REAL MADRID

El vestuario del Real Madrid, entre la pena y el enfado por Hazard

Sus compañeros le ven muy lejos de su nivel, aunque no entienden que no tenga minutos ni en los partidos ya resueltos.

Hazard, en Anfield./Getty
Hazard, en Anfield. Getty
Sergio Santos

Sergio Santos

"Veo muy bien a Hazard. Cuando volvió del Mundial, esa primera semana, entrenó muy bien. Quizá esperaba una oportunidad porque los brasileños aún no estaban. No llegó la oportunidad y quizá ahí bajó un poco la cabeza. Le sigo viendo animado en los entrenamientos. Es tranquilo, con otro carácter podría poner de mala hostia a un vestuario, si tuviera mala actitud, pero él siempre tiene buena actitud, con una sonrisa en cada entrenamiento intentando hacerlo lo mejor posible. Luego la decisión es del míster. Nunca le ha faltado el respeto a nadie. Me da pena por él, porque sé el sueño que siempre tuvo él de venir al Real Madrid, me da pena que las cosas no hayan salido como merece un jugador de su altura porque en la Premier arrasó, era de los mejores del mundo. No sé qué va a hacer pero si sigue espero que pueda demostrar el futbolista que es". Las palabras son de Courtois nada más terminar el partido de vuelta contra el Liverpool. Unas declaraciones que reflejan a la perfección el sentir del vestuario.

En la caseta existe una mezcla de pena y enfado por la situación de Hazard. La primera parte, la de pesadumbre, viene por el nivel que exhibe en casa sesión: en las acciones individuales asoma su condición de futbolista de clase mundial, la misma que desaparece cada vez que tiene que ir al choque. Su cabeza no va al ritmo de sus piernas y ese miedo a volver a lesionarse le atenaza. A sus compañeros les frustra ver cómo quiere y no puede.

Por otro lado está el enfado, ya que creen que el ostracismo al que le ha condenado Ancelotti podría evitarse. Es evidente que ahora mismo el belga está muy lejos del nivel de Vinicius, el jugador que ocupa su demarcación, y también del resto de atacantes. Es comprensible que en algunos partidos ni caliente, aunque lo que no ven tan lógico es que no se le premie con minutos en otros donde sí podría destacar o incluso en momentos como la vuelta frente a Liverpool, donde todo estaba resuelto en el tramo final. Un guiño de ese tipo podría devolverle parcialmente la confianza a Hazard. 

Una titularidad reclamada por sus compañeros

El cariño que le tienen los pesos pesados quedó demostrado en la última titularidad de Eden en Champions, en la que, tal y como desveló Relevo, fueron los capitanes quienes hablaron con Ancelotti para que le diera minutos. Fue contra el Shakhtar en fase de grupos, el 11 de octubre de 2022. En la caseta valoran mucho que un jugador que ha sido uno de los mejores del planeta no ponga ni una mala cara en el día a día. Todo es amabilidad, educación y buen ambiente con sus compañeros, ya que el belga es consciente de que ellos no tienen culpa de nada.

No hay 'feeling' con Ancelotti

Sin embargo, su relación con Ancelotti es muy distinta. Se sienten decepcionados mutuamente y la distancia va a más cada día, algo que no se molestan en disimular ni en sus apariciones públicas. "Me gustaría quedarme, siempre lo he dicho. Espero jugar. Sólo espero estar en el campo para demostrar que todavía puedo jugar al fútbol. La gente tiene dudas, es normal. Lo comprendo. Pero, para mí, sigo aquí el año que viene. Un traspaso no está en la agenda, pero nunca se sabe", aseguró Hazard esta semana a la cadena belga RTBF. Una continuidad que puede convertirse en calvario para él si también sigue Carletto.

Ancelotti, sobre Hazard.EuropaPress

 La opción de encontrar una salida, eso sí, se antoja muy complicada. El belga es actualmente el jugador mejor pagado de la plantilla (unos 15 millones netos por temporada), un sueldo acorde al fichaje galáctico que fue allá por 2019. Su cotización se ha desplomado en las últimas temporadas y está totalmente descartado que ningún club se acerque siquiera a esas cantidades. La única opción sería que el Madrid se hiciera cargo de una parte del sueldo, aunque para eso tendría que cambiar la voluntad de Hazard, que hasta el momento es la de apurar hasta el final su contrato.