Lamine Yamal le hace perder el miedo a la Champions a un Barça que llegó a la orilla
El delantero catalán dio una exhibición, pero los blaugrana acabaron con una sensación agridulce. Todo se decidirá en Milán.

El Lluís Companys recibió al Barcelona con el eslogan que Lamine Yamal hace tiempo que se hizo suyo: una misión. El delantero catalán, que tiene tiernos en su memoria de adolescente las caídas del Barça en Europa, representa la antítesis del culer, pesimista y sufridor por naturaleza. En el cónclave de las estrellas, la Champions, volvió a reinar. Lo hizo en un partido absolutamente loco, con muchos giros de guion. Los blaugrana empataron un 0-2 y volvieron a poner las tablas justo después de recibir el tercero. El Barça acabó con mejores sensaciones que resultado.
Con el barcelonismo cavando y encontrando cada vez más capas de optimismo, motivos para creer, Montjuïc se congeló cuando Lamine, tocándose el muslo, se retiró al vestuario antes de que terminara el calentamiento. Y como si aún tuviera el equipo el susto en el cuerpo, el Inter salió impulsado y marcó en la primera acción del partido, en un bellísimo remate de Marcus Thuram. Con el francés y Lautaro Martínez a Iñigo Martínez y Pau Cubarsí se les presentaba un larguísimo duelo en el filo del abismo.
Lamine no sintió el vértigo ni del resultado ni del escenario -ya dijo que el miedo lo perdió en el parque de su barrio- y comenzó a amasar todo el fútbol blaugrana. El susto en la previa no hizo más que embellecer la narrativa del encuentro. Cada vez que recibía le encimaban Di Marco y Mkhitaryan. Ferran y su instinto especial de saber moverse entre gigantes le llevó a tener las dos primeras ocasiones del Barça. Las dos se marcharon cerca del poste del Sommer. El partido se iba a mover en esos finos márgenes. Sin tiempo para respirar, Dumfries anotó el 0-2 en un tiro acrobático.
Un Lamine de resurrección
El único que no se hizo pequeñito fue Lamine, un Lamine de resurrección. Agarró una pelota a 30 metros de Sommer, esquinado, para hacer de la nada, el vacío, una obra de arte. No existían atisbos de peligro y dibujó el terror en el Inter. En su siguiente acción, inmovilizó a Di Marco en el suelo y el portero desvió su disparo al larguero. Falló y espoleó al público porque no solo juega para ganar, juega para trascender. Perpetua un presente tan brillante que ya carece de sentido pensar en su futuro. Desencadenó el juego del Barça y escondió sus miedos.
El centro de gravedad blaugrana estaba tan a la derecha que Pedri apenas miraba al costado opuesto. Lo hizo cuando tocó, para encontrar a Raphinha en el segundo palo. Con sutileza, el brasileño le cedió el gol a Ferran. El Barça aturdió al Inter desde el 0-2, aun siendo el equipo menos goleado del torneo. Le pasó por encima. El arreón blaugrana comprimió el tiempo de la manera que 45 minutos pasaron como un puñado de segundos. En la primera parte cayó lesionado Koundé, pero no tenía el Barça un momento para reparar en ello.
Al segundo tiempo salió el Inter dando un paso al frente, sumando metros para desestresarse. Y con Carlos Augusto por un malherido Di Marco. No tardó el Barcelona en volver a decantar el campo hacia Sommer, aunque con algo menos de ritmo. Los italianos, con ganas de correr, abrieron el partido. De nuevo a la salida de un córner, y una falsa salida de Szczesny, Dumfries volvió a poner en ventaja a los nerazzurri. Respondió un par de minutos más tarde Raphinha, en una jugada ensayada, con un disparo con el alma que golpeó en la espalda de Sommer después de que tocara el larguero. El respeto por unas semifinales de Champions se la dejaron ambos conjuntos en el vestuario.
El Barça no tuvo capacidad para maniatar el partido y, con menos piernas, el Inter encontró grietas en la defensa blaugrana. Un gol de Mkhitaryan quedó anulado literalmente porque la punta de su bota estaba en fuera de juego. Inzaghi descifró como hacer correr a los blaugrana hacia atrás. , pero los últimos minutos fueron un vendaval culer. Con otro tiro al larguero, Lamine estuvo a punto de marcar el cuarto. El Barça tendrá que completar la misión en Milán.
Ficha técnica:
- FC Barcelona : Szczesny; Koundé (Eric García, min.42), Cubarsí (Christensen, min.83), Iñigo Martínez, Gerard Martín (Araujo, min.46); de Jong, Pedri (Gavi, min.83); Lamine Yamal, Olmo (Fermín, min.67), Raphinha; y Ferrán Torres.
- Inter de Milán : Verano; Bisseck, Acerbi, Bastoni; Dumfries (Darmian, min.81), Barella, Çalhanoglu (Frattesi, min.71), Mkhitaryan, Dimarco (Augusto, min.55); Martínez (Taremi, min.46) y Thuram (Zielinski, min.81).
- Goles: 0-1. Min.1, Thuram; 0-2. Min.21, Dumfries; 1-2. Min.24, Lamine Yamal; 2-2. Min.38, Ferran Torres; 2-3. Min.64, Dumfries; 3-3. Min.65, Sommer (pp).
- Árbitro : Clément Turpin (FRA). Amonestó a Cubarsí (min.70) en el FC Barcelona y Çalhanoglu (min.59) en el Inter de Milán.
- Estadio : Estadi Olímpic Lluís Companys, 50.314 espectadores.