Los derbis 'supercoperos', puro nervio: empate a títulos, collejas al cuarto árbitro, ocho partidos al Cholo...
El Atlético ganó la del 2014 con la final de la Champions de Lisboa bien presente y un Simeone hiperexcitado que acumuló hasta cuatro sanciones distintas.

Para haberse disputado 39 ediciones de la Supercopa de España, el derbi madrileño no se ha prodigado especialmente. Solo dos enfrentamientos y el primero no llegó hasta la final trigésimo primera. Entonces, ganó el Atlético a doble partido (1-1 y 1-0). Sobreviven hoy en las dos plantillas tres jugadores por bando: Koke, Saúl y Griezmann, en los rojiblancos, y Carvajal, Kroos y Modrid en los blancos. Cinco años después, fue el Real Madrid el campeón, ya con el nuevo formato de cuatro clubes y la sede en Arabia Saudí. Los de Zidane se impusieron en la final en los lanzamientos de penalti. De aquella final se mantienen siete y ocho jugadores, respectivamente: Oblak, Giménez, Correa, Saúl, Morata, Llorente y Savic, por el bando atlético y Courtois (lesionado) Carvajal, Mendy, Valverde, Kroos, Modric, Rodrygo y Vinicius, en el madridista.
Aunque solo hayan sido dos los enfrentamientos, ambos derbis fueron fieles a sus raíces históricas. Máxima tensión y un puñado de situaciones extremas que bien merecen un repaso sosegado. Resultó más accidentada la final del 2014 que la de 2020. Sin duda porque se disputó apenas tres meses después de la final de la Champions de Lisboa y los rojiblancos todavía recordaban el gol de Sergio Ramos en el 93... Primer partido en el Bernabéu. Ancelotti y Simeone se volvieron a ver las caras en forma de saludo de compromiso. Goles tardíos de James (81') y Raúl García (88'). Siete tarjetas, cinco de ellas para los rojiblancos. Todo quedó pendiente para tres días después en el Vicente Calderón.
Una sanción parcelada
Caldera en ebullición que comenzó a escupir fuego con el gol de Mandzukic a los dos minutos. No parecía un partido de pretemporada. Cada balón dividido era un duelo de piernas duras. Mediado el primer tiempo, el colegiado, Fernández Borbalán expulsó al técnico rojiblanco, más acelerado de lo normal desde el comienzo del partido. Simeone mostró su disconformidad a su manera. El cuarto árbitro no dejaba volver al terreno de juego a Juanfran, que sangraba por un labio tras un choque con Coentrao y la pertinente atención médica.
El acta del partido recogió el incidente con exactitud. "En el minuto 25 el técnico Diego Simeone fue expulsado por protestar de forma ostensible con los brazos en alto, saliendo del área técnica en repetidas ocasiones, haciendo caso omiso a las instrucciones del cuarto árbitro que, en varias ocasiones, le advertía que cesara en su actitud. Una vez expulsado se dirigió al cuarto árbitro golpeándolo con la mano abierta en la cabeza, en dos ocasiones. Posteriormente, y antes de retirarse a vestuarios, aplaudió en varias ocasiones en señal de disconformidad por la decisión tomada. En el min 58, a través del cuarto árbitro, pudimos observar que el citado entrenador se situaba en la grada detrás del banquillo de su equipo, advirtiendo al delegado de campo D. Carlos Peña Revilla que debía abandonar dicha ubicación por encontrarse expulsado. Este entrenador permaneció en la misma ubicación haciendo caso omiso a nuestras indicaciones hasta el final del encuentro".

La concatenación de infracciones al reglamento del 'Cholo', que ya había sido expulsado en la final de Lisboa por su rifirrafe con Varane, tuvieron sus consecuencias en forma de doble sanción: deportiva y económica. Ocho partidos y 4.805 euros de multa, más 2.800 euros al club. El juez único de competición no hizo caso a las alegaciones presentadas por el club del Vicente Calderón y escalonó las sanciones por cada acción punible del técnico. Cuatro partidos y 3.005 euros por golpear al cuarto árbitro con la mano abierta en la cabeza en dos ocasiones; dos encuentros y 600 euros por protestar de forma ostensible con los brazos en alto, saliendo del área técnica en repetidas ocasiones, haciendo caso omiso de las instrucciones del cuarto árbitro; con un encuentro y 600 euros porque tras ser expulsado aplaudió en varias ocasiones en señal de disconformidad por la decisión tomada por el colegiado; y con otro partido más y 600 euros por situarse en la grada detrás del banquillo de su equipo, pese a haber sido advertido por el delegado de campo, a instancias del equipo arbitral, de que debía marcharse al vestuario".
No cumplió los partidos de la Supercopa
Como tenía acumulado un partido de sanción por acumulación de amonestaciones de la temporada anterior, Simeone faltó a los cinco primeros partidos de Liga: Rayo, Eibar, Celta, Real Madrid y Almería y fue el 'Mono' Burgo quien se sentó en el banquillo. Los otros cuatro encuentros los tenía que cumplir en la Supercopa... pero no cumplió ninguno. Como su equipo no se clasificó para disputar esta competición hasta 2020, el club defendió ante la Federación que estas sanciones prescriben a los tres años y con el visto bueno de los servicios jurídicos de Luis Rubiales, pudo sentarse en el banquillo en su siguiente participación, tanto en las semifinales contra el Barcelona como en la final contra el Real Madrid.
Además de la expulsión de Simeone, el árbitro mostró en ese partido de vuelta ocho tarjetas amarillas más, cuatro por equipo y en el minuto 90 expulsó a Modric por doble amonestación. El Atlético hizo bueno el gol tempranero de Mandzukic y sumó su quinto título en la era Simeone. La tensión de todo el encuentro se mantuvo, curiosamente, en las respectivas conferencias de prensa de los técnicos y la final de Lisboa estuvo bien presente. Ancelotti proclamó que "hubiera sido peor perder en Lisboa" y el Cholo reconoció que "ganar la Supercopa no es lo mismo que ganar la Champions, pero aquí se vive al día".
Para el segundo duelo "supercopero" tuvieron que pasar cinco años con nuevo sistema de competición incluido. Real Madrid y Atlético estrenaron el nuevo modelo, no sin que surgiera la polémica por la presencia del club blanco. En un principio el torneo estaba destinado para los dos primeros de la Liga 2018-19, Barcelona y Atlético, y los dos finalistas de la Copa, Valencia y Barcelona. El doblete de méritos de los azulgranas abría la puerta a un quinto club y la Federación tuvo que explicar que en ese caso entraría el Real Madrid, tercer clasificado liguero, que además había sido semifinalista de la Copa, eliminado por el Barcelona.
Derbi en la final. Los de Zidane ganaron al Valencia y los de Simeone remontaron ante el Barça, lo que le terminaría costando el puesto a Valverde... a pesar de que su equipo había sido muy superior a los rojiblancos durante casi todo el partido de semifinales. Máximo respeto. Los dos equipos jugaron con las riendas contenidas. Partido de porteros: Oblak y Courtois. Empate sin goles, prórroga inclusive, y penaltis. Carvajal, Rodrygo, Modric y Sergio Ramos acertaron con sus cuatro lanzamientos y no hubo necesidad de tirar el quinto, porque Saúl y Thomas, habían fallado sus dos primeros remates y solo Trippier acertó con el suyo.
La jugada del partido sucedió en el minuto 115. Contraataque fulgurante de Morata que se marchaba solo contra Courtois y fue derribado por detrás por Valverde. Roja de libro que el interesado no protestó a pesar de la tangana que se montó entre los jugadores de los dos equipos.