El Barça cumple el plan 'anti-Eintracht' y refuerza la seguridad

Se había especulado mucho si el Camp Nou volvería a sufrir una invasión de aficionados visitantes, como ocurrió la temporada pasada ante el Eintracht. En esa ocasión, el templo azulgrana se tiño del blanco del conjunto alemán, provocando una imagen atípica en las gradas.

En las horas previas, desde el club azulgrana ya avisaban que habían reforzado las medidas de seguridad y que eso no ocurriría. Y así fue. Todos los aficionados que asistieron al Camp Nou para presenciar el partido tuvieron que mostrar su identificación acompañada de la entrada o el carnet de socio pertinente.

Había muchos que estaban avisados e hicieron los deberes, pero no todos. Algunos aficionados vieron como no se les permitía la entrada por no tener en mano el DNI. Eso provocó grandes colas en los accesos del Camp Nou que, a pesar de reforzar el personal, no lograba aligerar el ritmo.

El resultado final terminó siendo un éxito: el 97% de entradas fueron vendidas y se logró una asistencia de 92.302 espectadores, muy cerca del último dato récord. El del Clásico del Camp Nou de antes de la pandemia, que registró 93.426 personas en el estadio del Barça.

Otra de las medidas que se tomaron desde el club azulgrana, fue prohibir cualquier simbología del Inter en los lugares habilitados para los aficionados azulgranas. Los italianos, de esta manera, solo pudieron exhibir sus camisetas y banderas en la parte alta del Camp Nou, donde estaba el lugar destinado a la afición rival.

Con todas estas medidas, el club azulgrana logró el objetivo de teñir el Camp Nou de azulgrana para ayudar a unos jugadores que necesitaban ganar para seguir vivos en la Champions League.