La llegada del City al estadio "a lo NBA" para recibir al Real Madrid en el Etihad

Más de una hora y media antes de cada partido en el Etihad Stadium, el autobús que lleva a la plantilla del Manchester City sale de la ciudad deportiva y recorre los mil metros que hay hasta el estadio, un tramo que andando se tarda poco más de cinco minutos. Allí, en la entrada principal, Colin Bell Stand, nombrada en memoria de uno de los grandes jugadores de la historia del club, les espera el recibimiento masivo de sus aficionados: les hacen un pasillo, suena música por los altavoces y, uno a uno, los futbolistas y el cuerpo técnico se bajan del autobús, chocan las manos a izquierda y derecha, entran en el estadio por el 'Tunnel Club', la sala privada más cara -uno de los privilegios de estar ahí, precisamente, es poder ver a los jugadores a pocos centímetros de distancia-, para después bajar al vestuario. Se graba en un directo que el City emite en sus redes sociales, se desvelan los futbolistas convocados -no pueden esconderse, los que se bajan del autobús son los que están- y todos disfrutan de esos 30 metros que las estrellas citizens pasean al lado de los hinchas.

Es la rutina habitual antes de un partido. Contra el Burnley, contra el Crystal Palace... y contra el Real Madrid. Desde hace años, los citizens apostaron por una llegada "a lo NBA", como se refieren algunos en el club, antes de cada partido con el objetivo de acercar a los futbolistas a sus aficionados. Dicho con otras palabras, la misión es que haya show antes del show, el puro partido, y la experiencia de los que van a las gradas sea mucho más completa que la de los 90 minutos de partido.

El Manchester City no pierde en casa en Champions desde septiembre de 2018, cuando el Olympique de Lyon pasó por encima en un partido de la fase de grupos. El resultado de 1-2 no impidió que alcanzaran las rondas eliminatorias, pero sí marcó un antes y un después en una racha que ya se extiende hasta los 42 partidos.

En aquella alineación estaba Ferland Mendy, que este miércoles formará parte del once titular de un Real Madrid que intentará ganar por primera vez en el Etihad.

El show pre-partido no es el único que organiza el Manchester City, aunque para los cuartos de final de la Champions League no tiene previsto un gran mosaico como sí se vio la semana pasada en la ida en el Santiago Bernabéu. En semifinales, si este partido se jugara en esa ronda, sería otra historia. Por ejemplo, en el duelo de 2016, en semis, sí que se preparó un mosaico antes de la eliminatoria contra los blancos.

Lo que sí se verán en las gradas son las pancartas o mensajes de los grupos de fans más conocidos, siempre con el objetivo de crear un ambiente caliente antes de uno de los partidos más importantes de la temporada. Del mismo modo, la luz de la tarde impide que se pueda exhibir el juego de luces que en el Etihad Stadium llevan varios años utilizando en la rutina previa a cada partido del Mancheter City.

No hay que olvidar que el propio Guardiola, en ocasiones, fue muy crítico con su propia afición en los partidos en el Etihad Stadium. Hace sólamente un año, como último ejemplo, lamentó el poco aliento de los suyos: "Nuestra afición estuvo en silencio durante cuarenta y cinco minutos. Estamos lejos en muchas cosas de ser el equipo que éramos", dijo en enero de 2023 después de jugar contra el Tottenham. Ayer mismo, en la previa, avisó de que necesitarán una atmósfera de partido grande: "Nuestra gente nos ayudará, está todo vendido. Necesitamos mucho ruido, mucha presencia de nuestros aficionados", dijo en rueda de prensa.

El City tendrá de vuelta a De Bruyne (jugó 81 minutos este fin de semana) y a otros como Walker o Aké, que se perdieron la ida por lesión. Además, Guardiola pudo dar descanso contra el Luton a Rodrigo, Bernardo, Foden y Grealish. El campeón de la Champions 2023 recibe al campeón del 2022. Para muchos, la final anticipada.