Ana Álvarez desvela la reprimenda que le echó de Luis Rubiales por "no hablar con Jenni" para emitir un comunicado sobre el beso
La exdirectora de fútbol femenino cuenta cómo el expresidente de la RFEF le reprochó no haber "gestionado" la orden "que me había dado de hablar con Jennifer Hermoso".

Ana Álvarez fue la encargada de recoger el testigo de Jenni Hermoso a la hora de prestar declaración en la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares en el juicio por el 'Caso Rubiales'. La exdirectora de fútbol femenino de la RFEF y actualmente en el equipo de desarrollo de ese área se sentó en la silla frente al juez José Manuel Clemente Fernández-Prieto González como testigo de lo sucedido en Australia tras la consecución del Mundial por parte de la Selección femenina y el posterior beso no consentido de Luis Rubiales, expresidente de la RFEF, a la futbolista madrileña.
Tras cinco minutos de receso, después de las dos horas de declaración de la internacional española, Álvarez tomó la palabra. Destacó una conversación con el que fuera presidente de la Federación en la que le echaba en cara que no hubiera hablado con Hermoso para convencerla de emitir un comunicado conjunto para tratar de minimizar el impacto por los hechos sucedidos en la ceremonia de entrega de medallas.
"Sabía que unas horas antes se le había pedido realizar un comunicado y, por intuición, supe de la tensión que estaba recibiendo. En el trayecto entre el hotel y el aeropuerto dijeron: 'Hay que hablar con Jenni porque hay que sacar un comunicado'. La jefa de prensa me dice que no sabe nada, yo tampoco sabía nada. Y en ese momento Pablo García Cuervo —director de comunicación— me manda al teléfono el texto entrecomillado de lo que se desea que se le enseñe a Jenni porque tenemos que tener su aprobación para sacarlo. Patricia Pérez me dice que no sabe tampoco. No era mi responsabilidad, no tengo orden concreta y como Comunicación estaba con ello, se queda ahí y no vuelvo a saber nada del comunicado", recuerda Álvarez antes de confesar el reproche de Rubiales hacia ella.
"Recibo una fuerte reprimenda del presidente porque yo no había hablado con Jenni Hermoso. El presidente quería que hablara yo directamente con Jennifer Hermoso. La reprimenda posterior es por eso. Yo no participo en la orden de 'bájate del autobús' ni nada eso", recordaba Álvarez, desvelando un detalle que hasta ahora se desconocía respecto a los hechos ocurridos antes de subirse al avión.
"La reprimenda se produce en el autobús, en el trayecto entre el hotel y el aeropuerto. Me reprocha que no he gestionado lo que él entendía que debía de gestionar o la orden que me había dado de hablar con Jennifer Hermoso sobre el comunicado de Pablo García Cuervo (director de comunicación de la Federación)", aseguró Álvarez. "Me dijo que hablara con Cuervo sobre un comunicado: 'Hay que hablar con Jennifer Hermoso, háblate con Pablo [García Cuervo]'", concluyó Álvarez antes de ser preguntada por el trato de Rubiales con Ivana Andrés y su pareja durante el Mundial.
Durante su comparecencia Álvarez recalcó las palabras que tuvo con Jenni Hermoso durante el viaje de avión entre Australia y Doha y las peticiones de Rubiales para hacer u vídeo conjunto explicando lo sucedido. "De lo que sí estoy segura es que le dije que no hiciera nada que no quisiera hacer, porque ella además firmemente me había dicho que no quería hacerlo y que la respuesta que había dado era 'no lo quiero hacer'".
Álvarez, que estuvo 24 minutos delante del juez, aseguró que ella no tuvo nada que ver con las órdenes de Rubiales: "Yo no participo de ninguna de las tomas de decisiones y soy ajena a todos los movimientos que está haciendo el equipo de trabajo y el presidente", ratificó la exdirectora de fútbol femenino, que apoyó el testimonio que Jenni Hermoso había dado ante el juez.