Brahim y Bellingham le vuelven a explicar la receta a Guardiola y allanan su pase en Champions
Los goles de Mbappé, Brahim y Bellingham remontaron el doblete de Haaland en una noche marcada por los errores en el Etihad.

El Real Madrid le volvió a explicar la película a Pep Guardiola. Si el fútbol es un deporte de fallos (y atletas), lo más inteligente sería aprovecharse de ello. En esta noche de lírica en el Etihad, los de Ancelotti se dieron cuenta a tiempo de la fórmula: ni tiros ajustados, ni golpeos a la escuadra, si estaban gafados de cara a puerta lo más preciso sería rematar en semifallo. ¡Eureka!
Así llegaron los goles de los blancos. Primero Mbappé, con un derechazo que no iba a ningún sitio y acabó en la red. Y al final con una vaselina fallida de Vinicius, que empujó Bellingham con el instinto de los campeones. Por el medio pasó Brahim, de nuevo el mejor agitador del mundo.
Atrás quedó el Manchester City de un gran Haaland y un resignadísimo Pep. Tras demasiados años dándole vueltas a la cabeza, con su enésimo invento esta noche: una línea de dos y tres centrales para arrancar el partido, el Real Madrid le tuvo que volver a explicar el fútbol, en una velada en la que sólo el propio fútbol le salvó de una goleada histórica.
La debilidad del Manchester City
Aunque parezca mentira, fue el Real Madrid el equipo que llegó al Etihad con una ristra de bajas en defensa. El Manchester City salió con todos sus titulares en la zaga, millón a millón, seleccionados por Pep Guardiola, y dejaron una sensación alarmante: atrás son un Gruyére. Los atacantes rivales se les iban colando por cada hueco, únicamente salvados por su imprecisión.
El técnico culé alineó cinco defensas de inicio, y ni mucho menos se notó. Ederson destacó como el mejor, mientras el conjunto británico se libraba de recibir una goleada 'shockeante'. Arriba, sólo Haaland inquietó al Real Madrid. Esta vez sí, con su tanto en la primera mitad y su presencia en la segunda.
El 'Káiser' Raúl Asencio
Lleva varios meses insinuándolo, pero en el Etihad nació Raúl Asencio. El Real Madrid perdió a todos sus centrales este curso, pero ganó uno más: el canterano canario está preparado para la máxima élite, y contra el Manchester City lo demostró. Tuteó a Haaland, pese a su doblete, y fue una certeza en todo momento para los blancos.
Ya no hay dudas sobre él, ni en el cuerpo técnico ni entre la afición merengue, cuando Asencio no era ni la primera opción desde La Fábrica. En su último compromiso europeo, cuatro de cuatro duelos ganados, una entrada salvadora como último hombre, dos entradas exitosas y dos despejes.
Los fallos del Real Madrid
No se explican los errores del Real Madrid en el Etihad. El partido arrancó con una tormenta de los de Ancelotti, que pronto pudieron marcar tres tantos. ¡Y los fallaron todos! Con una imagen increíble de Ferland Mendy paralizado ante la meta rival, sin portero, y no fue capaz de meterla. Hay ocasiones que parece que Mendy no tiene el control sobre sus propias piernas, como si fuesen un ente fuera de sí. Después, los disparos errados de Mbappé.
Pero el Madrid, como si se alimentase de sus propios fallos, fue saliendo a flote. Tras el empate de Kylian, Ceballos cometió un nuevo tropezón con el penalti sobre Foden. 2-1. Faltaba la traca final. Brahim irrumpió como los héroes y transformó el 2-2, hasta que Bellingham coronó otra remontada vikinga. Jamás la última.