Los rincones ocultos de Bondy, el barrio pobre y multicultural donde creció Mbappé
En vísperas al PSG- Barça, Relevo visita la zona en el que nació el futbolista francés.

París.- Amanece en la ciudad del amor. La mañana es cambiante. Sol, nubes, algo de llovizna, otra vez el sol y luego se vuelve a encapotar. Y así hasta en tres ocasiones en un espacio de dos horas. Dicen que así es un día típico en París, que deja muchas veces a Luis Enrique Martínez sin poder salir a rodar en bicicleta, una de sus pasiones. En el Parque de los Príncipes reina la tranquilidad antes de la tormenta. A 25 kilómetros al noreste de París se encuentra Bondy, uno de los barrios periféricos de la capital francesa, el municipio que vio crecer a Kylian Mbappé. Con poco más de 53.000 habitantes y situada en el departamento de Sena-Saint Denis, esta pequeña población parisina es una de las zonas más pobres y conflictivas de la ciudad. Una etiqueta con la que tienen que vivir, pero con la suerte de figurar en el mapamundi del fútbol por tener a Mbappé. Y de ello se sienten muy orgullosos.
Kylian proviene de una familia de deportistas. Su padre, Wilfried Mbappé, de origen camerunés y que llegó a Europa como refugiado, fue entrenador de fútbol del mismo equipo en el que creció su hijo, el A.S. Bondy. Además, tuvo el privilegio de entrenarlo, mientras que su madre, Fayza Lamari, originaria de Argelia, fue exjugadora de balonmano también del A.S. Bondy. "Es lo mejor que nos ha dado Bondy. ¡Vamos, Mbappé! Es un ejemplo para nosotros. Muchos quieren ser como él", explica un chico al lado del Lycée Professionnel Léo Lagrange. Este nombre es el de la escuela en la que estudió Kylian disfruta de cada paso que da la estrella francesa en su carrera deportiva. "Durante el último Mundial de Qatar decoramos el colegio con imágenes suyas y parábamos las clases para poder ver los partidos de Francia", explica a Relevo una exalumna.

De camino hacia el centro deportivo del AS Bondy, en el complejo deportivo Stade Léo Lagrange, el club en el que se formó Kylian, hay una cafetería pequeña y con muy poca gente. Dos camareros están detrás de la barra. Uno de ellos mira su teléfono. Otro chico se está tomando un café en la misma barra y mientras, dos personas mayores están sentadas en una de las cuatro mesas del bar. Uno de ellos se está comiendo un bocadillo de jamón y queso, y el otro el clásico croissant francés. "Mbappé es mejor que Messi. Es el mejor jugador del mundo", dice uno de ellos sonriendo mientras escucha una conversación telefónica en castellano. La estima y el cariño que le tienen al '10' del PSG en Bondy se respira por todos los costados.
Un paseo para ver las desigualdades y la pobreza en Bondy
Media hora de paseo son más que suficientes para ver las desigualdades que existen en uno de los distritos con más problemas y violencia de París. Sin hoteles de lujo, coches de alta gama ni tampoco riqueza. Es más, abunda la pobreza. Por la calle se ve muy poca gente. El día tampoco acompaña. "Nuestro vecindario es un increíble abanico de culturas", dijo en su día el jugador. Muchas razas conviven en uno de los barrios más marginales y con más migración de la capital.
En 2005 y cuando Mbappé tenía tan solo seis años, tuvo lugar una protesta contra el abuso policial: los jóvenes de Bondy se enfrentaron a ellos e incendiaron coches y destrozaron edificios. El pasado mes de junio por ejemplo, la policía asesinó a un adolescente afroamericano llamado Nahel. Los disturbios volvieron a repetirse y la población desafió también a la clase política. Hubo cerca de 1.300 detenidos. Fue el propio Mbappé quién tuvo que intervenir. Primero, repudiando el asesinato y posteriormente mandando un mensaje de tranquilidad y pacifismo ante todas las protestas que se fueron sucediendo.

«De pequeño ya veías que era un superdotado»
El centro deportivo donde juega el AS Bondy es pequeño. Hay un campo de césped artificial donde entrenan unos chavales y pegado y separado por una simple reja, otro de césped natural (en muy mal estado) con pista de atletismo. Hay poca gente. La mayoría de niños están en el colegio y los entrenamientos son por la tarde. "Quizás mañana (por hoy miércoles) alguno se lo salta", bromea el jardinero que está cortando el césped donde están plantadas unas flores que presiden en la entrada del recinto a poco más de 24 horas del PSG - Barça. "Mbappé es un referente y estamos muy contentos que se haya formado aquí. De pequeño ya veías que era un superdotado. Hacía cosas poco comunes para chicos de su edad", revela uno de los técnicos.

A pocos minutos a pie del complejo deportivo Stade Léo Lagrange se encuentra el edificio en el que el internacional galo pasó su infancia. "No me gusta el fútbol", se sincera un vecino a este medio. Es sorprendente y debe de ser de las pocas personas que no idolatran al jugador galo. La zona está desértica y muy dejada. Apenas pasan peatones. Incluso se ven dos coches quemados. El jugador vivió ahí durante 14 años antes de incorporarse a las categorías inferiores del Mónaco. A las afueras de Bondy y con la carretera al costado hay una gran fachada de un bloque de pisos donde hay un gigantesco mural dedicado al delantero. Es uno de los lugares más especiales para los habitantes de Bondy y seguidores de Kylian. "Ama tu sueño y él te devolverá el amor. Simplemente hazlo", reza el texto con su imagen.

Considerado héroe local, Mbappé es el motor de Bondy para mantener vivos los sueños de muchos en un barrio pobre y con dificultades que se pueden contemplar a simple vista paseando por la zona. Mbappé un día dijo que "la gente piensa que por ser de las afueras somos 'matones', pero hay matones en todas partes del mundo. Cuando era niño, solía ver a algunos de los tipos más duros del barrio llevar comida a mi abuela. Nunca ves eso en las noticias, solo escuchas lo malo". El francés no olvida sus raíces y nunca reniega de sus orígenes. Es historia viva de Bondy, que idolatra y admira al que consideran el mejor futbolista del mundo. Esta noche hay fútbol en el Parque de los Príncipes y como en cada encuentro del PSG, en su barrio más de uno se enfundará la elástica número '7' del PSG o el '10' de la selección francesa.