La otra vida de Valtteri Bottas: gravel, ginebra y pizzas sin gluten

Valtteri Bottas es un hombre sonriente. Piloto con una década en la Fórmula 1, más de 200 carreras disputadas y 10 triunfos. Ahora defiende los colores de Alfa Romeo, una escudería que está lejos de luchar por las victorias, pero que le permite seguir disfrutando de su gran pasión. Por los circuitos se le puede ver relajado, montando muchas veces en patinete o bicicleta y con una cara sonriente hacia cualquier persona con la que se cruza. Pero no siempre fue así. Durante un lustro, entre 2017 y 2021, se pudo ver a un Bottas mucho más presionado, introvertido y serio.

Los años en Mercedes junto a Lewis Hamilton le dieron la posibilidad de conducir un coche ganador, uno que también le exprimió física y mentalmente. Como él mismo ha reconocido en algunas ocasiones, aquella batalla interna con el británico le llevó a extremar su entrenamiento y a afrontar cada temporada únicamente centrado en las carreras que tenía por delante. Aquellos momentos ya son pasado y ahora, además de seguir compitiendo al máximo nivel durante más de 20 fines de semana al año, es capaz de mostrarse mucho más extrovertido y calmado. 

"Probablemente sí", responde a Relevo cuando se le pregunta si ahora es una persona mucho más relajada que antaño. El finlandés explica que su actual estado anímico responde, en parte, al aprendizaje que le ha dado su experiencia en el Gran Circo. "Creo que es una combinación de varios aspectos que vas aprendido a no tomarte demasiado en serio. Y lo mismo respecto a mí mismo, ahora estoy feliz bromeando sobre mí y lo que me rodea. Así que, definitivamente, todo está en un gran equilibrio ahora mismo", asegura el piloto de Alfa Romeo.

El hecho de no estar únicamente centrado en la competición le ha permitido abrir su mente… y sus horizontes profesionales, que ahora van mucho más allá de lo estrictamente relacionado con la Fórmula 1. En los últimos años el finlandés ha creado una carrera de gravel en su país, ha sido imagen de la firma Polar y de las bicicletas Canyon, próximamente estrenará una pizza sin gluten e incluso ha comenzado a comercializar una línea de ginebra (con soja procedente de los campos de su familia) junto a su pareja, la ciclista profesional australiana Tiffany Cromwell, entre otros negocios. Actividades todas ellas por las que también siente devoción.

"Todas esas cosas que hago más allá de la Fórmula 1 son porque también tengo pasión por ellas. Sólo hago cosas si tengo verdadero interés y pasión. Son actividades que me gusta hacer, que disfruto. De hecho, creo que es bueno tener ese equilibrio fuera de los fines de semana en los que hay Gran Premio, porque tengo otras cosas que hacer y en la mente, no solo F1. Para mí, es agradable generar esa energía positiva y realmente lo disfruto", reconoce a Relevo.

No es que todas estas nuevas actividades hayan aparecido de repente en su vida, sino que como él mismo explica, "son parte de un proceso" que ha experimentado cuando ya acumulaba experiencia en el Gran Circo. "Me he ido involucrando cada vez más en ciertas cosas, como el café o los vaqueros que lanzamos el año pasado. Este tipo de actividades simplemente se te presentan delante y ahí decides seguir tu pasión", apunta el finlandés, que asegura que su faceta empresarial no le ha cambiado en absoluto. "Soy el mismo que en la pista. No cambia quién soy lo que hago, ya sea deporte, estar en casa o en mis negocios".

Pese a su diversificación empresarial, el de Alfa Romeo deja claro que sigue completamente centrado en la Fórmula 1, donde considera que todavía tiene cosas que decir pese a que en el último año y medio le está tocando convivir en la zona media-baja de la parrilla.

"Para mí, significa mucho estar aquí. Ha sido el objetivo de mi vida desde que tenía seis años. Soñaba con la F1 y soy feliz porque todavía puedo vivir ese sueño de la infancia. Es una gran, gran parte de mi vida y sigue siendo, con mucha diferencia, la mayor pasión que tengo en mi día a día. Todavía siento que tengo muchos años por delante", asegura.

Y es que el Gran Circo le sigue ofreciendo sus mayores desafíos profesionales, pero ha sabido entrelazarlos a la perfección con su vida fuera de las pistas. "Todavía sueño con ganar, sueño con ganar algún título. Y fuera de la F1 quiero divertirme, seguir con mis pasiones y continuar haciendo las cosas que realmente me parecen interesantes", concluye.