ANIVERSARIO DE LA LIGA

El abuelo de Emery, las 8.000 pesetas y la intrahistoria del gol de Pitus Prat: lo que no sabías del primer partido de la Liga

Tal día como hoy se jugó el Espanyol-Real Unión en el añorado estadio de Sarrià hace 95 años. Las entradas, a 1,2 céntimos de euro.

El primer Espanyol, en la jornada inaugural de la Liga en 1929. /ARCHIVO FUNDACIÓ ESPANYOL
El primer Espanyol, en la jornada inaugural de la Liga en 1929. ARCHIVO FUNDACIÓ ESPANYOL
Alberto Martínez

Alberto Martínez

El 10 de febrero de 1929, a las 15:10, el Espanyol y el Real Unión daban inicio a la primera edición de la Liga española, un trofeo que salió adelante con la voluntad de los diez primeros clubes participantes y que se inició después de la disputa del Campeonato de España (Copa del Rey), el título más importante desde 1902. Después de que este formato inglés empezó a gestarse en 1926, y pasó por varias disputas dialécticas por el carácter del mismo y los participantes, vio la luz con Real Madrid, Barcelona, Espanyol, Atlético de Madrid, Europa, Athletic Club, Real Unión, Real Sociedad, Arenas de Getxo y Racing de Santander (algunas nomenclaturas eran diferentes).

Sarrià acogió el primer partido. Un estadio ya derruido como solución a los problemas económicos del Espanyol (1997), donde se vivieron algunos de los inolvidables partidos del Mundial de 1982, como el Brasil-Italia o el Brasil-Argentina. Pero antes de todo eso pudo presumir durante décadas del privilegio de abrir un campeonato que este sábado cumple 95 años.

Lo que se conserva de la época constata que apenas hubo media entrada, que la competición ni el rival eran en aquel momento apetecibles, que con apenas dos pesetas y diez céntimos (1,2 céntimos de euro) se podía acceder a la zona General y que la recaudación fue de 7.993 pesetas, según recoge el acta del partido original que aún conserva el Espanyol.

La hoja que conserva el Espanyol de aquel encuentro.  ARCHIVO FUNDACIÓ ESPANYOL
La hoja que conserva el Espanyol de aquel encuentro. ARCHIVO FUNDACIÓ ESPANYOL

También hay otros imperdibles, como un documento en el que se analiza el rendimiento de los jugadores, incluido el del árbitro, en ese preciso encuentro. Hay tres calificativos: bien, deficiente y mal. El colegiado de aquel partido, Pedro Escartín, se llevó un bien, aprobado por los pericos, que se impusieron en aquel encuentro por 3-2.

El autor del primer gol fue Pitus Prat, un joven extremo derecha que provenía del Gracia Fútbol Club, que no debía jugar ese partido pero que se encontró con una puerta a la gloria. Una semana antes, el Espanyol, entrenado por el británico Jack Greenwall, había ganado el Campeonato de España ante el Real Madrid en Valencia en la famosa 'Famila del Agua'. El desgaste del partido fue tan grande que el técnico decidió dar descanso a los jugadores titulares porque tenía tres expulsados y varios lesionados.

Entre ellos, algunos históricos del fútbol y del deporte español, como Ricardo Zamora, el primer icono, y Ricardo Saprissa, presidente de honor del club perico y fundador de la mejor entidad de Costa Rica, un sportsman que triunfó en el boxeo, fútbol, tenis (fue olímpico en 1924) y hockey. Prat, que ganaba 100 pesetas a la semana, (60 céntimos) era de la clase media baja de la plantilla. Pero ese 10 de febrero se citó con la historia.

Cazó un balón suelto en el área tras un despeje de Alza, cuando apenas se llevaban cinco minutos de partido, y marcó el 1-0. Y lo hizo a Antonio Emery, meta del Real Unión y abuelo del actual entrenador del Aston Villa. Prat apenas jugó seis partidos esa temporada y solamente marcó ese histórico tanto... aunque años después sería un jugador más diferencial.

Pitus Prat, primer goleador de la historia de la Liga.  ARCHIVO FUNDACIÓ ESPANYOL
Pitus Prat, primer goleador de la historia de la Liga. ARCHIVO FUNDACIÓ ESPANYOL

El espanyolista llegó a ser internacional, anotó 35 goles en la Liga y fue uno de los integrantes de la plantilla que ganó la Copa del Rey (o del Generalísimo) en 1940. Un año después jugó en el Real Madrid, donde pasó de puntillas, y puso fin a su carrera 12 años después de aquella tarde inolvidable en Sarrià. Se hizo entrenador (Mallorca, Espanyol, Granollers, Terrassa y Gimnástica de Torrelavega) y fue funcionario en el merado de la Llibertat de su barrio de Gràcia en Barcelona, donde recaudaba impuestos según el historiador Oriol Pagès. Hizo el saque de honor en el partido 1.000 del Espanyol en la temporada 1970-71.  Falleció en 1988 y su tumba yace en el tanatorio de Les Corts.

Desde que descendió en 1932, el Real Unión no ha vuelto a jugar en Primera División. El Espanyol, en cambio, ha sido uno de los clubes con más permanencia en Primera, ha jugado dos finales de la Copa UEFA y ha levantado tres Copas del Rey más tras aquel partido, pero ahora celebra este aniversario en un momento clave para volver a Primera. Y lo hace ante uno de los rivales de aquella efeméride, el Racing de Santander, mirando su historia por el retrovisor y recordando un partido inolvidable.