La Real sigue haciendo historia en la Champions League y se clasifica por la puerta grande para los octavos de final

Habría que hacerle un monumento a esta Real Sociedad que, con el empate frente al Inter, se ha clasificado para los octavos de final de la Champions League como primero del grupo D. Cuando se conoció el sorteo eran muy pocos los que confiaban en las posibilidades de este equipo. Algunos daban hasta por bueno un tercer puesto y la posibilidad de jugar la Europa League. Pero si algo ha demostrado este equipo desde la llegada de Imanol Alguacil es su afán de superación. Y lo ha demostrado en esta fase de grupos en el que no ha conocido la derrota frente a equipos de tronío como el Inter, el Benfica o el Salzburgo.

A la Real le bastaba el empate en el Giuseppe Meazza, pero salió al verde como si solo le alcanzara con la victoria. No sabe jugar de otra manera y en muchos momentos de esa primera mitad parecía que jugaba de local y el Inter, de visitante. No dispuso de ocasiones claras. Un disparo de aquella manera de Zakharyan en la segunda mitad y un remate al que no llegó por poco Oyarzabal, que estaba siendo agarrado por Cuadrado, fueron las mejores aproximaciones. Take Kubo hizo pensar en la posibilidad de sumar los tres puntos cuando tras una internada por la derecha, terminó besando el verde. Sandro Schärer, el colegiado del encuentro, en un principio, señaló el punto fatídico, pero viendo la acción en el monitor del VAR, rectificó, mostrando cartulina amarilla al internacional japonés. El pitido final supuso un soplo de aire fresco, sobre todo tras esa oportunidad final de Lautaro, cuyo disparo se marchó lamiendo el larguero de la portería de Remiro. Misión más que cumplida. Esta Real sigue soñando y lo hace a lo grande.

El estilo no se negocia, tampoco la personalidad. Imanol Alguacil ha convertido a la Real en un equipo de soldados pretorianos. Ni un estadio tan histórico e imponente como el Giuseppe Meazza hizo que el conjunto blanquiazul cambiara de discurso. No renunció a su forma de ser frente al finalista del año pasado de la Champions League. Ya lo dijo Imanol Alguacil en su comparecencia del lunes ante los medios: "Si especulamos, perderemos". Dicho y hecho. La Real entendió que la mejor manera de desactivar al Inter era teniendo el balón y ahí Martín Zubimendi se erigió en el amo y señor del partido. Con su descaro habitual, la Real movía y movía el balón, buscando la mejor opción de llegar a campo rival frente a un conjunto interista que le esperaba replegado, con sus once futbolistas en campo propio. Para el minuto 15, el 80% de la posesión era de la Real Sociedad. De locos. Solo había un equipo que disfrutaba sobre el verde, aunque si bien es cierto que el dominio no se traducía en ocasiones claras. De hecho, Sommer apenas se manchó los guantes. Le faltaba, eso sí, precisión a los realistas como en esa jugada en la que Juan Cuadrado se equivocó en su deseo de sacar el balón en largo. Golpeó mal y la pelota fue a parar a Take Kubo que filtró un balón peligroso a un Oyarzabal que le pilló a contrapié. Los minutos iban pasando y a la Real le iba costando más encontrar esos pases interiores.

El Inter fue creciendo sin cambiar su estilo, solo a la contra, y ahí emergió la figura de un Marcus Thuram muy complicado de parar. La ocasión más clara de la primera mitad llegó en una arrancada del atacante francés. Menos mal que se equivocó en la decisión con Dimarco totalmente libre de marca por la derecha, pero ese error hizo que el balón, después de tocar en Zubimendi, le llegara en buenas condiciones también a Alexis Sánchez, que se topó con Zubeldia. Fueron los peores minutos de la Real en la primera mitad. No encontraba el balón. Por el contrario, el Inter se encontraba cada vez más a gusto y, por ende, su talentoso delantero. No se trata de un futbolista cualquiera. Marcus Thuram tomó una sorprendente decisión el pasado verano al optar por unirse al Inter de Milán en lugar de fichar por el Paris Saint-Germain (PSG). Esta elección dejó a muchos sorprendidos, ya que Thuram tuvo la oportunidad de unirse a su compatriota Kylian Mbappé, pero optó por seguir otro camino. Se le preguntó en su día por qué no eligió unirse al PSG. Respondió con una sonrisa y dijo: "Él (Mbappé) sabe muy bien por qué no vine a París". Con Lautaro Martínez forma una pareja de muchos kilates. Ayer, con el argentino en el banco, Thuram fue el interista más peligroso, muy difícil de marcar tanto por abajo como por arriba. Lo consiguió Igor Zubeldia. Fan total.

Son muchos los que piensan que la Real Sociedad tiene uno de los mejores centros del campo de Europa. El trío formado por Brais Méndez, Martín Zubimendi y Mikel Merino es la envidia de los grandes equipos de continente. Frente al Inter, Imanol Alguacil no pudo echar mano de uno de ellos. Brais Méndez no pudo ni tan siquiera viajar hasta Milán por la fractura de cúbito sufrida en La Cerámica por una patada a destiempo de Capoué. El lugar del centrocampista de Mos lo ocupó Zakharyan, que, sin embargo, no entró tanto en contacto con el balón como el gallego. Les tocó, en este sentido, multiplicarse tanto a Martín como a Mikel, impecables en labores de contención y también en las de creación. El donostiarra tiene el don de la ubicuidad. Siempre está bien colocado, algo que agradecieron, y de qué manera, sus compañeros. Cortó balones peligrosos y ayudó, sobre manera, en las labores de creación. Normal que le quiera media Europa. Su actuación de MVP en un estadio mítico como el Giuseppe Meazza le sigue dando motivos a aquellos que siguen bebiendo las aguas por él. Terminó cojo, incluso tuvo que ser atendido, después de una 'caricia' de Asllani. Daba lo mismo. Está hecho de otra pasta.

Fue duda hasta última hora, pero los que le conocen, tenían claro que iba a ser de la partida. No se iba a perder un duelo así. La Real dio a conocer una hora antes del inicio del partido el 'once' y en el mismo estaba Igor Zubeldia. Terminó tieso frente al Villarreal. De hecho jugó infiltrado y estuvo en el terreno de juego hasta que su cuerpo aguantó. Frente al Inter, más de lo mismo. Aguantó 76 minutos, tiempo suficiente para demostrar que sigue siendo, al 70%, el mejor central de este equipo. Un verdadero titán que se las tuvo tiesas con Marcus Thuram y Alexis Sánchez. Sin embargo, salió airoso en muchos de los duelos que disputó con ambos. Esa lumbalgia que le está trayendo por la calle de la amargura, frente al Inter no apareció. O muy bien lo debió de hacer el de Azkoitia para que no se notara que estaba jugando mermado físicamente. Estuvo rápido al corte, en las coberturas. incluso se atrevió a salir con el balón en conducción. No se le cayeron los anillos al hacerlo, ni mucho menos. En su época de juvenil era el dueño del centro del campo de aquel equipo capitaneado por un tal Mikel Oyarzabal. Hoy ambos son santo y seña del primer equipo de la Real y se han clasificado para los octavos de final de como primeros de grupo.

FICHA TÉCNICA

Inter de Milán: Sommer, Darmian, Acerbi, Carlos Augusto, Mikhitaryan (Barella, min. 65), Çalhanoglu (Asllani, min. 82), Frattesi, Dimarco (Bastoni, min. 77), Cuadrado, Alexis (Lautaro, min. 65), Thuram (Arnautovic, min. 65)

Real Sociedad: Remiro, Traoré, Zubeldia (Aritz, min. 76), Le Normand, Aihen (Tierney, min. 86), Zubimendi, Merino, Zakharyan (Magunazelaia, min. 76), Take Kubo (Carlos Fernández, min. 86), Oyarzabal, Sadiq (Turrientes, min. 60)

Sin goles

Árbitro: Sandro Schärer. Amarillas para Igor Zubeldia (min. 21), Zakharyan (min. 43), TAke Kubo (min. 75) y Aritz elustondo (min. 84)

Estadio: Giuseppe Meazza. 69.010 espectadores.