Fuera del área técnica, hiperactivo y sin mediar palabra con Simeone: así fue el regreso de Xabi a Madrid
El técnico tolosarra no paró quieto en la derrota del Bayer Leverkusen contra el Atleti en el Metropolitano.

Fue protagonista desde el inicio. Cuando en la megafonía del estadio del Atlético sonó su nombre y el público reaccionó con una pitada de campeonato. Se huelen el futuro y también el pasado, con Xabi Alonso vestido de blanco. Así saltó al verde el entrenador vasco, ante una noche para el recuerdo en el templo colchonero.
Justo antes del inicio, otro de los momentos más esperados del encuentro: el saludo entre Xabi y el 'Cholo' Simeone. El argentino aguardó en la bocana de vestuarios, y ahí se cruzó con su rival. Un abrazo por compromiso, ni una palabra entre ambos, y ya arrancaba el fútbol.
El equipo alemán se imponía en los primeros minutos y Xabi se desvivía fuera del banquillo, casi siempre lejos también del área técnica. Era un choque muy intenso, y el 'míster' del Leverkusen dialogaba a la vez con el cuarto árbitro. Le daba indicaciones a los suyos y celebró con alegría el gol de Piero Hincapié. 0-1 para los suyos, con la expulsión de Pablo Barrios en los locales.
Xabi tenía un aliado, y ese era su inseparable Sebas Parrilla. El segundo entrenador del Bayer Leverkusen y la mano derecha de Alonso desde que se conocieron en Valdebebas, cuando entrenaron juntos al Infantil A del Real Madrid. Sebas, a la par que Xabi, no paró con su vehemencia de guiar a los suyos.
En el descanso, con el marcador a favor, fuera de casa y en Champions, Xabi Alonso quitó a Mukiele (un defensa) y metió a Schick, un delantero centro. Ofensivo y valiente, como son sus equipos. Sin embargo, la jugada no le salió como esperaba. El Atlético de Madrid empató gracias a un fantástico Julián y Xabi lo lamentaba en la banda. Ni Tah ni Grimaldo estuvieron acertados en defensa.
Después, unos últimos minutos de tensión y polémica. Hincapié fue expulsado y a punto estuvo de serlo Florian Wirtz. Los jugadores del Atlético se lo recriminaban a Xabi, y este no les hacía caso. En los minutos finales, el último golpe. Julián Alvarez completó su obra y el Atleti se llevó la remontada. Xabi lo aceptó con deportividad, y con el pitido del árbitro salió corriendo a ordenar a sus jugadores que fueran a aplaudir a sus aficionados desplazados a Madrid.