una persona entregada y muy leal.

Mi padre me dijo: "Te he conseguido un trabajo con un empresario amigo mío, ponte guapo que hay entrevista de trabajo". Yo no sabía quién era el empresario, pero allá que fui.

¿Cómo fue ese primer encuentro?

Quedamos en un hotel en Madrid y cuando veo quién es, me quedo a cuadros. Era un hombre que estaba en todos los medios, era portada porque habían cometido con él una injusticia tremenda. Para mí fue extremadamente sorpresivo.

Entonces, José María me preguntó: "¿Eres un tío valiente? Porque yo necesito a mi lado una persona que tenga coraje". Y yo le respondí: "Hombre, yo creo que sí. Lo que sí sé es que cobarde no soy". Me comentó que necesitaba a su lado a alguien que luchara con él por "la causa" porque sus enemigos eran los poderes fácticos. Y yo le respondí: "Pues jefe, aquí me tienes". Y así empezó todo.

Ruiz Mateos es un hombre que no pasaba desapercibido, ni en lo político, ni en lo empresarial, ni en lo deportivo, y tú te convertiste en su primera espada, en su hombre de confianza. ¿Cómo era ser su hombre de confianza?

Eso era muy complicado porque era un hombre muy imprevisible, era un hombre que la gente pensaba que se había vuelto loco. Y yo te puedo decir que hasta el último día mi jefe no se volvió loco. A mi jefe le robaron 700 empresas sin haber hecho nada. Todos los días llegaba con algo nuevo. Un día vestido de legionario, otro de cura, de juez, de Superman y de lo que hiciera falta. Y además era una persona que no paraba en 24 horas.

En el año 90 en España sólo el 2% de la gente teníamos teléfonos móviles, que eran unos maletones grandes... Y en el momento que le dan un teléfono a mi jefe, cuando le venía una idea a las 2, a las 7 de la mañana, a las 4 de la tarde, a las 5, me llamaba y me decía "vente al hotel, a las 9 te quiero ver en no sé dónde". Yo tenía que estar las 24 horas en guardia porque él continuamente hacía cosas.

Yo al "jefe" lo he vestido de todo. A veces incluso me costaba aguantar la seriedad... Otras, le daba un carnet de identidad falso y una peluca, con unas gafitas… Y él se ponía a andar de manera rara, cambiaba andares, cambiaba el habla y claro, trabajar con una persona así... Cada día era una historia nueva.

¿Cómo te referías a él? ¿Cómo le llamabas?

Jefe, jefe, siempre jefe.

José María Ruiz Mateos, en una imagen de archivo.  Getty Images
José María Ruiz Mateos, en una imagen de archivo. Getty Images

¿Era supersticioso?

Mucho, muchísimo. Pero aparte de ser muy supersticioso, tenía que asumir que él tenía el signo del zodiaco menos simpático… Yo los Aries que conozco son gente muy ambiciosa pero lo que más he valorado siempre de los Aries es la perseverancia, la constancia. Cualquier otro puede tirar la toalla, que es de lo que siempre me acusó mi jefe a mí porque yo soy Cáncer. Y los Cáncer somos todo lo contrario, los cáncer somos muy sociables, somos buenas personas, tenemos un pronto complicado pero somos muy sociables y para él el cáncer era muy débil porque a los Cáncer nos cuesta hacer daño a la gente buena.

Veo que tú también eres muy supersticioso y que el signo del zodíaco lo tienes muy analizado... ¿teníais en cuenta esto a la hora de plantear operativos en función del signo zodíaco que fuera cada persona para saber cómo se podría comportar?

Claro, por supuesto. Una de las cosas que hice fue intentar robar el Botafumeiro en la Catedral de Santiago. Era año Xacobeo y nos enteramos de que iba a ir la Casa Real al completo, todo el Gobierno y toda la cúpula católica. Y dice mi jefe, "¿qué hacemos, qué le hacemos a esta gente? Vamos a quitarles el humo... Víctor, ¿tú te atreves?".

Había alerta máxima antiterrorista, nos tenemos que mover en el contexto de la época... Así que me encargó buscar a dos personas más que me ayudaran y lo primero que me preguntó fue su signo zodiacal. "Este es Virgo y el otro… se miraba su tarjeta. Y tú eres Cáncer. Pues tú y éste no os vais a llevar bien". Tenía una tarjeta de compatibilidades, donde están todos los signos y se ven las compatibilidades que hay entre ellos. Y entonces me decía "este te va a traicionar, busca a otro".

Así que buscamos a dos compatibles conmigo y que tuvieran bigote, para confundir. Pero cuando fuimos a robarlo nos dimos cuenta de que no se podía, no porque la plaza estuviera tomada por los GEO, sino porque el Botafumeiro estaba encendido y eso quemaba para aburrir. Así que decidimos esconderlo dentro, en una escalera ciega.

Vamos a lo deportivo, Víctor. En el 91 llegáis al Rayo y en el 93 se convierte en sociedad anónima deportiva. ¿De dónde surge la idea de llegar al mundo del fútbol? ¿Es porque José María Ruiz Mateos era futbolero?

Ruiz Mateos se ha muerto sin haber visto nunca un partido de fútbol. Y la gente me dirá que lo ha visto un montón de veces en los palcos. Sí, yo también lo he visto mucho, pero te digo que Ruiz Mateos no ha visto jamás en la vida un partido de fútbol porque nunca le ha interesado. Lo que le encantaba era la euforia de la gente.

"José María Ruiz Mateos se ha muerto sin haber visto nunca un partido de fútbol"

Víctor de la Cruz Hombre de confianza de José María Ruiz Mateos

¿Por qué decidís entonces comprar el Rayo Vallecano?

A él le da un consejo Jesús Gil y le dice: "José María, te estás vistiendo de lagarterana, de cura, de Superman, le has pegado a Boyer, estás haciendo de todo y no tienes repercusión apenas. Yo me siento en la sala de prensa del Atlético de Madrid y tengo 17 medios de comunicación para escuchar la tontería que le quieras decir. Tienes que buscar un equipo al que tengas acceso, te apoderas y lo presides".

Víctor de la Cruz cuenta las razones por las que Ruiz Mateos compró el Rayo Vallecano. Relevo

¿Y qué equipo podía ser ese? Daba la casualidad de que el Rayo Vallecano llevaba seis meses sin cobrar, aunque le tiraba para atrás que Vallecas fuera la cuna de la izquierda en Madrid… Pero Gil le dijo que eso daba igual, que él iba a tener foco mediático igualmente. Y efectivamente entramos allí. No tenía ni idea de fútbol, y se murió el pobre sin saber…

Me preguntaba "oye, ¿por qué ha pitado el árbitro? ¿Y por qué se ha parado? ¿Y ese por qué se va?" Y yo le decía "porque lo han echado". "¿Y por qué lo han echado?". "Jefe, es que le ha dado una patada..."

Y ahí también te convertiste en su hombre de confianza, ¿cuál fue tu papel en el club?

Yo seguía trabajando, nosotros seguíamos con la lucha, lo que pasa es que necesitaba a su gente de confianza también en el Rayo. Él puso a un gerente y a mí me puso como ayudante o asesor del gerente para distintos operativos y logísticas en el club.

Nosotros no teníamos idea de cómo gestionar un club de fútbol, pero sí teníamos idea de cómo se gestionaba la empresa. Con ese rol, con ese concepto, mandó al primer gerente, que empezó a actuar como una empresa más. Así comenzamos los primeros años, nos equivocamos tota, porque estábamos en proceso de aprendizaje, y yo entre campañas políticas y demás, pues me buscaba los huecos para llevar el mantenimiento y la conservación de las instalaciones.

¿Cómo os recibió la afición?

Al principio había desconfianza… Un tipo que no pintaba nada en Vallecas, que iba con sus corbatas, sus pañuelos y tal, pero en muy poco tiempo se ganó la confianza de todos, la gente le quería, le gritaba Superman. Y ya cuando se cansó me dijo que sus hijos estaban mayores, su mujer estaba un poco deprimida y había que buscarle una utilidad.

Y llegó Teresa Rivero para convertirse en la primera presidenta del fútbol español.

Ella entró en el Rayo con total incertidumbre, pero la acogida de la afición fue tremenda y el cariño que ha desbordado siempre esa afición con la presidenta ha sido espectacular. Yo siempre estaré agradecido.

Teresa, como el jefe, empezó sin saber de fútbol pero salió siendo una gran experta, una gran entendida. Nosotros desgraciadamente sufrimos la caída a Segunda B y esta mujer no solamente ha ido a los campos de Primera, también a los campos de Segunda B. Esos campos en los que jugabas un miércoles en Copa del Rey… Y ahí estaba la tía en Eibar, en Barakaldo, en Portugalete, donde fuera, ahí estaba la señora.

Víctor de la Cruz explica cómo fue la experiencia de Teresa Rivero como presidenta del Rayo Vallecano. Relevo

Date cuenta de que en los palcos presidenciales no estaba permitida la entrada de las mujeres por su condición de mujer… Solamente podía entrar S.M. La Reina, más un servicio auxiliar de ayuda, de asistencia. Así que cuando llega Teresa Rivero, se convierte en la primera mujer en un palco, la única allí sentada. Cuando quería ir al servicio, tenía que ir yo con ella, o la asistente que tuviera en ese momento, porque los servicios en los palcos de España eran todos de caballeros. A raíz de ahí se empezaron a modificar todos los estadios para acceso de mujeres y servicios de mujeres. Así que yo creo que hoy la mujer tiene que estar muy agradecida al golpe en la mesa que dio la presidenta del Rayo Vallecano en el año 93.

"A raíz de la llegada de Teresa Rivero, se empezaron a modificar los palcos para que hubiera aseos de mujeres"

Víctor de la Cruz

Si no sabíais de fútbol, ¿quién nos asesoraba a nivel deportivo?

Cuando llegamos teníamos un entrenador que se llama Eusebio Ríos y empezamos a aprender de esta gente. ¿Qué pasa? Que hay veteranos del Rayo que empiezan a tener conexión con nosotros y empiezan a asesorarnos, no sólo de fútbol, sino del Rayo Vallecano. Entonces como sabemos que hay un tal Felines, le proponemos que sea entrenador, crea un cuerpo técnico auxiliar que es el que tiene a los ojeadores, que es el que nos ayuda a hacer las cosas. Al principio no buscábamos nada, pero cuando ya aprendimos, pues ya supimos un poquito a qué entrenador fichar y demás.

¿Por qué creáis la sección femenina del Rayo? Porque sois el primer equipo de Madrid en llegar a Primera.

Somos el primer equipo de España en apostar por las mujeres. De hecho, el único título nacional que ha llegado a las vitrinas del Rayo Vallecano fue de la mano del equipo femenino.

¿Por qué decidisteis apostar? ¿Porque os podía traer prensa?

Por supuesto, es siempre por prensa, nosotros todo lo que hacíamos era para llamar la atención, lo que pasa es que la llamada de atención costaba muchos millones.

"Creamos la sección femenina por prensa. Nosotros todo lo hacíamos para llamar la atención"

Víctor de la Cruz

También jugasteis con el primer equipo masculino la Copa de la UEFA. Por invitación, por 'fair play'.

Por 'fair play', porque fuimos el equipo menos tarjeteado. No solamente fuimos líderes de Primera división, sino que hacíamos un fútbol espectacular y con el menor número de faltas y tarjetas.

¿Había compra de árbitros? ¿Cómo era ese proceso?

Pues mira, a los dos años de llegar a Vallecas, mi jefe decía que ponía, y ponía, y ponía dinero y que ya tenían que ganar. Él siempre decía que, en el fútbol como en cualquier profesión, cuanto más medios les des a tus empleados, más le puedes exigir, y ¿por qué digo esto? Por los árbitros.

Desgraciadamente, el Rayo Vallecano se ha visto durante toda su vida a punto de bajar, a punto de subir, a punto de promocionar… Cada dos o tres años vivíamos partidos de alto riesgo. Y entonces, son los veteranos, los que sabían de fútbol, los que le dicen "José María, les hemos puesto un buen autobús, un buen hotel, una buena alimentación, un camión, pero esto no garantiza nada porque el árbitro está comprado por el contrario". "¿Cómo? Pero eso no vale", dijo el jefe. Nosotros pensábamos que el deporte era puro, pero no.

Víctor de la Cruz explica cuándo empezaron a comprar a árbitros para asegurarse partidos importantes. Relevo

Entonces no había VAR, no había nada… "Aquí para ganar hay que hacer esto, esto y esto". ¿Y cómo lo hacemos? Pues hay que buscar una forma. Y efectivamente, en partidos muy importantes, pues… hubo que participar. Eso lo hemos aprendido en el fútbol.

¿Y cómo lo hacíais?

En aquella época un árbitro tenía un sobresueldo. El árbitro generalmente era funcionario, médico..., eran empleados con un sueldo normal. Y si llegaban a Primera división, pues tenían una dieta y una asignación por partido. A final de mes, pues el hombre tenía como dos sueldos. Pero claro, nunca era los 100.000 euros de hoy, o por ahí, que gana ahora mismo un árbitro.

O sea, que era muy asequible. Ellos al final tenían un sobresueldo por pitar, y era muy asequible que, no solo el Rayo, sino también otros equipos, fueran a pagar. Por supuesto, nosotros aprendimos de otros equipos y nosotros lo hicimos porque otros equipos nos lo hacían, se adelantaban. Entonces, si otro equipo daba 10, nosotros teníamos que dar 20.

¿Cuánto se solía pagar para comprar un partido?

Pues mira, yo he pagado 10 millones de pesetas en su momento. 10 millones en billetes de 10.000 pesetas.

"Llegamos a pagar a un árbitro 10 millones de la época. 10 millones en billetes de 10.000 pesetas"

Víctor de la Cruz

¿Y lo que menos?

Lo que menos pagamos fueron 5 millones.

¿Se entregaban maletines llenos de billetes de diez mil pesetas?

Maletines no han existido nunca en el fútbol, eso es un invento de la prensa. Ahora es la época de los maletines, pero os juro por Dios que maletines no han existido nunca. Solía ser un neceser, una bolsa de plástico, una bolsa de un gran almacén, pero maletín, maletín, propiamente dicho, eso no ha existido nunca.

Víctor de la Cruz niega que el dinero se entregara en maletines. Relevo

"Maletines no han existido nunca. El dinero se entregaba en neceseres, bolsas de plástico..."

Víctor de la Cruz

¿Crees que hoy en día hay posibilidad de comprar a un árbitro?

Yo creo que no. Un árbitro de hoy cobra mucho más dinero que en aquella época y creo que sería muy difícil que un árbitro renunciara o se pringue sabiendo además que hay VAR. No puedo poner la mano en el fuego, pero yo estoy segurísimo de que es muy difícil.

Ahora, ¿en otras categorías? Pues sí. ¿Por qué? Porque te cuento que estamos hablando de Primera División y de lo que gana un árbitro, pero ahora vete a Segunda, a Segunda B…

¿Y a jugadores rivales? ¿Tú crees que a día de hoy todavía se les prima?

Sí, porque por ejemplo si un jugador termina contrato en el equipo tal y es el portero… Pues le ofreces que si pierden, te vienes con nosotros. Hacemos un contrato previo, y si perdéis, con nosotros. Y entonces el portero, que sabe que es su último año ahí, accede porque piensa "es una putada porque esta gente van a bajar. Pero yo tengo ya equipo para tres años".

En el año 2011 Ruiz Mateos deja de ser propietario del Rayo. ¿Cómo es el proceso para que llegue a manos de Martín Presa?

Pues eso es una de las cosas que a mí me llama mucho la atención. Yo al señor Martín Presa no lo conozco personalmente. Nunca lo vi en el estadio. Sí es cierto que yo estaba en otros menesteres… La familia Ruiz Mateos eligió a este señor pero yo jamás, jamás, jamás he visto a ese hombre ni alrededor ni pegado al jefe. Con los hijos, pues no lo sé. Mi jefe tiene muchos hijos.

Creo que se hizo (Martín Presa) abonado del Rayo el último año, algo que se podría entender como una estrategia, pero esto no lo puedo corroborar.

Víctor de la Cruz explica cómo fue la llegada de Raúl Martín Presa a Vallecas. Relevo

¿Por qué lo eligieron a él? ¿Hizo una buena oferta económica?

Qué va… La oferta era de 900 y pico mil euros, creo que pagó, y se quedaba con el 97% del club. El uno y pico, casi el 2%, es el que está en manos de nosotros, porque yo también soy accionista del Rayo. Yo tengo dos acciones de 20.000 pesetas y entre todos, creo que era el uno y pico, no llegamos ni al 2%. Así que le dio el 98% a este hombre. ¿Por qué se lo dio? Pues yo lo siento, pero… no lo sé.

Entiendo que después de tantos años en el Rayo, te hiciste aficionado del club, de hecho yo te vi el otro día en el estadio...

Yo tengo que ser del Rayo. A mí me han escupido y me han insultado por ser del Rayo. Cuando llegábamos a los campos nos llamaban "Vallecanos, yonquis y gitanos". Ahora que se ha puesto de moda el caso de Vinicius… Vinicius no tiene ni idea de lo que es que te insulten y humillen comparado con lo que le hacían a la presidenta por el mero hecho de ser mujer. Encima era católica y demás, así que no sabes la cantidad de burradas y de insultos que ha podido sufrir Teresa.

"Vinicius no tiene ni idea de lo que es que te insulten y humillen comparado con lo que le hacían a Teresa Rivero por ser mujer"

Víctor de la Cruz

Y como aficionado del Rayo, ¿te gusta la gestión de Martín Presa?

Pues en lo deportivo hay que descubrirse, yo le doy las gracias al presidente y le doy la enhorabuena porque nos tiene a los rayistas contentos. Yo creo que el aficionado al Rayo, el abonado al Rayo, lo que quiere es ver a su equipo ganador. Hay veces que ganamos, otras veces perdemos, pero la realidad es que tres o cuatro jornadas antes del final de temporada ya veníamos el objetivo cumplido. Para los rayistas, ése es el éxito.

¿Mantienes contacto con Teresa?

No, con la familia no, ninguno, ni quiero tener ningún tipo de contacto. Les deseo lo mejor, a la presidenta por supuesto, le tengo todo mi cariño. Cuando hay tanta experiencia, tanto roce… Yo siempre estaré agradecido por su entrega al Rayo y sobre todo también a su afición por su buena recepción. Pero estas circunstancias han provocado que la familia Ruiz Mateos y yo no tengamos ningún tipo de contacto.

¿Asumiste mucha culpa?

Pues sí, pero soy de las personas que intento mirar hacia adelante. Yo puedo ser culpable y puedo asumir mucha culpa de muchas cosas que se han hecho, lo asumo con total responsabilidad.

¿Te sentiste traicionado después por la familia?

Yo de la familia nunca esperé nada, me sentí traicionado por la persona con la que estuve trabajando, con la que me fichó y con la que me entregué. Con la que me jugué la vida y le protegí. Esa fue realmente mi gran decepción, porque a mí los hijos no me deben nada, ni la mujer, ni nadie, me debe absolutamente nada.

Te cuesta decir su nombre en el momento en el que dices que te sentiste traicionado...

Sí, sí, porque tengo sentimientos enfrentados. Hemos hecho muchas cosas que no se pueden contar… Yo intenté robar un secreto de sumario, o sea, entrar en el máximo tribunal de la justicia española, entrar a robar… Yo siempre digo que eso no lo hacemos los valientes, lo hacemos los colgados, porque hicimos cosas con las que nos jugábamos toda la vida en la cárcel.

¿Y por qué te sientes traicionado?

Pues me siento traicionado porque yo estoy viendo lo que va a pasar y no me avisa, y cuando yo le consulto, la familia hace lo posible para que yo no conecte con el jefe. Y a partir de ahí no vuelvo a saber nada más.