ENTREVISTA RELEVO

Cédric Bakambu y su fichaje por el Barça cancelado en plena escala: "Abidal me llamó para disculparse"

El internacional congoleño recuerda en Relevo su fichaje frustrado al Barça. El ex del Villarreal confiesa haber vivido un sueño con Olympiacos: jugar junto a Marcelo.

Cedric Bakambu y su clásica celebración durante su etapa en el Villarreal. /AFP
Cedric Bakambu y su clásica celebración durante su etapa en el Villarreal. AFP
Cristina Bea

Cristina Bea

"Empecé a jugar al fútbol con 8 ó 9 años". Lo hizo en su lugar de nacimiento, Vitry-sur-Seine (Val-de-Marne, 1991), en el norte de Francia, donde militó cuatro temporadas, antes de fichar por el Sochaux. "Desde niño he querido jugar para marcar goles como mi ídolo, Ronaldo, el brasileño". Quien habla, en francés, es Cédric Bakambu, el delantero franco-congoleño de Olympiacos. "Aquí la vida es tranquila, mi familia se siente bien, Atenas es una ciudad preciosa, el club es genial, la infraestructura es de primera. Es un gran club y estoy muy orgulloso de vestir los colores de Olympiacos. Todo está bien, Cristi", asegura Bakambu, que recaló el pasado verano en Grecia procedente del Olympique de Marsella.

El ex del Villarreal vive una temporada cuanto menos llamativa en el club heleno. En verano "hubo una ventana de fichajes muy grande, con James, Marcelo, Vrsaljko". "Exjugadores muy grandes de LaLiga española. Es una oportunidad haber podido evolucionar junto a ellos", reconoce el futbolista de origen congoleño. Al frente del equipo, Míchel, que el pasado 3 de abril abandonó el club con el equipo tercero en la tabla, a sólo tres puntos del líder, el AEK Atenas. "En el vestuario no entendimos bien la dimisión del entrenador. Todos estábamos sorprendidos y conmocionados", confiesa el delantero sobre la dimisión del técnico español.

"Míchel se despidió de nosotros y nos deseó buena suerte a cada uno de nosotros, mirándonos a los ojos. Le tengo un gran respeto. Es un gran entrenador, fue un placer trabajar a sus órdenes. Aporta mucho rigor y profesionalidad a sus jugadores. En el día a día sabe ser severo cuando hace falta y, además, bromea con sus jugadores para rebajar presión. Es un entrenador cercano a sus jugadores. Realmente no sabemos los motivos de su salida, pero tenemos que respetar su decisión", afirma Bakambu, que suma 17 goles y 3 asistencias en los 33 partidos que ha disputado hasta la fecha con el Olympiacos.

Uno de ellos, el pasado 4 de diciembre en un amistoso contra el contra el Standard de Lieja (3-3) tras un pase de Marcelo. "Ese momento nunca lo olvidaré. Jugar con Marcelo es como un sueño. Lo aprecio mucho porque en el día a día es una persona fantástica, accesible y generosa con todos. Tiene acciones y jugadas increíbles en cada entrenamiento. El fútbol parece tan fácil cuando él tiene el balón… Es increíble", recalca sobre el brasileño, que dejó el club griego el pasado 3 de abril. 

Además, Bakambu también tiene palabras para James Rodríguez, otro que ha abandonado el barco antes de tiempo: "James es un gran futbolista. Aporta un toque técnico excepcional al Olympiacos. Es profesional y muy trabajador. Tiene muy buenos recuerdos de su etapa en LaLiga y su amor por el Real Madrid es incondicional".

Cédric habla en francés porque se le ha emborronado el español que aprendió durante su etapa en el Villarreal. Su paso por el Submarino, al que llegó en agosto de 2015 -procedente del Bursaspor turco- y del que se marchó en enero de 2018 tras el pago de los 40 millones de su cláusula por parte del Beijing Sinobo Guoan, catapultó al internacional congoleño.

Bakambu celebra un gol en su etapa en el fútbol chino.  LA VOZ.
Bakambu celebra un gol en su etapa en el fútbol chino. LA VOZ.

"Siendo sincero, ese traspaso cambió mi vida. No me gusta hablar de números -se dijo que cobraría 8 millones de euros por temporada-, pero hay oportunidades que no puedes rechazar. No me arrepiento, porque fui recibido por grandes personas en Pekín, estoy muy feliz de haber podido vivir esta experiencia al otro lado del mundo, pero fue una decisión difícil porque no me lo esperaba para nada y en el Villarreal todo iba bien. Nunca olvidaré lo que el Villarreal ha hecho por mí. Allí pasé tres temporadas maravillosas. No importa lo que me depare el futuro, el Villarreal quedará grabado para siempre en mi mente", afirma Bakambu sobre una etapa en la que marcó 48 goles en 105 partidos que le convirtieron en 'Bakagoal'.

"Marcelino supo sacar la mejor versión de mí. No siempre ha sido fácil porque es muy exigente y le pide mucho a los jugadores, pero cuando ves el resultado final te das cuenta de que pocas veces se equivoca. No me avergüenza decir que es el entrenador que más me ha hecho progresar en mi carrera y nunca dejaré de agradecérselo", confiesa el delantero, que en su debut en España de la mano del asturiano anotó 22 tantos. El asturiano habría querido contar también con Bakambu en su posterior paso por el Valencia. "Hubo interés, pero nada concreto". Cuatro de aquellos goles fueron ante el Sparta de Praga en los cuartos de final de la UEFA Europa League esa primera campaña 2015-2016; dos en la ida y dos en la vuelta que les llevaron a medirse al Liverpool en semifinales.

"Cédric, lo que yo nunca olvidaré es cuando te entrevisté después del partido de Praga. Aún no sabíais si el rival sería el Shakhtar, el Sevilla o el Liverpool, pero no dudaste a la hora de elegir preferencia: Liverpool. No te importaba la dificultad, querías sí o sí ir a Anfield. Estabas exultante", le digo. "Jugamos al fútbol para competir contra los mejores jugadores y los mejores equipos posibles. Era consciente de la dificultad, pero sobre todo, cuando supe que íbamos a jugar una semifinal de Europa contra el Liverpool de Klopp, estaba feliz y orgulloso de poder enfrentarme a este tipo de equipos", relata el jugador, que guarda un recuerdo especial del duelo de ida en Vila-real que acabó 1-0 (Adrián López, 90').

"Mi padre había venido desde el Congo para ver el partido en El Madrigal contra el Liverpool. ¡Tenía más presión que yo! ¡Tenía miedo de que nos lleváramos una manita! La mañana del partido le dije: "Papá, vamos a ganar esta noche", con toda la seguridad, porque tenía confianza. Marcelino había generado en este equipo ese sentimiento de mucha confianza. Mi padre se sorprendió con mi respuesta. Ganamos 1-0 y mi padre estaba en la luna y súper feliz", relata.

No siempre ha ocurrido que Bakambu haya tenido tan claro contra quién iba a jugar. Recuerdo una rueda de prensa en una previa ante el Celta que tuve que repetirle una pregunta dos veces, tras lo que entendí, también por sus risas, que no, que no sabía aún cuál era el rival ese fin de semana. Se ríe al recordarlo. "Cuando hay partidos cada tres días, el ritmo es difícil e independientemente del rival, sé que el partido será complicado y que tendremos que redoblar esfuerzos para poder marcar. Por eso a veces hasta me olvido del rival y prefiero estar centrado en mi equipo y en mí mismo".

Así es Cédric Bakambu, de 32 años, 1,80m. y larga zancada, con el gol entre ceja y ceja. "Mi estilo de juego nunca cambiará. Sigo siendo ese delantero al que le gusta la profundidad, la verticalidad y la definición de cara a portería". Como durante su estancia en China (2018-2021) tuvo su posible regreso al Villarreal. "En esta etapa estuve cerca de volver al Villarreal. En el momento en el que Carrasco volvió al Atleti y Paulinho fue al Barcelona había mucha actividad entre el campeonato chino y LaLiga. Por desgracia, mi vuelta no se acabó de dar. Me sentí decepcionado porque de corazón que quería volver, pero supe levantarme y empezar de nuevo".

Bakambu celebra un gol con el Villarreal con su habitual gesto de las gafas. AFP7
Bakambu celebra un gol con el Villarreal con su habitual gesto de las gafas. AFP7

Lo mismo hizo tras su traspaso frustrado al F.C. Barcelona en enero de 2020. "Me quedé sólo con lo positivo y eso me dio más motivación para el futuro". Bakambu tiró de humor y se quedó con el halago que supuso para él que el Barça se fijara en él, aún más estando "tan lejos", en una competición como la Superliga china. Luis Suárez había sido intervenido del menisco externo de la rodilla izquierda y afrontaba una baja de, mínimo, tres meses y medio. Pero la situación fue tan rocambolesca como esperpéntica. "Cuando me contacta el Barça, no soy la primera opción, eso hay que decirlo -el Barça estuvo también muy cerca de fichar a Rodrigo Moreno, entonces en el Valencia-. Pasó el tiempo y al final de la ventana de fichajes la opción de vuelve cada vez más concreta. Hablamos de una cesión con opción de compra. Efectivamente, cogí un vuelo a España, pero llegué a mi escala y mi representante me dijo que la cesión al final no se haría, así que me di la vuelta y volví a unirme a mi equipo".

Lo que Cédric explica en pocas frases fue la historia de un fichaje interruptus en pleno vuelo. En la noche del miércoles 27 de enero de 2020, el entonces director deportivo del FC Barcelona, Éric Abidal, habla con los agentes de Bakambu. El jueves por la mañana, su llegada al Barça estaba "cerrada" tras las negociaciones. Cédric se encontraba en Corea del Sur. El Beijing acababa de llegar allí, vía Dubái, para preparar la fase de grupos de la Champions asiática contra el FC Seoul. Tras el sí del Barça y el que recibió el futbolista por parte del club chino para que pudiera jugar en la entidad azulgrana, Bakambu voló hacia España. El mercado se cerraba el 31 a las 23:59h.

En verdad recorrió sólo 2.091 kilómetros de los 9.598 que separan Seúl de Barcelona. Lo que duró el trayecto hasta Hong Kong. "Después me llamó Éric Abidal, que me lo explicó todo y se disculpó por la forma en que se habían hecho las cosas. Me sorprendió que me llamara y pensé que era muy elegante de su parte", afirma el delantero que, tras "el episodio del Barcelona", como lo califica el futbolista, siguió con su temporada. "Termino como máximo goleador de la liga de China. Me quedaban seis meses de contrato. Lo terminé y firmé con el Olympique de Marsella, una experiencia corta pero intensa. Tengo buenos recuerdos allí, como mi primer gol en mi primer partido o la clasificación para la Champions League en la última jornada de la Ligue1", reflexiona.

Bakambu, con el Olympique de Marsella. INSTAGRAM
Bakambu, con el Olympique de Marsella. INSTAGRAM

Bakambu llegó a Marsella, donde militó una campaña, y de ahí llegó a Grecia, como agente libre. Lo mismo le va a ocurrir este verano. Cédric sólo firmó por un año en Atenas, por lo que queda libre cuando acabe la competición helena, en apenas dos semanas, cuatro partidos. Su futuro está en el aire. "Hoy tengo 32 años, todavía me doy el derecho de soñar. Mi objetivo es terminar bien la temporada y luego ver las posibilidades que se me van a presentar. No me pongo ningún límite".

El futbolista es cauto. Se siente bien tratado en Grecia y quiere hacer las cosas bien, pero, cuando le insisto, no oculta sus ganas de volver a LaLiga. "LaLiga para mí es un campeonato especial porque es el que me dio a conocer a ojos de todo el mundo. Nunca he ocultado mi deseo de volver algún día a este campeonato". Y hablamos de un pasito más. "Sí, hay conversaciones entre mis representantes y ciertos clubes de la Liga. Nada concreto por el momento, así que prefiero no mencionarlos".

Cuando le planteo si tiene alguna preferencia, no duda. "Si tuviera que elegir un solo equipo de LaLiga, la elección sería súper sencilla: ¡Villarreal!", exclama, al tiempo que recalca. "Como mi traspaso a Pekín no estaba realmente planeado, tengo la sensación de no haber terminado el trabajo que había empezado en LaLiga, de que tengo una misión que cumplir en LaLiga. Estaría bien poder volver algún día y terminar lo que empecé". Se ríe cuando le pregunto qué tiene que aportar al club que le fiche y responde contundente: "Goles".

Así es Cédric Bakambu, también, un gran amante de la música y de la moda, "aunque ahora menos". "Soy padre de tres hijos y tengo una mujer preciosa, y mi prioridad es mi familia". Cédric es el tercero de cinco hermanos, cuatro chicos y una chica. Los dos mayores nacieron en la República Democrática del Congo. Él fue el primero de los tres siguientes que lo hizo ya en Francia, tras la emigración de sus padres desde el país africano, con el que el futbolista siente un gran vínculo. En diciembre de 2020 puso en marcha la Fundación Cédric Bakambu, que trabaja "para los jóvenes".

"Actualmente estamos en un programa nacional de difusión de aulas digitales. La acogida está siendo muy buena. También planeo abrir en un futuro próximo una academia de fútbol en Kinshasa. La vida no es fácil en el Congo para gran parte de la población. Es un país en vías de desarrollo con mucho potencial. Es importante para mí involucrarme en el Congo, porque tuve la oportunidad de tener éxito y quiero darle a la juventud congoleña la mayor oportunidad posible de tener éxito en la vida. El fútbol ocupa un lugar muy importante en el Congo. A la gente le apasiona este deporte. El fútbol le permite a la población olvidarse por momentos de los problemas de la vida cotidiana y hacerles soñar. LaLiga es muy seguida en el Congo".

Quién sabe si la próxima temporada sus compatriotas le verán a él también jugando de nuevo en España. Si volverán a disfrutar de los goles de 'Bakagoal'.