No hubiera sido el Atleti...

No hubiera sido el Atlético. Si con el 2-0 en el marcador, Lino hubiera materializado esas dos ocasiones que tuvo para el 3-0, claras, muy claras... el equipo rojiblanco hubiera renunciado a su piel sufridora. Demasiado bonito haber viajado a Dortmund con tres goles de renta. Pero pudo ser, debió ser. Su notable primera parte, presionando alto, provocando los errores del rival, imprimiendo el ritmo de juego que te exige la competición, hubiera merecido un premio mayor. Al final, un error defensivo, el de Molina, devuelve a los de Simeone a su espacio natural: el sufrimiento.
La Champions exprime cerebros y piernas. No hay hueco para el fallo. El Borussia cometió dos clamorosos que le costaron dos goles. El Atlético, uno, que le impide soñar con las semifinales con una semana de antelación. Es evidente que los rojiblancos sabían dónde tenían que ir a buscar a su enemigo. Aunque corriera riesgos. Este irregular Borussia es de esos equipos que no termina de comprender que todos los balones no se pueden sacar jugados desde su área. Quedará muy bien, será ortodoxo y académico, pero todo tiene un límite. Lleva toda la temporada penando por esa obsesión y ayer no quedaron eliminados porque en la segunda parte el Atlético no pudo clonar su intensidad del primer tiempo.
La manía del Atlético es otra. Suele ser echarse atrás en cuanto se pone por delante en el marcador. En esta ocasión retrasó su repliegue al segundo tiempo. Tras el primer gol de De Paul, buscó el segundo y por eso lo encontró. Porque se mantuvo firme en su achique hacia delante. En la segunda parte, ya cayó en la tentación. Entre que el rival espabiló con la entrada de Brandt y el adelantamiento de sus centrocampistas y que, en esta ocasión, la lógica recomendaba parapetarse atrás para buscar el tercero en la contra... el partido pasó a ser propiedad alemana. Defendieron bien los rojiblancos. Giménez ofrece caché y Azpilucueta es un producto Champions puro y duro.
Fue a raíz de la entrada de Barrios por Morata cuando el Atlético montó su nueva estrategia. Con un volante más y un delantero menos (1-5-4-1), se topó con las dos ocasiones ya citadas de Lino. No acertó el brasileño, que además no podrá jugar la vuelta, y al final pasó lo que tenía que pasar y pudo ser peor con el último cabezazo a la cruceta. Nada nuevo para el Atlético. Tendrá que seguir sufriendo y tirando de su historia. Ese gol de renta le debe servir parta pensar cómo se puso 2-0 en el marcador e intentar repetir lo realizado durante toda la primera parte. De lo que no debería dudar es que si le aprietas arriba, el Borussia va a seguir cometiendo errores. Lleva todo el curso haciéndolo. El peligro es que en ataque es un equipo mucho más mordaz de lo demostrado en el Metropolitano.