El vestuario del Real Madrid alucina con Vinicius: "Tiene un efecto imán"
El debate sobre si es el mejor jugador del mundo en la actualidad está sobre la mesa.
¿Es Vinicius el mejor jugador del mundo? Esta pregunta se repitió una y otra vez en el Bernabéu después de la exhibición del brasileño frente al Chelsea, encuentro en el que fue nombrado MVP tras provocar el primer gol (suyo fue el disparo previo al tanto de Benzema) y asistir en el segundo. Se ha colado definitivamente en ese ramillete de escogidos, algo que desde hace tiempo piensan sus compañeros.
"Tiene un efecto imán", dicen internamente en el vestuario del Real Madrid. Lo principal que destacan de Vinicius es su capacidad para hacerle la vida más sencilla al resto, ya que cada vez que recibe la pelota tiene dos y hasta tres adversarios pendientes de él porque asumen que en el uno contra uno es imparable. Eso abre espacios que habitualmente los centrocampistas y delanteros no tienen, puesto que los equipos rivales suelen proponer planteamientos muy defensivos frente a los madridistas. El último ejemplo lo dejó el Chelsea en el Bernabéu: tres centrales, dos carrileros y tres mediocentros. Lampard aparcó el autobús en Chamartín.
Ante esos entramados defensivos, la capacidad de Vinicius para atraer contrincantes es oro. Oxígeno para sus compañeros. Normalmente, el defensor que acude en la ayuda provoca que en el Madrid el lateral zurdo, el mediocentro de esa zona o Benzema encuentren espacios libres. Con el simple hecho de recibir la pelota, Vini ya desencadena un efecto dominó que afecta a todo el frente de ataque.
Capacidad de desborde
Otro aspecto que subrayan de él es el talento para desbordar rivales. En un fútbol cada vez más físico, sólo unos pocos elegidos tienen la capacidad de irse por potencia. Vinicius es uno de ellos. El Madrid se enfrenta con frecuencia a equipos que preparan al detalle la forma de defenderlos, aunque toda esa pizarra se cae como un castillo de naipes en el momento en el que Vinicius desborda a un defensor y otro compañero tiene que venir a tapar el agujero. Nuevamente, efecto dominó para que alguien se quede libre. Y cuando quien recibe desmarcado es alguien de la calidad de Kroos, Modric, Benzema o Valverde, suele conllevar peligro.
En la mesa de los mejores
"Vinicius ya está a la altura de Mbappé", dicen sus compañeros desde hace tiempo. En el Real Madrid, sin entrar a valorar si es mejor, peor o parecido, consideran que el brasileño ha conseguido ascender ese escalón en el que se sitúan los jugadores capaces de ganar partidos por sí mismos. Una mesa en la que en su día comían Messi y Cristiano y que parecía reservada en el futuro para Haaland y Mbappé, aunque ahora tendrán un invitado extra. La Champions pasada fue la de Benzema y en esta edición, a pesar de los goles del francés (cuatro en los últimos tres encuentros), los focos apuntan a Vini.