El mejor Neymar acerca al PSG a la Champions

El PSG empata contra el Stade Reims, quedan pocos minutos y el partido se ha caldeado. El árbitro ha expulsado a Sergio Ramos y los parisinos, impotentes, no logran adelantarse en el marcador. Neymar, sospechoso habitual, recibe una entrada dura y se encara con el rival. Se pasa los siguientes minutos buscando al culpable y cuando recibe el balón, le encara y le tira un caño. Ese es Neymar. Y esta temporada, Galtier está recuperando su mejor versión.

Desde hace años, la mirada altiva desde Qatar solo contempla un único objetivo: ganar la Champions. Así se entiende una plantilla plagada de estrellas que encuentra la motivación en Europa. La pizarra de Galtier y la mano de Luis Campos desde los despachos se han encargado de ordenar el talento. Esta temporada el PSG ha tenido un cambio de vestido: proyecta un 3-4-3 pensando tanto en el colectivo como para potenciar las individualidades arriba. Y algo más de un año después de la llegada de Messi, el engranaje comienza a fluir.

"Seguro que pronto tendremos la Champions en París", dijo Neymar recientemente. El brasileño está poniendo de su parte: está siendo, en cuanto a cifras, su mejor temporada en años. Neymar, entre goles y asistencias, produce 1,42 tantos por partidos, cifra que en París solo superó en su primera temporada, la 17/18 (1,46). Con el foco en la liga, Neymar promedia 1,83 goles producidos por encuentro, la mejor marca en competición nacional desde que cruzó el océano para jugar en Europa.

Neymar está a un solo gol o asistencia de igualar la producción ofensiva que acumuló durante toda la temporada pasada. "No creo que haya un nuevo Neymar, pero sí que me siento más completo", comentó el brasileño. Su versión actual está más al servicio del equipo que nunca. El termómetro que marca el cambio de estación es su implicación defensiva. En el 5-3-2 sin balón que propone Galtier, a Neymar le toca juntarse a los centrocampistas. Si bien Messi y Mbappé pueden permitirse rebajar la tensión en defensa, Neymar debe estar plenamente comprometido. Y así está siendo.

La historia del PSG en Champions desde que llegó el brasileño es la demostración de que para vencer en Europa es necesario tener muchos factores a tu favor. "Para ganar hay que aprender a sufrir", declaró el '10'. Y sufrir, el PSG ha sufrido mucho en Europa. En el primer año de Neymar -y de Mbappé- en el Parc des Princes, el Madrid les apeó del torneo y el brasileño se perdió la vuelta. En su segundo intento, volvió a caer en dieciseisavos. Tras marcar un doblete en Old Trafford, un Manchester United mermado por las bajas ganó en París. Aquella noche tampoco estuvo Neymar. Presenciaría en primera persona la derrota en la final de la Champions ante el Bayern. Al año siguiente el PSG y el Manchester City regalaron una eliminatoria apasionante que se llevaron los de Guardiola. En la pasada edición, el Madrid les contó qué es su inefable aura europea.

Los mapas de calor muestran un Neymar más atrasado, al servicio del equipo. Nace en la mediapunta pero desemboca en la zona de creación, junto a Verratti, mientras Vitinha compensa su movimiento y pasa a ocupar zonas más adelantadas. Neymar sigue dejando salir al niño que lleva dentro cada vez que salta al verde. Pero este Neymar ya tiene 30 años y el reloj de arena no dejará escapar oportunidades de manera infinita. Con el añadido de querer ganar el Mundial de fondo, Neymar ya ha presentado su mejor versión para que el PSG y la Seleçao opten a todo.