La carrera en punto muerto del Guti entrenador: "Con la prima, cerró una discoteca para celebrarlo"
Cuatro años y tres destinos. La etapa del '14' en los banquillos se paralizó hace 1.082 días. Doce testimonios desgranan cómo se desenvolvía como míster.

"Carácter" ha sido la palabra más repetida para definir a José María Gutiérrez 'Guti' (Torrejón de Ardoz, 1976) por las más de diez voces que le recuerdan en Relevo en su etapa como entrenador. "El del Juvenil A fue un año muy especial", reconoce Mink Peeters, mediapunta zurdo al que cedió su número. En 2017, el 14 escribió con tinta de oro una nueva página en la historia de las categorías inferiores del Real Madrid, donde consiguió el primer triplete nacional para los blancos. Aunque su camino en La Fábrica empezó antes y entrenó al Juvenil B y C, esa temporada "lo cambió todo". La consecución de la Copa del Rey, la Copa de Campeones y el título de liga supuso el inicio de una ilusionante trayectoria en los banquillos que ahora se encuentra en punto muerto.
"Fue el año que más he disfrutado", recuerda Manu Hernando. El ambiente en el vestuario era inmejorable y, aunque los resultados acompañaron, Guti no permitía ningún exceso de confianza: "Si tenía que desconvocarte por relajarte más de la cuenta, lo hacía". "Rompió alguna que otra pizarra", asegura en referencia a cuando las cosas no salían bien. Todos los integrantes de aquel Juvenil A del Madrid que tocó el cielo coinciden en que Guti era un entrenador cercano y empático al que "le gustaba ganar y hacerlo bien". Alejandro Sotillos, uno de los multiusos del filial blanco, habla de él como un entrenador que supo tener "enchufados a todos los jugadores" y que "exigía mucho a los centrales", sobre todo en salida de balón. "Es un entrenador que te hace tener personalidad; te anima a intentar pases, a dejar el miedo a fallar a un lado".
Tras la consecución del triplete nacional -el primero en la historia del Madrid-, los futbolistas y el cuerpo técnico recibieron una prima. En el caso de Guti, empleó la suya en organizar una fiesta privada: "Se ofreció a organizarnos una fiesta privada con el dinero de la prima que le dio el club. Nos cerró la parte de restaurante de una famosa discoteca de Madrid para celebrar el triplete ahí. No sé cuánto le costó, pero si no le llegó, lo que faltó lo puso de su bolsillo".
Guti, uno más en los rondos del Juvenil A del Madrid
“Tenía muchas anécdotas. Nos contaba muchas cosas de su etapa como futbolista, algunas se pueden contar y otras no. Pero lo que más recuerdo es cómo se convertía en uno más en los entrenamientos. Le encantaba participar con nosotros en los rondos. Estaba en peor forma física que nosotros [risas], pero tenía más calidad que todos juntos. Se implicaba mucho, protestaba como uno más e impresionaba verle”.
"Su sueño era estar toda la vida en el Madrid", reconocen varios futbolistas a los que entrenó en el filial merengue. Sin embargo, un año después de conseguir el triplete, en verano de 2018, abandonó el banquillo blanco: "Tuvo prisa. Quería entrenar al Castilla a toda costa y pecó de impaciente, porque en el 'C' estaba Solari, que estaba haciendo bien las cosas, y al final también es alguien importante dentro del club".
El Besiktas, su segunda casa
Guti cambió, en los banquillos, Madrid por Estambul, como ya hiciera vestido de corto, cuando se despidió del Santiago Bernabéu para emprender una nueva aventura en la Superliga de Turquía. "Agradezco al Besiktas el cariño y la confianza que habéis depositado en mí. Os lo devolveré con mucho trabajo e ilusión", compartió en sus redes sociales, una vez se concretó su llegada al conjunto turco como segundo entrenador.
Como segundo rostro visible del cuerpo técnico del Besiktas, maduró, vivió situaciones que le prepararon para la élite y llegó a entrenar al primer equipo cuando Senol Günes, primer entrenador, se hizo cargo de la selección turca. Lo que en aquel entonces muchos tildaron de un "ascenso meteórico en los banquillos" se consolidó poco después, en 2019, cuando recaló en el Almería como una de las piezas más importantes del proyecto de Turki Al-Sheikh, presidente y uno de sus principales valedores.
Se ha visto un número 14 sobrevolando el estadio... 👀 pic.twitter.com/wnGYLkO8l0
— UD Almería (@U_D_Almeria) November 4, 2019
En tan sólo dos años, Guti pasó de dirigir al Juvenil A del Madrid a hacer lo propio con un Almería confeccionado para subir a Primera División. "En su primer día, nos inculcó que el trabajo era innegociable", asegura Chema Núñez. Pese a la expectación que despertó su fichaje, la aventura del '14' en el banquillo almeriense tan sólo duró siete meses. En 21 partidos, el madrileño cosechó nueve victorias, cinco empates y siete derrotas (32 puntos de los 63 que había en juego). "Siempre quería más, era tranquilo, pero cuando tenía que sacar su carácter, lo hacía", señala Francis Guerrero.
"Tenía más dinero que tú, ha sido más años profesional que tú, conoce a más gente que tú y es Guti, así que tenías que callarte y joderte"
En torno a su paso por el Almería existen dos corrientes de opinión. La primera, continuista con lo expuesto hasta ahora, habla de un técnico "tranquilo", "con personalidad" y "empático", mientras la segunda se desmarca: "Siempre estaba pendiente de lo que hacíamos y, cuando nos tenía que echar la bronca, nos la echaba. Sí es verdad que a veces no tenía razón, pero tiene más dinero que tú, ha sido profesional más años que tú, conoce a más gente que tú y es Guti, así que te tenías que callar y joderte, por mucho que tú supieses que tenías la razón".

Su carácter, "fuerte por naturaleza", no sentó igual de bien a unos que a otros: "Le costó entender que había jugadores a los que las broncas les afectaban, que se las llevaban a casa y las compartían con sus amigos, con su familia, que se avergonzaban de algo cuando se lo decía delante de todos. Nunca llegamos a hablarlo en el vestuario porque es Guti y nadie quiere llevarle la contraria".
1.082 días sin entrenar
"Creo que tengo las puertas del Madrid cerradas. No por mi parte, sino por la de ellos" y "como entrenador no me dieron la oportunidad de demostrar en el Castilla que un día podía dar el salto al Real Madrid" son algunas de las frases que Guti pronunció en una entrevista a El País en 2021. En abril de este año, cuando Álvaro Arbeloa y su Juvenil A, flamante campeón de la Copa del Rey, recibieron un homenaje en el Bernabéu, las discrepancias del exentrenador del filial respecto al club blanco volvieron a cobrar protagonismo. "Nosotros ganamos la Copa del Rey y no salimos. Hay clases y clases en el Real Madrid", apuntó, en la retransmisión de DAZN, donde ahora es comentarista.
Una pandemia y 1.082 días después, Guti no ha vuelto a sentarse en los banquillos. Muchos de los jugadores a los que entrenó coinciden en que el 14, pese a no tener mucha experiencia como técnico, "no va a irse a cualquier equipo", porque "no tiene necesidad de complicarse la vida". El viaje del técnico madrileño, que hasta ahora tan sólo ha durado cuatro años y ha recorrido tres destinos, se encuentra en punto muerto.