PABLO GARCÍA SACRISTÁN

Las 10.000 fotos en la final de la Eurocopa y otros secretos del fotógrafo de la Selección: "Estuve en el rescate de 154 personas en el Mediterráneo y cuatro días después, en el Metropolitano"

El fotógrafo madrileño Pablo García Sacristán ha visto ganar a España en tres de las seis Eurocopas que ha cubierto.

Pablo García, durante un entrenamiento de la Selección junto a De la Fuente. /
Pablo García, durante un entrenamiento de la Selección junto a De la Fuente.
Cristina Bea

Cristina Bea

Las conjuras previas a los partidos en el vestuario, el choque de manos de Jesús Navas y Lamine Yamal, Morata levantando la copa de campeones de Europa. Pablo García Sacristán (Madrid, 1981), el fotógrafo de la Selección, rastrea mentalmente entre las miles y miles de imágenes que capturó durante los 45 días de concentración y éxito final en Alemania. "De cada entrenamiento yo tiraba entre 2.000 y 3.000 fotos no editadas. Luego editaba a lo mejor 250 más o menos. Y de partidos, iba 'in crescendo'. En la final editamos 913 y había, entre las tres cámaras, unas 10.000 fotos. Una barbaridad, una barbaridad. Hay ahí gigas y gigas", recuenta Pablo, orgulloso de que España "ha ganado tres de las seis que he cubierto, no está mal el porcentaje".

La charla tuvo lugar hace unos días, mientras el fotógrafo madrileño vacacionaba por el norte de España con su pareja, sus hijas y su 'furgo'. "Me hubiera llevado a muchos. Me hubiera llevado a... Pedri, que Pedri siempre te lo vas a pasar bien con él. Es súper, súper majete. Si es por el norte y tal, para andar y cosas de estas, yo creo que a Zubimendi u Oyarzábal. Estos seguro que patean bien", dice Pablo García sobre el supuesto de haber ampliado ocupantes con miembros de La Roja, de los que nos cuenta anécdotas y recuerdos vividos en primer plano. "La gente de comunicación de la Selección siempre utilizaba una foto para cerrar el día de los partidos, que era la foto de antes del partido, en el vestuario, todos unidos en el círculo abrazados: jugadores, cuerpo técnico, utillero. Morata fue el precursor. Él fue el que dijo: 'Vamos a hacer la foto así. El tío era de transmitir el grupo, el equipo y el objetivo de ir a ganar y ganar y ganar", desvela el fotógrafo, que no solamente cubre fútbol.

"En cuanto puedo me meto en algún berenjenal que pueda documentar de temática social para salirme del fútbol y oxigenarme y airearme", asegura. Deshaucios, las guerras de Irak y Ucrania o la Memoria Histórica centran sus trabajos sociales. También los rescates marítimos. "Estaba documentando el rescate de 154 personas en el Mediterráneo, y cuatro días después estaba en el Wanda haciendo el Atleti de Champions, creo que era contra el Liverpool. De estar solo en el mar intentando rescatar, que se consiguió, a 154 personas a luego en el partido del Atleti con 60 o 70 mil personas. Y esto que te pones a pensar y dices: 'Joder, es que no hay que darle tanto valor al fútbol. Hay que dar valor a otras cosas que son realmente las importantes', reflexiona Pablo que, con las "pilas cargadas", ya está de nuevo en algún córner cubriendo la temporada 2024/25.

Pablo García, en el autobús de la celebración de la Selección.
Pablo García, en el autobús de la celebración de la Selección.

¿Qué tal, Pablo? Vaya 45 días intensos debiste vivir con la Selección, porque hablamos de los futbolistas cuando se concentran, que están lejos de sus familias, pero en tu caso es exactamente igual, ¿verdad?

Sí, se terminó la Liga y al día siguiente de la final de la Champions, desde la mañana, ya empezamos la concentración hasta que volvimos a Madrid y finalizamos con las celebraciones de Cibeles, o sea que sí, 45 días fueron. Los tres primeros estábamos en Las Rozas, luego fuimos a Badajoz, de Badajoz a Mallorca y de Mallorca ya nos fuimos a Alemania. Hemos estado sin ver a la familia. Yo realmente la vi el día de la final, porque pudieron ir a la final mi chica y mi hija mayor, pero vamos, que las vi una horita la mañana de la final y luego por la noche en el hotel un momento que vinieron por allí. Eso es lo único, por eso cogimos la 'furgo' en cuanto llegamos y nos piramos.

Tengo curiosidad por saber cuánto material se lleva un fotógrafo a un evento como una Eurocopa, con tantos días de cobertura.

Pues mira, llevé dos maletas con equipo: llevaba tres cámaras, flashes. A ver, objetivo llevaba uno, dos, tres, cuatro, cinco…, seis objetivos. Algunos, parecidos, por si se estropeaba uno. Imagínate, te pueden dar un pelotazo, te puede caer una tormenta, se te puede caer, cualquier cosa, y como estábamos en un sitio apartado -yo trabajo con Canon-, no teníamos el servicio técnico cerca en ningún estadio, porque siempre puede pasar cualquier eventualidad y la gente de las marcas te ayuda y te dejan material y vas salvando, pero como ahí está un poco apartado dije: 'Uf, voy a llevarme bien de cosas y ordenadores, discos duros, baterías…'. De hecho, fíjate que hubo tanto material que yo llené los discos duros que llevaba y me tuvo que dejar un compañero uno para guardar todo lo de la final, las celebraciones, porque si no, lo perdía. La verdad que fue mucho, mucho material lo que ha sido toda la Eurocopa en cuanto a fotografías.

Pablo García, con la Eurocopa.
Pablo García, con la Eurocopa.

¿Tienes el cálculo de cuántas fotografías has podido hacer durante la Euro?

¿Fotos? No te sabría decir, pero te lo puedo calcular más o menos. De cada entrenamiento yo tiraba entre 2.000 y 3.000 fotos no editadas. Luego editaba a lo mejor 250 más o menos. Y de partidos, iba 'in crescendo'. En los primeros partidos yo tiro en torno a 5.000 o 6.000 fotos y editaba en torno a 600 con la compañera editora que me ayudaba en los partidos. En la final editamos 913 y había, entre las tres cámaras, unas 10.000. En 45 días, son unas 250, y los partidos eran como tres veces más. Una barbaridad, una barbaridad. Hay ahí gigas y gigas. Además, en las cámaras de ahora cada vez las fotos pesan más. Entonces, cada vez requieren unos discos duros más grandes. De cuando empecé a ahora, es una barbaridad lo que ha aumentado el peso de las fotos y los gigas y el material a llevar.

¿Tuviste alguna de esas eventualidades que decías o fue todo bien?

Fue más o menos bien, porque en algún partido se puso a llover. Creo que fue con Georgia, cuando al final del partido se puso a llover y hostias, si es que hacía calor. Los fotógrafos, siempre estamos con la ésta (aplicación) del tiempo mirando, 'tal día no llueve, a ver si dan…'. Como por ejemplo en los partidos estos de Dortmund, que cayó la mundial allí y no tenía nada para cubrir las cosas. Me quité un chubasquero que tenía en la mochila y lo puse por encima de la cámara, para por lo menos protegerla, y salvé el partido. Y luego otro día en un entrenamiento, con el monopie que llevamos, pues un balón de estos perdidos que yo ni lo vi venir y le tocó, y esos trípodes y monopies son un poco sensibles. Entonces se me dobló un poco y yo: 'Me cago en la p*. Digo ya verás ahora como no me cierre o como no pueda sujetar el objetivo, el 400'. Pero bien, bien, lo doblé luego un poco y cerró bien. Al viajar con la Selección también es mucho más cómodo, porque como vas directo al avión el material no sufre tanto: va desde el autobús al avión, del avión al autobús.

Después de este trajín y de tantas emociones te metiste en la furgoneta y a desconectar del mundo. Bueno, lo que te estamos dejando (risas). De la Selección, ¿con quién te habrías ido de viaje? ¿A qué jugador te habrías metido en la 'furgo'?

Me hubiera llevado a muchos. Me hubiera llevado a... Pedri, que con Pedri siempre te lo vas a pasar bien. Es súper, súper majete. Y luego me hubiera llevado, si es por el norte y tal, para andar y cosas de estas, yo creo que a Zubimendi u Oyarzabal. Estos seguro que patean bien, porque a mí que me gusta salir con la bici o salir a correr por el campo, por la montaña y por la costa... Yo creo que estos sí me hubieran funcionado.

Lo de Pedri igual le sorprende a mucha gente. Desde fuera se le ve más tímido.

Sí, la verdad que eso pasa con muchos, pero no. Lo mejor que tiene es que es súper natural, de igual a igual, y te lo hace todo muy fácil. Y luego para las fotos, por ejemplo, también es muy fotogénico. Casi todas las fotos valen, o sea que guay.

Te lo iba a preguntar un poquito más adelante, pero ya que lo dices, ¿quiénes son los más fotogénicos?

A mí, por ejemplo, los porteros me gustan mucho. Me gusta mucho hacer fotos a los porteros porque al final se asimilan un poco a nosotros, los fotógrafos. Son los que menos salen. Son los que están más lejos, por lo menos cuando tú siempre haces el ataque de la Selección, que entonces el jugador más lejano siempre es el portero y son los que menos salen. En los entrenamientos sí me suelo centrar más en ellos y tanto Unai, como David, como Álex Remiro son muy plásticos, y con los ejercicios que les hacía el entrenador de porteros, Miguel Ángel, volaban. Para las fotos era cojonudo. Porque al final es lo que te digo, siempre sale el jugador que hace la chilena o el que remata o el que tira el penalti o la celebración, y dices: 'Joder'. Los porteros es un poco putada. Entonces, siempre les intentaba dar más cariño.

"Morata es muy fotogénico. Rodrigo también, cuando se queda la pelota. Nico y Lamine por las bandas y Dani Olmo por los gestos que pone"

Pablo García Sacristán Fotógrafo de la selección española de fútbol

Y luego, otros jugadores que son muy fotogénicos o que salen muy bien en las fotos: Morata, por ejemplo. Morata que es así alto, fuerte, choca mucho con los defensas y tal es muy fotogénico. Rodrigo también, cuando se queda la pelota. Son diferentes tipos de fotos. Nico y Lamine por las bandas, porque son muy rápidos, entonces puedes hacer un tipo de fotos con velocidades lentas, para que se hicieran barridos y quedaban diferentes las fotos. A cada uno lo vas conociendo y vas diciendo: 'Éste toca más la pelota de primera o suelta rápida, o que está pendiente del otro, se queda más la pelota, tal'. A Dani Olmo también me gusta mucho hacerle fotos por los gestos que pone, para los primeros planos, cuando se acerca a tirar un córner o a tirar una falta, pero vamos, de todos sacas algo siempre.

¿Cuál es para ti la mejor foto que hiciste en la competición? A lo mejor no es la más importante, a lo mejor no es ni siquiera de la final o de las celebraciones, pero esa foto que digas: 'La foto de Alemania 2024 es ésta'.

Para mí la foto más especial que he hecho en la Euro no es la más importante ni la más impactante, pero para mí la que más me ha llenado ha sido en uno de los partidos, hay un momento que están jugando por la banda Jesús Navas y Lamine y se chocan la mano. Van como de espaldas y se chocan la mano. Hice el plano de las dos manos chocándose y al final era la mano del jugador más veterano de la Selección con el más joven. Me pareció bonita. El momento de levantar la copa y todo esto, más que fotos buenas, son fotos históricas, pero como buena a mí la que más me gustó fue ésa.

¿El jugador que más juego te dio? ¿Hay alguno que busca especialmente la cámara?

Sobre todo, a mí me da mucho juego cuando terminan los partidos y vas con el angular y ellos te ven a ti y vienen y siempre gritan ahí. Que si chillan, que si las chocan, que si se abrazan unos con otros y ahí siempre esas fotos con un angular, con todo el estadio de fondo, son las que más juego dan. Y luego muchas veces ellos mismos cuando marcan se van hacia ti. Ellos saben que más o menos estás en esa ubicación y mola, o por ejemplo el grito cuando marcó Carvajal el primer partido. Ese grito cuando se abraza con Lamine, joder, pues esas fotos por ejemplo para mí son súper bonitas, porque te pillan cerca y gritando ahí que se les salían las venas. Me molaba mucho, la luz también era muy buena en ese momento, que también hay que jugar con la luz que tengas en el partido. Hay diferentes parámetros que encima se juntaron y quedó guay la imagen.

Pablo García, sobre la foto que más le gustó de la Euro.

Oye, ¿y cuánta vidilla te dieron Nico y Lamine bailando?

Han dado vidilla porque luego los buscaban todos, que si el piedra, papel o tijera… Pero mira, lo bueno que tenían es que se entendían siempre. Justo coincidió que hicieron los años o el mismo día o un día antes uno y otro, algo así, entonces también hubo que hacerles unas fotos con las tartas que nos pidieron algunos medios. Lo bueno es que no tenía muchos problemas porque como siempre están juntos, se los pillaba, se les podía hacer siempre juntos. No era el típico que dices: 'Éste está aquí, ahora sale éste o éste viene más tarde o el otro viene más pronto' y tienes que estar ahí esperando. No, no, no. Es guay porque van siempre juntos. Hermanos gemelos.

¿Y viste sufrir a Morata? Porque al final vosotros los fotógrafos, que estáis tan acostumbrados a los gestos, que palpáis muy bien las emociones, el padecimiento también se nota a través de la cámara, ¿no?

Sí. Lo que he visto de Morata era la obsesión de transmitir como capitán, pero desde el primer día de Badajoz, de que 'aquí hemos venido a ganar la Eurocopa', no hemos venido a hacer otra cosa, sólo a ganar la Eurocopa. Y el tío estaba como capitán pendiente de todos todo el rato. Incluso los días que no tenía él, como si dijéramos, que entrenar, porque hacían entrenamientos aparte, pero siempre se quedaba y transmitía este buen ambiente. Yo me he quedado sorprendido, porque es verdad que he estado en muchos Mundiales y Eurocopas siguiendo a la Selección, unas veces cuando trabajaba en Marca y otras desde dentro, y ese sentimiento, esa fuerza que tenía este Álvaro con lo de ganar…

"Lo que vi de Morata era la obsesión de transmitir como capitán desde el primer día en Badajoz de 'aquí hemos venido a ganar la Eurocopa, vamos a ganar la Eurocopa'"

Pablo García Sacristán Fotógrafo de la selección española de fútbol

Yo a veces pensaba: 'Bueno, joder, que no se puede ganar siempre, que nadie gana siempre'. Y el tío: 'Que sí, que hemos venido a ganar la Eurocopa, que vamos a ganar la Eurocopa, que tal'. De hecho, siempre utilizaban una foto que hacíamos antes de los partidos y luego la utilizábamos la gente de comunicación de la Selección para cerrar el día de los partidos, que era la foto de antes del partido en el vestuario, todos unidos en el círculo abrazados: jugadores, cuerpo técnico, utillero, todos los que forman el equipo digamos, y él fue el precursor. Él fue el que dijo: 'Vamos a hacer la foto así, ¿sabes?'. O sea, el tío era de transmitir el grupo, el equipo y el objetivo de ir a ganar y ganar y ganar. Pero yo no le he visto sufrir en ese sentido, no, le he visto más disfrutar, pero por el hecho de querer ganar. No sé a lo mejor si no hubiéramos ganado si hubiera sido peor, pero yo creo que no, yo creo que se lo ha pasado bien ahí dentro. O por lo menos, yo me lo he pasado bien y a todos los he visto pasarlo bien, la verdad.

Pablo García habla de la obsesión de Morata por ganar la Eurocopa.

¿Convenció Morata al grupo de ese 'ganar, ganar y ganar'? ¿Era algo que se palpaba en el grupo, que tenían todos esa determinación o hubo algún partido clave en ese convencimiento?

Desde el primer día, desde Badajoz, se ha visto como una línea. No ha sido como en algunos torneos algo de 'joder, estábamos muertos y hemos revivido o algo así'. No, no, no han cambiado nada. Ellos tenían el objetivo y pin, pin, pin, pin, pin. Cuando han ido perdiendo, cuando han ido ganando y cuando han ido empatando. Yo les he visto súper tranquilos en lo que transmitían, eran súper tranquilos en los entrenos, en los partidos, todo con mucha, con mucha naturalidad, entonces también a ti, al fotógrafo, le hace trabajar mucho mejor. Como confían en ti, saben que el trabajo es para el bien de la Selección.

¿Y el liderazgo de Rodri también se nota en las fotos, en sus gestos?

A cada uno se le nota en una cosa. A Rodri se le nota en la tranquilidad, tanto en los entrenos, como en los partidos, como en el día a día. Y, por ejemplo, Rodri para hacer fotos es súper, súper sencillo de manejarle porque sabes que va a controlar, está siempre en una zona centrada del campo, va a tener la pelota, la va a pasar y le va a ir a otro, va a recibir. Digamos que siempre te va a coger de cara la foto. Y luego encima cuando marca el gol se fue hacia los compañeros.

Es un poco lo que te decía del sentimiento este que había de equipo, de unión. Generalmente casi todos los goles los celebraban todos. Hay algunos goles que no he podido mirar al banquillo porque se venían a donde yo estaba y entonces no te da tiempo, pero mismamente la de Lamine contra Francia cuando marca y se va hacia allí están todos los compañeros esperándole y se tira de rodillas, que también es una foto de las más bonitas que he hecho en la Eurocopa, o que se han hecho más bien, porque no sólo la he hecho yo, había un montón de compañeros al lado que también la hicieron. Pues claro, eso lo ves, además es que ves las caras, todo de frente y él de espaldas, y ves los gestos y dices: 'Hostias'. Aparte del golazo que ha metido, que también metió un golazo de la hostia, pero la celebración, a mí las celebraciones son de las fotos que más me gusta hacer.

¿Cuáles son los gestos de De la Fuente? Porque te vi fotos con él muy bonitas, pensativas, sonrientes, con frases motivadoras de fondo. ¿Cómo es De la Fuente ante la cámara?

Es un fenómeno, porque él te hace sentir cómodo, porque no te dice nada. Tú estás ahí, él sabe que tú estás haciendo fotos y él está entrenando y a lo mejor estás por detrás: 'Míster, te estoy haciendo una foto aquí con la silueta'. Que sobre todo en los entrenamientos de tarde había una luz súper bonita. Una silueta, que se está poniendo ahí el sol, le pillas: 'Ah, joder, ni me había dado cuenta'. El tío, sí, sí, muy, muy tranquilo en cuanto a las fotos, en cuanto a los partidos, luego de vez en cuando alguna vez: 'Joder, he visto una foto en redes, qué guapa, ¿cómo la has hecho?'. Y yo: 'Mira, con este objetivo y tal'. Siempre te preguntaba: '¿Pero por qué llevas tantas cámaras?'

Y dices: 'Porque no es lo mismo hacer esta foto con este objetivo que con este'. De los fotógrafos llama mucho la atención siempre las cámaras tan grandes, los objetivos más que las cámaras, los objetivos tan grandes que llevamos. Que dices: 'Hostia, pero con llevar una cámara más pequeña se podrá hacer la misma foto'. 'No, no, es que esto no es dar al botón, hay que hacer alguna cosa más aparte de dar al botón'. Entonces, muchas veces se suele explicar sobre todo al principio de los entrenamientos o cuando estaban haciendo la preparación física y tal: 'Esto se hace con un angular, entonces ves que vas a todo el campo. Mira, hago una. Y esta vas a un plano medio, sólo la cara'. Le gustaba lo que había detrás de la foto, la técnica de dicha foto.

Era una forma, además, de integrarte en el grupo.

Sí, sí, sí, sí, siempre. Todos los que estábamos allí siempre nos hemos sentido partícipes, no sólo los jugadores, el míster y los capitanes. Pero, sobre todo, Álvaro, que es el que más llevaba la voz cantante, lo reflejaban siempre.

"Para mí Cucurella también ha sido una revelación y, fotogénicamente, cuando salta de cabeza y se mueve el pelo para todos lados es cojonudo"

Pablo García Sacristán Fotógrafo de la selección española de fútbol

¿Cucurella ha sido un descubrimiento también para ti? ¿Cómo es de cerca?

Yo a Cucurella recuerdo que le hacía fotos cuando estuvo en el Eibar y en el Getafe, hace años, y luego me acuerdo la primera vez que vino con la Selección, porque se lesionó alguien y le llamaron, que estaba con la Sub-21. Para mí también ha sido una revelación y, fotogénicamente, con el pelo, sobre todo, cuando salta de cabeza y se mueve el pelo así para todos los lados, era cojonudo. Y luego en cuanto al día a día a mí es que me sorprendió tanto… Me sorprendió para muy, muy bien, la verdad. El tío estaba siempre con una sonrisa en la boca. Cuando viene siempre alguien así sonriendo, te transmite el buen rollo. 'Ya está con la foto, no sé qué'. Siempre estaba de buen rollo, entonces me venía de puta madre.

Pablo García, sobre la estética de Cucurella.

¿Y hay alguno más reacio, que te haya rehuido más?

No, no, no. Hay algunos que les gustan más las fotos que a otros, los que son más activos en redes sociales. De hecho, yo creo que Unai y Rodrigo no tienen redes, pero sí tienen las fotos y le gusta verlas, sí están pendientes, les gusta tener esos recuerdos. Pero no, era más al revés, porque a lo mejor nos veíamos por el hotel y me decían: 'Coño, niño, pero si no estás con la cámara'. Y yo: 'No, tío, déjame, que yo ahora que hay tardes libres me voy a montar en bici o me voy al gimnasio o me voy a jugar al baloncesto o con los colegas, con los compañeros'. 'Vale, vale, haces bien'. Lo que les parecía raro era que no estuviera con la cámara colgada.

En total, has estado en seis Mundiales y cinco Eurocopas. En todos estos años, ¿cuál ha sido el mejor momento que has vivido con la Selección, Pablo?

Para mí el mejor momento fue cuando levantó la copa de campeones del Mundo, porque yo siempre había crecido con la imagen de Maradona en el 86. Soy muy de Maradona. Había visto mil documentales que tenía mi padre grabados. Es que me encantaba, y esa imagen levantándola… Entonces, digamos que el momento más impactante, más importante de las fotos que he hecho de todas cuando he seguido a la Selección ha sido el de Johannesburgo cuando levantaron la Copa del Mundo. Me quedo con la imagen de Casillas levantándola, porque siempre tenía recuerdo de México 86, de Maradona.

Aparte de los goles que marcó en aquel Mundial y todo esto, el momento que está ahí levantando la copa y él con Argentina decía: 'Joer, yo que soy fotógrafo de esto del deporte, ya me encantaría a mí hacer un Mundial y poder llegar y hacer esa foto con la Selección', que era la que yo cubría. Ese momento fue especial para mí. Ojalá lo pueda repetir, no es fácil. Todo el mundo siempre me pregunta ahora: 'Estuviste en el 2008, en el 2010 y en el 2012, en la Nations League'. 'Sí, sí, pero que también estuve en Brasil en el 2014, que nos metió cinco Holanda y Chile 2-0 o algo así y al segundo partido estábamos eliminados. También estuve en ése, y estuve en Portugal en la Eurocopa que nos eliminaron rápido'. Por eso te digo lo de ganar y lo de perder, que hay que poner todo en valor.

España venía de la era Luis Enrique, y tú estás con ellos desde 2004. ¿Notas mucha diferencia de unas generaciones a otras? ¿La frescura de los Nico, Lamine y compañía hace que el grupo sea diferente?

Lo que he notado con estos chicos que son tan jóvenes es que van al ritmo de su vida, como si estuvieran en el barrio. Yo de Lamine he notado que ese desparpajo que tiene es un desparpajo de barrio. Yo vengo de un barrio parecido al suyo, pero de aquí de Madrid, de donde nació Raúl (San Cristóbal de los Ángeles). El barrio te da el desparpajo, y unido a Nico que está siempre de broma, siempre de buen humor, siempre riendo, eso sí lo noto en comparación con otras concentraciones que no tenían esa juventud. Si a estos chicos les tienes que decir que estén serios, al final les vas a quitar la esencia y ellos son felices así. Salen al campo a hacer lo que les dice el cuerpo técnico, el entrenador, y encima marcan la diferencia, pues ya está, a disfrutar. Y para mí como fotógrafo es la hostia, porque me dan unas fotos cojonudas.

"En cuanto puedo me meto en algún berenjenal que pueda documentar de temática social para salirme del fútbol y oxigenarme y airearme"

Y tú eres fotógrafo no sólo de la Selección, sino que también cubres LaLiga, Champions… Eres freelance. ¿Cómo es luego tu día a día al margen de las competiciones de selecciones?

Cubro para diferentes clientes LaLiga, la Copa, la Champions. Tengo la base en Madrid pero me voy moviendo y también hago mucha temática social, que me aparto un poco del fútbol, porque si no al final me cierro sólo en esto y realmente las temáticas sociales me llenan mucho. En cuanto tengo unos días o tengo tiempo y me puedo escapar, me meto en cualquier berenjenal que pueda documentar saliéndome del fútbol, para también oxigenarme y airearme.

¿Cuáles son esos berenjenales en los que te metes? Cuéntanos algunos de los temas sociales que has fotografiado.

Ahora estoy haciendo menos porque estoy con otras cosas, pero he hecho mucho tema de desahucios. Desde el COVID paré uno o dos años, pero todos los años voy a los campos de refugio saharauis, que hay allí una maratón y la voy a cubrir y a veces la voy a correr, depende del año; la hacemos allí en los campos de refugiados. Hago mucha memoria histórica: sigo mucho las historias, desde que está la exhumación hasta la entrega con las familias. Es un camino largo pero lo voy siguiendo mucho. Y fuera de España me muevo mucho en el conflicto. Al principio de todo estuve en Ucrania, también fui a Irak en su momento, pero es difícil compaginar todo el tema de refugiados con el tema del deporte. 'Como no puedo estar esta semana, se lo dejo a un compañero y voy yo a esto'. Con el Aita Mari, que es un barco de rescate, me tiré casi un mes en las costas de Libia, entonces, cuando te tiras un mes fuera tienes que compaginar y es complicado, pero bueno, siempre que puedo me escapo. Miro también fechas que no sean de la Selección para dejármelas libres y ahí aprovecho y me salgo de los campos de fútbol, que nunca viene mal.

Vaya realidades tan distintas al fútbol palpas de cerca, Pablo. De estar viendo cómo se levanta una copa del Mundo o una Eurocopa a ver otras caras más desafortunadas de la población mundial.

Me pasó una cosa el año del COVID, yo creo en el 2020, en febrero. Una semana estaba en frente de las costas de Libia, con el barco con el que iba, el Aita Mari. Estaba documentando el rescate de 154 personas en dos rescates en el Mediterráneo y cuatro días después estaba en el Wanda haciendo el Atleti de Champions, creo que era contra el Liverpool. De estar solo en el mar intentando rescatar, que se consiguió, a 154 personas a luego en el partido del Atleti, con 60 o 70 mil personas en el Wanda, y esto que te pones a pensar y dices: 'Joder, es que no hay que darle tanto valor al fútbol. Hay que dar valor a otras cosas que son realmente las importantes'. Te pones ahí en los dos sitios y cuando ves a la gente ahí volverse loca por un deporte dices: 'Hostias, que hay gente que está ahí en el…'. Es un poco complicado, la verdad. Hay que poner todo en perspectiva, por eso yo el tema de ganar, perder, empatar lo llevo bastante bien. Si lo normal es que se pierda siempre, alguna vez ganar, entonces cuando se gana hay que celebrarlo como debe ser pero no volverse loco cuando se pierde.

Relativizar el fútbol.

Sí, sí, eso es. Hay que tomar el fútbol como lo que es, un deporte. Como dicen: 'Lo más importante de las cosas menos importantes'. Hay mil cosas más importantes que el fútbol. Hay que valorarlo en su justa medida y pasárselo bien y disfrutar, pero que cuando se pierde tampoco pasa ni media. Que el sol sale mañana igual para todos.

Igual que te preguntaba por la mejor foto de la Eurocopa, de todos los temas sociales que has cubierto, ¿con qué foto te quedas? Porque habrás visto mucho y muy duro.

Sí, porque me costó dormir varios días luego, pero te vas haciendo. En uno de los rescates hice una foto a un bebé que tenía meses, que además tenía el mismo tiempo que mi hija pequeña en ese momento, y cuando le pusieron el chaleco era para 40 kilos y ese bebé no pesaba ni 4 o 5 kilos. Cuando la estaban salvando y la estaban subiendo al barco de rescate se caía por debajo del chaleco. Y veías allí a la madre, al bebé, que venía de una violación en Libia, de las mafias estas, era jodido. Me costó dormir.

Para no acabar con este momento tan crudo. Una última curiosidad. De todos los años que llevas trabajando en deportes, con el fútbol, ¿cuál es el jugador que más te ha sorprendido por su plasticidad?

Zidane era la hostia cuando saltaba y controlaba ese balón ahí en lo alto con la puntera. Cuando incluso veías que cogía la pelota y sabías que iba a hacer la ruleta esta que solía hacer, era muy impactante. Luego tenía un compañero que ya se jubiló hace tiempo en el AS, que era Jesús Aguilera, y decía: 'Joder, tío, es que cada vez que vengo a hacer un partido en Madrid y juega Ronaldo Nazario, ya estoy tenso, porque es que el cabrón cada vez que coge la pelota sabes que va a pasar algo. Tengo el dedo…'. Siempre decía: 'Mira, tengo el dedo, tengo el dedo que se me mueve solo. Me dices Ronaldo y se me mueve solo'.

"Bellingham me recuerda mucho en muchos aspectos a Zidane: en cuanto a la plasticidad de sus controles, de sus movimientos, sobre todo"

Pablo García Sacristán Fotógrafo de la selección española de fútbol

Y es que, si te acuerdas, el primer partido que sale con el Madrid marca gol la primera jugada o de las primeras que tiene. Era verdad que estabas ahí y estabas en tensión, porque sabías que podía pasar. Siempre con ciertos jugadores, o con entrenadores, porque me pasaba con Luis Aragonés, que en cualquier momento dando instrucciones en la banda tenía un gesto, podía pasar algo. Luego, por ejemplo, con Cristiano Ronaldo sabías que si marcaba gol se iba a venir el 90% las veces a donde tenía el palco allá arriba en el Bernabéu, en esa esquina, entonces ya te ibas por ahí, te ponías y dices: 'Mira, éste si marca, tengo aquí la foto'. Y como solía marcar, pues lo buscaba. Y Bellingham, de los de ahora. Bellingham me recuerda mucho en muchos aspectos a Zidane: en cuanto a la plasticidad de sus controles, de sus movimientos, sobre todo.

Pusiste el doble check con la foto de Casillas en Sudáfrica. ¿Cuál te gustaría poner ahora? ¿Qué competición te gustaría vivir?

Sueño no porque ya lo hice en su momento, que fue en el 2009, pero cubrir un Dakar, que ha sido las experiencias más guapas que he hecho en cuanto a fotografía deportiva, de las más guapas. Que también, además, hubo suerte porque ganó Carlos Sainz. Cubrir otro Dakar me gustaría porque me lo pasé tan bien, conocí a tanta gente durmiendo por ahí. Por la forma de vida que yo tengo, que me gusta dormir en cualquier lado, decía: 'Esto está hecho para mí'. Y no entiendo nada ni de motos ni de coches ni de camiones ni de quads, no entiendo nada de motor, pero de fotos sí y me molaban, y me gustó el ambientillo.