Nico Rosberg se sincera: "Tenía miedo de no ser tan bueno y que nadie me quisiera"
El campeón del mundo de 2016 habla abiertamente sobre su retirada.

Aprender a gestionar el fracaso es lo que muchas veces permite a un deportista levantar el vuelo y conseguir grandes resultados deportivos. No es una tarea sencilla y no todos están capacitados para conseguirlo. Lo mismo ocurre con el éxito. Parece fácil pensar que cuando alguien gana un partido, un trofeo o un campeonato todo va sobre ruedas, pero muchas veces es necesario poner los pies en la tierra y valorar bien esos logros, porque pasar de la nada al todo conlleva un camino de construcción, pero hacer el recorrido a la inversa o simplemente vislumbrarlo provoca pánico. Eso mismo pensó Nico Rosberg, campeón del mundo de la Fórmula 1 en 2016, ese mismo año.
El 27 de noviembre de aquella temporada, el piloto alemán conseguía por fin su anhelado objetivo de llevarse el título de la principal competición automovilística del planeta. Lo hacía tras una dura batalla con su compañero de equipo Lewis Hamilton, el mismo que le había relegado a la segunda posición del campeonato los dos años anteriores. Todo era felicidad en su entorno, había tocado el cielo. Por eso sorprendió todavía más su anunció de que se retiraba apenas unos días después.
Rosberg ha querido explicar las razones que le llevaron a ello en una entrevista concedida a la revista Men's Health en la que se sincera sobre su etapa en el Gran Circo. "Tenía miedo de que en algún momento ya no sería lo suficientemente bueno y que ningún equipo me querría más. Realmente quería tomar la decisión yo mismo", reconoce el campeón del mundo.
Su lucha encarnizada con Hamilton, que incluso llegó a crear algún problema en el equipo tras varios encontronazos, siendo el de Barcelona en el propio 2016 el más sonado, provocó que el campeón del mundo se enfocase todavía más en el deporte, en la conducción, en la Fórmula1. "Sólo salía con los mecánicos, mis ingenieros, mis compañeros de equipo. Toda mi vida social estaba en el paddock", asegura. Por eso la decisión no fue complicada, pero sí lo que vino justo después: "Saqué eso de la mesa de una sola vez y ponerlo todo a cero fue un shock para mí".

El alemán pasó de tener una vida completamente enfocada en la competición, en mejorarse a sí mismo y en ganar al resto de pilotos de la parrilla que se olvidó de lo que ocurría fuera de las pistas. "Nunca me había preguntado qué otras pasiones tenía. Siempre quedaba la próxima carrera", apunta.
Poco a poco fue descubriendo aficiones y se ha convertido en una personalidad reconocida. Fundó su propio equipo de Extreme E, una competición de todoterrenos eléctricos, además de ser comentarista habitual de televisión en las carreras del Mundial de Fórmula 1. Mientras tanto, su excompañero Lewis Hamilton conquistó todos los títulos entre 2017 y 2020, elevando a siete sus campeonatos e igualando a Michael Schumacher.