ENTREVISTA

José Antonio Reyes fue su chófer y Cesc Fàbregas le cautivó: "A los 16 o 17 años no se había visto nunca eso en el Arsenal"

Arturo Lupoli, excompañero de los españoles en el club inglés, rememora algunas de sus vivencias.

Lupoli y Henry celebrando un gol en un torneo de verano. /GETTY IMAGES
Lupoli y Henry celebrando un gol en un torneo de verano. GETTY IMAGES
Marcos Durán

Marcos Durán

Si hace unas semanas con ocasión del Real Madrid - Arsenal de Champions, recordamos aquella eliminatoria del año 2006 en la que un joven italiano de 18 años fue espectador de lujo desde el banquillo de los suplentes, hoy toca que ese mismo Arturo Lupoli, que es entrenador del juvenil del Parma, nos cuente cómo era la vida en Londres y cómo se llevaba con José Antonio Reyes, además de su relación actual con Cesc Fàbregas, uno de los entrenadores de moda de la Serie A de Italia.

Para Arturo, Fàbregas ya es toda una realidad y dentro de pocos años estará entrenando a un equipo top a nivel mundial. Ya como jugador era especial y así lo recuerda: "Era un ejemplo, llegó y comenzó a jugar en FA Cup y Copa de la Liga, pero al año siguiente Wenger vio que ya estaba preparado para jugar 35 partidos a los 17 años", explica.

Eso y la relación con el entrenador fue la clave para su progresión: "Se veía el potencial y a Wenger no le importaba la edad, si veía que estabas preparado, te hacía jugar. Su mentalidad era apostar por aquel que veía preparado en ese momento, dejaba en el banquillo a Edu, Vieira o Gilberto Silva para hacer jugar a Fàbregas, Flamini, Song... eran chicos de 17 o 18 años, fue un gran entrenador que te daba muchísima confianza. Hablaba poco, pero, cuando te hablaba, te hacía entender cuál era tu proceso y tu momento".

El catalán era el claro ejemplo de cómo tenía que funcionar el club inglés. Todos se fijaban en él. Era el símbolo, como explica Lupoli: "Siempre que hablo de aquellos años... Cesc era el símbolo del Arsenal de aquellos años. Él dejó el Barça para ir al Arsenal, vence el premio a mejor jugador de la Copa del Mundo, era aquel jugador que físicamente no era el mejor, pero con una inteligencia, una técnica y una mentalidad a los 16 o 17 años que no se había visto nunca en el Arsenal".

Y añade: "Cuando lo veías jugar no entendías cómo él tenía la misma edad que yo, en los entrenamientos pedía el balón a todos, le decía a los mayores dónde ir, miraba a 40 metros y ponía el balón allí, era un fenómeno. No es que tenía dotes espectaculares, pero era uno que no fallaba nunca una decisión y tenía una inteligencia que a esa edad no he visto nunca".

La relación actual con Cesc

Arturo volvió a coincidir con Cesc cuando la temporada pasada lo visitó en Como. Todavía estaban en Serie B y el entrenador le decía que era un proyecto para ascender en dos o tres años, pero todo se precipitó: "Tenemos una buena relación con Cesc, hemos hablado alguna vez, hemos pasado algunos días juntos en el Como, me ha enseñado cómo se trabaja, sus entrenamientos. Él decía que tenía un proyecto de tres o cuatro años para jugar en Serie A y en pocos meses ya estaba en Primera. Yo pensaba que iba a ser entrenador, sinceramente. Esperaba que hiciera uno o dos años de experiencia, pero se ha mostrado preparado. Es un chico con una inteligencia por encima de la media porque se rodea de personas que saben, sabe cuáles son sus puntos fuertes y cuáles debe mejorar".

"Para mí en los próximos uno o dos años estará en un club top"

Arturo Lupoli Excompañero de Cesc Fàbregas en el Arsenal

"En el fútbol moderno es importantísimo rodearse bien. En la comunicación tiene una mentalidad más europea, más internacional, más inglesa. Aquí muchas veces tiene que discutir por eso, él no acepta algunas cosas en las entrevistas y es muy abierto, es una cosa que aprecio y aprendo. Para mí en los próximos uno o dos años estará en un club top y lo hará bien, porque si el nivel se eleva, él mejora. Su juego es moderno, mezcla salir de atrás y jugar directo, será uno de los mejores entrenadores del mundo pronto", cuenta.

José Antonio Reyes en el recuerdo

Lupoli también coincidió con otro español. Reyes fue una parte importante de aquel vestuario y por edad fue muy cercano a Arturo. No hablaba inglés y el italiano le hacía un poco de traductor, pero, a cambio, el de Utrera le llevaba a casa tras los partidos. La relación entre ambos era muy especial.

"Teníamos una gran relación, es el único jugador del que tengo la camiseta del Arsenal. Después de los partidos de visitante que llegábamos tarde, él siempre me llevaba a casa porque vivíamos cerca y yo no tenía carné, él siempre me decía que no cogiera el taxi, que me llevaba a casa. Siempre él. Tenía una relación muy cercana con su madre, no comía nunca en el campo porque no le gustaba la cocina inglesa y se iba siempre a casa, era un chico espectacular, siempre con una sonrisa, no hablaba inglés, pero daba igual, me pedía la traducción, yo le decía que no había problema, que era muy bueno. Siempre estaba con el teléfono, era muy buen chaval".