REAL MADRID

Acaban las cinco semanas de plazo de Ancelotti y el debate interno no se cierra: "Si construimos fútbol no marcamos el primer gol"

El cuerpo técnico confirma la apuesta por la verticalidad.

Jude Bellingham se lamenta tras una ocasión fallada contra el Stuttgart./EFE
Jude Bellingham se lamenta tras una ocasión fallada contra el Stuttgart. EFE
Jorge C. Picón

Jorge C. Picón

"En el fútbol de hace años las pretemporadas eran de cinco semanas. Entrenabas cinco semanas y, luego, empezaba la competición. Para estar a tope, un jugador necesita por lo menos eso, cinco semanas. Pues si cuentas desde el 9 de agosto, las cinco terminan más o menos en el día de hoy", fueron las palabras Ancelotti en la rueda de prensa previa al duelo contra el Stuttgart. El cuerpo técnico del Real Madrid piensa que la gira por Estados Unidos sirvió de poco a nivel futbolístico y que todo comenzó con la plantilla al completo en Valdebebas. Con un mes y medio de competición disputado las cartas están sobre la mesa y el periodo de preparación ha terminado, aunque el plan de juego no acaba de convencer a todos.

Contra los alemanes el Madrid volvió a dejar dudas. Faltó equilibrio, una de las palabras más repetidas por Ancelotti esta temporada, y control. El rival disparó 17 veces a portería y Courtois, que salvó a los de blanco, paró seis ocasiones claras de gol. Además, los visitantes ganaron la posesión (46%-54%). No es nuevo: 11 veces le tiró la Real Sociedad -entre ellas tres palos- y otras tantas el Betis. Los primeros también le pelearon el control de la pelota (52%-48%).

Estas estadísticas responden a un estilo que genera debate pero que, tal y como reconoció Ancelotti, es el elegido por el cuerpo técnico para esta temporada. "Hay que elegir entre construir o jugar vertical. A veces, el entrenador elige jugar vertical. Si jugamos a construcción, no marcamos el primer gol, que ha sido con un balón vertical de Tchouaméni. Tenemos delanteros muy rápidos", comentó el italiano, que descifró al Madrid que se va a ver este curso.

«Hay que elegir entre jugar vertical o construir fútbol».

Un Madrid de transiciones y no de control

La baja de Kroos y la llegada de Mbappé culminan ese Real Madrid en el que prima la fuerza y la velocidad por encima de la técnica. Sacrifica el control, con y muchas veces sin balón, para nutrir de ocasiones a sus delanteros. Así se entiende que haya disparado un total de 125 veces en los siete partidos que lleva esta temporada, a una media de casi 18 tiros cada 90 minutos.

Con la retirada de Toni y un Modric de actor secundario, el músculo se ha apoderado de la medular. Jugadores que no van faltos de técnica pero que no dominan el control y el pase y, sobre todo, la velocidad mental necesaria para que la pelota fluya rápido y sin fallo para descolocar a los rivales. Valverde y Bellingham, jugadores de más ida y vuelta, personifican ahora a un Madrid construido para las transiciones y no para el dominio a través de la posesión.

Ancelotti sí reconoce que falta más creatividad en la salida de balón, pero no delante. "Tenemos que trabajar más en la construcción desde atrás, hoy nos ha costado un poco más la primera parte. Pero tenemos que acercarnos a la portería rival lo más rápido posible". A esto se refirió también Kylian Mbappé: "Teníamos problemas para jugar y sacar de atrás en la primera parte". Punto que el año pasado funcionó a las mil maravillas y que este año toca volver a trabajar.

Y con estas armas el Madrid se enfrenta a un tramo de temporada clave. No debería serlo, pero los dos tropiezos contra Mallorca y Las Palmas en LaLiga obligan a los de Ancelotti a no fallar. Vienen dos rivales sencillos, perfectos para ajustar las piezas del puzle y llegar al derbi ante el Atlético con las mejores sensaciones posibles. Ese 29 de septiembre el equipo blanco tendrá el primer examen serio de la temporada. La prueba definitiva para ver si el estilo vertical funciona.