FÓRMULA 1

Charles Leclerc entra en crisis seis semanas después de creer que podía ser campeón: "Es peor que una pesadilla"

Desde que ganó en casa, todo le ha salido al revés: vive a la sombra de Sainz y encadena cuatro carreras discretas.

Charles Leclerc está sufriendo con Ferrari./AFP
Charles Leclerc está sufriendo con Ferrari. AFP
Jorge Peiró

Jorge Peiró

Lo que tenía que ser una liberación fue una tortura. De mejorarle la vida a sufrir un martirio. La victoria en casa que llevaba persiguiendo toda su vida cambió, para mal, a Charles Leclerc. Desde entonces, cuesta abajo y sin frenos en el equipo Ferrari, que solo sonríe gracias a la solidez de Carlos Sainz.

El monegasco se emocionó en El Principado hace seis semanas porque se veía peleando el Mundial. Ferrari, en aquellos felices días, estaba a 24 puntos de Red Bull, mientras ahora marcha a 71, y Leclerc estaba a solo 31 de Verstappen cuando ahora ha caído a 105. ¿Qué ha pasado desde entonces?

Para entender cómo está el piloto, basta con escucharle tras terminar decimocuarto en Silverstone este fin de semana. Serio, triste, deprimido y abatido. Ni él mismo sabe qué le remueve por dentro: "No me siento bien, es demasiado, son demasiadas carreras, no sé qué decir cuando vengo aquí, hay que resetear como equipo".

Leclerc está así porque se vio tocando la gloria hace seis semanas. Ahora, encadena un decente quinto puesto en Barcelona, un triste undécimo en Austria, un decimocuarto en Reino Unido y ni terminó en Canadá. El resultado, solo diez puntos desde que se desquitó en Mónaco porque el Ferrari no corre como a principio de curso y el equipo comete errores de novato.

En Silverstone, por ejemplo, un desastre estratégico condenó al monegasco. Lo metieron a boxes antes de hora para montarle, equivocadamente, neumáticos de lluvia. Fue relegado a las últimas posiciones y su carrera terminó ahí. En clasificación, otra desilusión tras quedarse en Q2. Contrasta la depresión de piloto y equipo con la euforia de las celebraciones en El Principado, donde Sainz también se subió al podio.

Por aquel entonces, prensa italiana ya confesó a este medio que el objetivo de Ferrari era el Mundial de Constructores. La película ha cambiado mucho en menos de dos meses porque Mclaren les ha pasado por la derecha y Mercedes, que ha encadenado dos victorias seguidas, amenaza con otro sorpasso.

La cara de Leclerc destapa lo perdido que está mientras Sainz vive tranquilo. El equipo de Maranello se ha estancado y solo el español parece disfrutar de pilotar. El monegasco necesita darse un homenaje para volver a sonreír. Lleva seis semanas de capa caída hasta culminar en la depresión que mostró hace un par de días.