CHAMPIONS | BARCELONA 0 - CHELSEA 1

La receta del Chelsea para hacer mortal al Barça: garra, muro, marcaje a Graham...

El equipo azulgrana cayó en la trampa de las inglesas y perdió en casa por primera vez en cinco años.

Cuthbert celebra el gol de la victoria del Chelsea ante el Barça en la ida de las semifinales de la Champions femenina en Montjuic. /GETTY
Cuthbert celebra el gol de la victoria del Chelsea ante el Barça en la ida de las semifinales de la Champions femenina en Montjuic. GETTY
Mayca Jiménez

Mayca Jiménez

Un plan: ganar al Barça. Emma Hayes tiró de estrategia, táctica y mental, para imponerse al vigente campeón de la Champions. Al equipo que, en los últimos cinco años, no había cedido ni una sola derrota en casa y que, desde el pasado 21 de mayo, no sabía lo que era perder. Para fortuna de los culés, el aviso llega en la ida de las semifinales y se presenta con una distancia mínima y asumible (0-1).

Ahora, el Barça mira a Stamford Bridge con el objetivo de darle la vuelta a la situación para firmar el pase a la final de la Champions del próximo 25 de mayo en Bilbao. Queda una semana y en el conjunto catalán ya trabajan para "ajustar" alguna cosa y buscar "hacer algo diferente" para neutralizar el plan del Chelsea.

La receta para acabar con su dominio absoluto recayó en la pizarra de Emma Hayes y en la personalidad de su equipo, que supo jugar sus cartas ante un Barça irreconocible. El cuadro de Jonatan Giráldez se desesperó, no supo reaccionar y cayó en la trampa del equipo inglés. Sobre la mesa, varias claves. Desde el aspecto defensivo a la intensidad, la falta de acierto del Barça o la fortaleza mental de un Chelsea que se plantó en Montjuic con las ideas muy claras y la mayor de las motivaciones.

Intensidad defensiva y marcaje a Graham Hansen

El conjunto blue se presentó en el estadio Lluís Companys con una impecable e intensa defensa de cinco: Carter, Buchanan y Charles en el eje central y Lawrence y Rytting Kaneryd en los laterales. Un muro que secó a las catalanas. Incluso supieron anular a la imparable Caroline Graham Hansen, con un marcaje en el que se intercalaron Charles y Lawrence. Fueron su sombra y la noruega terminó apagándose entre intentos frustrados. También se tropezó con un hueso duro de roer Salma Paralluelo, a la que Carter no dejó respirar.

La extremo maña protagonizó varios de los acercamientos más claros del Barça. No obstante, ni su velocidad ni los diferentes registros que sumaron las catalanas en ataque, con intentos por el interior con Aitana Bonmatí primero y Vicky o Alexia después, pudieron derribar la puerta del Chelsea. El resultado fue atroz: un disparo a puerta del conjunto español en todo el partido. Su rival, con uno más, tampoco brilló, pero fue casi impecable en su puntería: uno de los dos tiros acabó en la red con un golazo, decisivo, de Cuthbert.

El Barça no fue el Barça ni en defensa ni en ataque

El tanto llegó en el minuto 40, al filo del descanso. Había tiempo, pero no hubo reacción. El Barcelona se mostró más errático que de costumbre en sus pases. La ansiedad y un Chelsea que supo manejar los tiempos con interrupciones le hicieron perderse. Era el otro juego, "sucio" para Aitana Bonmatí, en el que el Chelsea deslumbró: pérdidas de tiempo, faltas y varios parones por golpes de sus jugadoras. La picardía de las de Emma Hayes fue ganando terreno sobre el verde.

A pesar de que hubo momentos de lucidez en su juego, el cuadro culé se mostró incapaz de dominar el partido. "Ha estado muy igualado", confesó Giráldez. Su equipo siguió llevando la batuta en el juego (54% de posesión ante el 46% del Chelsea), pero no supo ser contundente en los últimos metros. La banda derecha cayó en el olvido, con una desaparecida Graham Hansen y una errática Ona Batlle, y ni Mariona Caldentey, que tampoco logró desenvolverse entre líneas, o Salma encontraron su espacio en el área de las blues.

El penalti anulado fue un mazazo

Atrás, el error defensivo de Engen, que apareció en la foto del gol de Cuthbert, también obligó a un borrón en la pizarra de Giráldez: la defensa fue la primera señalada del partido junto a Ona. Patri Guijarro tuvo que adoptar de nuevo el rol de central y su trabajo en la retaguardia fue uno de los pocos destellos de un Barça perdido. Aunque la balear sufrió también las embestidas de una Mayra Ramírez imparable.

A ello se sumó el infortunio de unos centímetros, después de un penalti anulado por fuera de juego posicional. Un jarro de agua fría cuando Mariona Caldentey se armaba para disparar desde los once metros. Stéphanie Frappart, que había pitado la pena máxima por mano de Buchanan, detuvo la jugada ante la revisión del VAR. Salma Paralluelo estaba adelantada y la jugada quedaba invalidada. El peso de la mochila del Barça crecía. Al tiempo que el miedo apretaba con el cronómetro en contra: Mayra cayó ante Paredes en el área y dejó otro suspiro en la grada después de que la árbitra dijera, con un leve suspense, que no había nada.

Alexia y una oportunidad perdida en el minuto 99

Pese a todo ello, el Barça tuvo la oportunidad de cambiar el cuento. Salma Paralluelo falló en el minuto 87 un mano a mano y Alexia Putellas tuvo en sus botas el 1-1 en el minuto 99. Su remate, desde el corazón del área, se marchó por la derecha de la portería cuando en la grada ya se preparaban para cantar el gol. Era una de esas jugadas inexplicables. Nadie creía en lo que acababa de ocurrir.Ni la propia Alexia, que lamentó su mala puntería y se marchó cabizbaja. La emoción y la tensión fueron los dos grandes ingredientes del encuentro.

El Chelsea resistió en los últimos tiempos, achicando cualquier acercamiento de su rival. Y el balón rodó más lento para el Barça que de normal. Se atascaron las azulgranas en la telaraña que tejió Emma Hayes.La entrenadora inglesa salió reforzada tras trazar el plan perfecto. Quedan 90 minutos de espectáculo y desenlace. Un pulso de planteamientos en el que Giráldez buscará dar la sorpresa para que el Barça esté en la final de Bilbao.