Endrick sufre con Ancelotti lo que Vinicius ya vivió con Lopetegui
El brasileño sólo ha jugado 89 minutos en lo que va de Liga. No baja los brazos, pero sabe que el entrenador no se lo va a poner fácil.

Endrick (18 años) vive una primera temporada difícil, con chutes de adrenalina en los que demuestra la clase de futbolista que es pero más tiempo con el chándal puesto que vestido de corto. Ha tirado la puerta abajo en varios partidos, demostrando que puede sumar desde el banquillo y que aporta goles cuando los otros delanteros se atascan -lleva cuatro en 316 minutos-, pero no le ha valido para que Carlo Ancelotti lo utilice con regularidad.
El último palo se lo ha llevado después de la Copa del Rey. Marcó dos goles para salvar al Madrid de caer eliminado contra el Celta de Vigo, pero su estelar aparición no ha cambiado la tendencia. Jugó siete minutos contra Las Palmas, 20 contra el Salzburgo (con el partido solucionado) y uno contra el Valladolid. Recambio natural de Mbappé, sufre que el francés apenas sea sustituido.
Especialmente duro fue el partido en Zorrilla. Ancelotti, con el partido caliente y 0-3, retiró del campo a Fede Valverde y Mbappé en el 92' bajo la premisa de no correr riesgos innecesarios. Sus sustitutos para disputar 60 segundos fueron Loren Aguado, un castillista que ve cada oportunidad como un regalo... y Endrick, sin tiempo ni posibilidades para corroborar que lo que demostró ante el Celta, con un doblete exprés en Copa, puede aportarlo también en Liga. El brasileño apenas ha disputado ¡89 minutos! en lo que va de campeonato y se sitúa como el 473º futbolista con más tiempo de juego.
Su entorno asegura que no baja los brazos, aunque lo ha pasado mal y sabe que Ancelotti no se lo va a poner fácil. El italiano ha demostrado que no contar con Endrick más allá de utilizarle como revulsivo en partidos muy concretos, sin tener en los minutos de 'la basura' como en la última jornada. "¿Qué necesita para jugar? Necesita trabajar. No ha entrado porque Mbappé estaba siendo muy peligroso y el resto también lo estaban haciendo bien. Estará listo para el próximo partido", dijo tras no sacarlo contra el Getafe el pasado uno de diciembre, un discurso que podría ser válido para otras tantas jornadas.
Una situación muy similar a la que vivió su compatriota Vinicius con Julen Lopetegui durante su primer año en el Real Madrid. Llegó también con 18 años y bajo la tutela de un entrenador que no le veía preparado para pelear el puesto con los jugadores de la primera plantilla. El vasco aguantó en su puesto hasta el 29 de octubre, habiendo dirigido 14 partidos. Vini apenas jugó dos para sumar un total de 44 minutos.
No fue hasta la llegada de Solari al banquillo del Bernabéu que el de Rio de Janeiro aumentó su protagonismo en el equipo. El argentino vio que tenía potencial y en sus cuatro meses a los mandos le dio 31 partidos en los que demostró su valor: ocho goles y 12 asistencias. Participó en un tanto cada 102 minutos. Después tuvo que ganarse a Zidane, lo cual le costó algo más, para que finalmente haya sido con Ancelotti, con el que terminó de explotar.
Endrick tiene su ejemplo muy presente. Se trata de un futbolista que admira por su profesionalidad y resiliencia. Viajó a Madrid desde Sao Paulo con 16 años para conocer su método y ver en primera persona el esfuerzo que supone jugar en la élite. Ahora trata de replicarlo y llegar a lo que es ahora su compatriota, aunque para ello va a necesitar paciencia y más confianza de Ancelotti.